A diferencia de otras ciudades europeas, Barcelona se convirtió en una urbe cervecera de manera tardía, ya entrada la segunda mitad del siglo XIX. Eso sí, una vez la cató, ya no la soltó. Tal es así, que una cita como el Barcelona Beer Festival, cuya décima edición acaba de celebrarse, es hoy uno de los mayores eventos cerveceros del mundo. Es realmente paradójica esa tardanza histórica, cuando es en esta provincia donde se hallaron los restos de la cerveza más antigua del continente, muy diferente a las lagers más comerciales e icónicas como la Estrella o la Moritz, pero cada vez menos distantes a los ingredientes dispares con los que se atreven los artesanos.
La profesionalización de las cervezas artesanas en España se inició hace 25 años en el barrio del Poble-sec, con el colectivo Humulus Lupulus, pero su big bang se produjo no hace más de quince, cuando el fallecido Steve Huxley comenzó a impartir clases en la parte trasera del Jazz, que es seguramente la mejor hamburguesería de Barcelona, aunque no salga en los ránkings (mejor así). La comunidad creció y la tendencia se transformó en revolución. No me malinterpreten, la mayoría de veces la palabra revolución es una exageración común empleada por la mercadotecnica. En el caso de la cerveza artesana resultó ser una auténtica revolución porque su filosofía, praxis e incluso estética cambió de manera irremediable la producción, consumo y venta de las cervezas en España, industriales incluidas.
El germen, reitero, brotó en el Jazz de la calle Margarit, en el barrio de Poble-sec, patria de Serrat, backstage del Molino y falda de Montjuïc. Allí se formó lustros atrás Guillem Laporta con el loco de Huxley. Guillem es el responsable de la cerveza D.O. Sants que se presenta esta semana. Y también allí, a escasos metros del Jazz, Anna Cufí, sirve la Megaseth, una cerveza que por primera vez se ha embotellado con el fin de llegar a otras barras. Ahora los taberneros y cerveceros del Poble-sec la recomiendan en sus locales como si fuera suya. Eso sí, el homenaje a la toponimia o el orgullo de barrio no son nuevos, hace tiempo que Jordi Poblador y su equipo de la 08 (prefijo del código postal de la ciudad), cocina desde el Clot la de su distrito, pero también la de Horta, Barceloneta y Eixample. La vetusta Barcelona de las lecherías es ahora la Barcelona de las cervecerías y el bigote que se nos queda es prácticamente igual.
Cerveza D.O. Sants
Texto: Laia Antúnez
Una de las pocas cosas buenas de la pandemia es que consiguió hermanar a algunos de los restauradores de Sants, Hostafrancs y La Bordeta bajo la asociación D.O. Sants, con el objetivo de apoyarse, dinamizar y poner en valor la actividad gastronómica de estos barrios. Una de esas actividades es el lanzamiento de su propia cerveza artesana, que lleva el mismo nombre D.O. Sants, y que ha sido creada por el maestro cervecero Guillem Laporta, responsable de la cervecería Homo Sibaris, ubicada en uno de los epicentros gastronómicos de Sants: la plaza Osca.
"A los más cerveceros quizás les rompe los esquemas porque es una cerveza de estilo golden ale, pero he jugado mis cartas y la he adaptado dentro de los límites de una rubia lager pilsen", explica Laporta a Hule y Mantel. Desde que empezó a elaborarla hace apenas unos meses, en el obrador de la cervecera Moska de Sarrià de Ter (Girona), ya ha producido unos 2.500 litros de la cerveza. Ahora prepara un nuevo lote con otros mil más, que tardaran un par de meses en estar disponibles.
"Está elaborada con ingredientes naturales, agua, malta (extra pale y carapils), lúpulo (saaz) y levadura; con procesos superpuristas, sin clarificantes. Es una cerveza para todo el mundo, pero los expertos también la valoran porque tiene una buena expresión de lúpulo y malta, está bien equilibrada". Laporta explica que se tiene que servir en el vaso típico de cerveza lager y que está pensada para beberla bien fría. "He hecho una cerveza con todos los atributos de la caña de toda la vida. Como la gente de Sants, sencilla".
Si entramos en su nota de cata, tiene aromas florales, una entrada en boca con gusto de cereales y un final con un agradable toque amargante; con una graduación de 5,9%. Precisamente por su nivel de amargor alto, hay que evitar maridarla con alimentos muy salados. "Con un pollo va fantástica, unas bravas, unos huevos fritos… nada muy complicado", dice el maestro cervecero.
Su presentación oficial es el sábado 22 de octubre, en la feria Vine a fer Cervesa que tendrá lugar en Can Batlló, y después estará disponible exclusivamente en algunos de los bares y restaurantes asociados a la D.O. Sants: Bodega Montferry, Terra d'Escudella, Sants es crema, Vermut i força al Canut, La Carota, Petit Pau, La Taverna de Sants, el Celler del Nou Priorat, Homo Sibaris, La Bauxa, Lolo més que vins, La Tere, Destápate y Vermut i a la Gàbia. En Homo Sibaris, la de barril tiene un precio de 4 o 6€, segun tamaño, y la botella ronda los 4€.
Megaseth, la cerveza del Poble-sec
Texto: Carmen Alcaraz del Blanco
"El trabajo tras la pandemia ha sido y es bastante duro", confiesa Anna Cufí, propietaria del Brew Pub Le Sec, quien preocupada por la lenta recuperación del local ha tomado decisiones para dinamizar la vuelta de los parroquianos, de ahí la creación de la Megaseth. Su cervecería es uno de los referentes de la cerveza artesana y responde al concepto de brew pub, es decir, se elabora la cerveza in situ. Anna, por tanto, es la que cocina la birra que te bebes.
Cufí es una incansable veterana del sector. Su relación con este se remonta más allá a la apertura de Le Sec. En 2008 dejó Barcelona por Liéganes, en Cantabria, para unirse al productor británico Andrew Dougall. Junto con Kike, consiguieron que la Dougall's fuera reconocida como una de las mejores de España. Tiempo después, volvió a Barcelona y abrió su local a poquitos metros del pionero Jazz de Álex Camacho y del Celler de Cal Marino, otro templo birrero y bodega de guardia donde calmar la sed y los nervios gracias al buen hacer de Edu Borrull. Es aquí donde un día cualquiera, al pasar por su puerta, me encuentro con ellos, así como con otros propietarios de bares cercanos. Todos tienen en su mano la Megaseth. La postal habló por sí sola.
La Megaseth no es nueva, lo que es nuevo es que se embotelle y goce de una vida más allá de su barra. "La Megaseth es la única cerveza que hemos repetido en el BrewPub Le Sec, donde normalmente cada elaboración siempre es nueva, sin embargo, ésta desde el primer año la he ido repitiendo cada verano". La idea precede a la pandemia. "Son seis años y ya antes teníamos pensado hacer una elaboración grande porque muchos bares y colegas me la pedían. Al hacer yo tan pocos litros me era muy difícil, no me salía a cuenta, porque yo tengo venta directa y no me es posible. Ahora salió la oportunidad".
El circulo se cierra cuando le pregunto cómo ha conseguido multiplicar la producción y distribuirla. "Como yo formé parte de Dougall's, les ayudé a arrancar el proyecto desde el principio, pues ahora es como que me devuelven la pelota", cuenta con la sonrisa honesta que la caracteriza. Así que la cerveza del barrio del Poble-sec tiene un pie en Cantabria y la mirada infinita, porque ya se disfruta en Ibiza, Segovia o Jerez.
Además, el apoyo vecinal de sus compañeros ha sido fundamental. "Hemos hecho una red con la gente del barrio más cercana. La puedes encontrar en El Celler de Cal Marino, El Carro Gros, el Malevo, La Tieta, el Jazz, el Koska... También en el mundillo cervecero se ha movido bastante y se puede beber en la mayoría de locales artesanos de Barcelona". Para que no se quede en un trago único, promueve que la gente acuda con el vale del reverso de la etiqueta, que otorga media pinta gratis en Le Sec. "Para que vengas y conozcas el local y te tomes alguna más".
La Megaseth es una season IPA, muy bajita en alcohol, bastante lupulada y amarga, pero muy fácil de beber, no es un amargo agresivo, sino fresco y limpio. Anna nos aconseja tomarla con rabas, torreznos o un buen queso, dado que equilibra las potencias de estos. Sin duda, Cantabria sigue en ella. Una última pregunta: ¿por qué este homenaje a Megadeath en el nombre? "Todas las cervezas que hacemos responden a un juego de palabras con bandas y grupos de música. Esta se bebe tan fácil que parecía ideal".
