Con el inicio de la menopausia, las mujeres sufren una disminución en los niveles de estrógenos, lo que también deriva en la disminución de la densidad del tejido óseo. Es la conocida osteoporosis, una enfermedad que vuelve los huesos más delgados y porosos y reduce así su resistencia frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas. Dos estudios recientes presentados por la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU) indican que, comer ciruelas pasas como parte de la dieta diaria podría ayudar a prevenir esa pérdida, especialmente en la cadera y la tibia, y preservar la fortaleza de los huesos en mujeres posmenopáusicas.
¿A quién afecta la osteoporosis?
Según el National Institute of Health, en Estados Unidos, unos diez millones de adultos mayores de 50 años tienen osteoporosis, y las mujeres tienen cuatro veces más probabilidades que los hombres de sufrirla. En España, son cerca de tres millones de personas —el 22,6% de las mujeres y el 6,8% de los hombres de 50 años o más— las afectadas por esta enfermedad, según el último informe europeo de la Fundación Internacional de la Osteoporosis. Y se estima que la prevalencia de esta enfermedad ascendió al 5,4% de la población total, a la par de la media de la Unión Europea.
Los adultos mayores, y especialmente las mujeres posmenopáusicas, que sufren osteoporosis tienen los huesos más frágiles y más propensos a romperse, incluso después de una pequeña caída; además también pueden sentir dolor y discapacidad a largo plazo. Las zonas más afectadas suelen ser la muñeca, la cadera y las vértebras.
¿Qué propiedades tienen las ciruelas pasas?
Las ciruelas pasas, que pertenecen al grupo de las frutas desecadas, son fuente de nutrientes como el boro, la vitamina K y el calcio, que poseen efectos protectores y ayudan en la formación y el mantenimiento de las células de los huesos; por eso pueden funcionar en la prevención de la osteoporosis. Además, los polifenoles presentes en la ciruela pasa poseen acción antioxidante y antiinflamatoria, que promueven niveles más bajos de inflamación en un tipo de célula ósea llamada osteoclastos, además de reducir los daños celulares y prevenir el desarrollo de cáncer.
También ayudan a regular los niveles de colesterol, son una buena fuente de minerales, y, al tener altos contenidos de fibra, sorbitol y fructosa, contribuyen a regular el tránsito intestinal pero sin aumentar los niveles de azúcar en la sangre después de comerlas.
¿Qué establecen los estudios?
El primer estudio exploró el vínculo entre los mediadores inflamatorios circulantes, unas células que liberan sustancias que ayudan a reducir la inflamación, y varias medidas relativas a la salud ósea, como la densidad de los huesos, la geometría y la fuerza. "Nuestros hallazgos demuestran que los marcadores inflamatorios se asocian negativamente con la salud ósea en mujeres posmenopáusicas, lo que sugiere que la inflamación podría ser un medidor importante para la pérdida ósea posmenopáusica y un objetivo potencial para las terapias nutricionales", según la coinvestigadora, la Dra. Connie Rogers, profesora y directora del Departamento de Ciencias Nutricionales de la Universidad de Georgia.
Por otra parte, el segundo ensayo clínico evaluó los beneficios que puede tener comer ciruelas pasas sobre la densidad mineral ósea volumétrica (vBMD), la geometría ósea y la resistencia ósea durante una intervención dietética de un año. Se establecieron cuatro grupos de control: mujeres que no comían ciruelas, otras que ingerían 50 gramos (5-6 ciruelas pasas/día), otras que consumían 100 gramos (10-12 ciruelas pasas/día) y otro grupo combinado de mujeres que comían 50 o 100 gramos.
Resultados esperanzadores
"Anteriormente, demostramos que consumir 5-6 ciruelas pasas al día durante 12 meses dio como resultado la preservación del hueso en toda la cadera, un hallazgo que se observó a los seis meses y persistió hasta el mes 12", señala la investigadora principal, la doctora Mary Jane De Souza, directora del Laboratorio de Salud y Ejercicio de la Mujer, en la Universidad de Pensilvania. Entre los nuevos beneficios observados, la investigadora afirma que "la resistencia ósea estimada en la tibia se mantuvo en el grupo combinado y la densidad ósea volumétrica se mantuvo en los grupos de 5-6 ciruelas pasas/día y 10-12 ciruelas pasas/día. Parece, pues, que las ciruelas pasas pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea, especialmente en la cadera y la tibia".
Algunos de los resultados de este ensayo controlado, el más grande realizado hasta la fecha ya que contó con datos de 235 mujeres posmenopáusicas, se compartieron en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, y se están preparando como artículos completos para su publicación anticipada en diciembre en Menopause: The Journal of The North American Menopause Society. A pesar de las buenas expectativas, los investigadores advierten de que todavía se necesita más investigación y que no se debe confiar exclusivamente en las ciruelas como tratamiento para la osteoporosis.
Fuente: Europa Press y Healthline