El aceite de oliva en peligro por la sequía. Los aceituneros confirman "la peor crisis de la década"

Hablamos con Finca La Torre (Málaga), una de las almazaras más premiadas del mundo, y con el consejo regulador de la D.O. Sierra de Cazorla, tercer productor de España, para saber qué opinan los profesionales del sector

autor laia

Coordinadora de Hule y Mantel

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Recipiente y cuchara con aceite de oliva virgen extra / Foto: Canva
Recipiente y cuchara con aceite de oliva virgen extra / Foto: Canva

Incertidumbre y pesimismo son quizás las dos palabras que más se repiten entre los olivareros. La campaña de recogida de aceituna puede ser la peor en una década por culpa de la sequía, con un descenso en la producción de aceite de oliva de cerca del 50% respecto a 2021 y un resultado final por debajo del millón de toneladas, según estiman las cooperativas y las organizaciones agrarias.

Proceso de recolección de la aceituna / Foto: Canva
Proceso de recolección de la aceituna / Foto: Canva

Las previsiones de los expertos creen imposible que se repita una campaña como la del año pasado, que cerró en 1,4 millones de toneladas de aceite, y apuntan a que se estará más cerca de la última mala cosecha, la de 2012, cuando apenas se superaron las 620.000 toneladas, y aunque indican que aún es pronto para aventurar un dato concreto, sitúan la producción de este año alrededor de las 800.000 toneladas.

Estragos de la sequía

"Si sigue sin llover, es cierto que posiblemente tendremos la peor campaña de estos últimos diez años", confirma a Hule y Mantel Víctor Pérez, gerente de la almazara Finca La Torre, situada en Bobadilla (Málaga), y galardonada reiteradamente por elaborar el mejor aceite de España y del mundo. Son solo previsiones, pero las cifras de sus expectativas de producción de aceite son demoledoras: "el 40% de lo que es una producción habitual, es una locura", afirma. 

Cultivo de olivos en Finca La Torre (Málaga) / foto: cedida
Cultivo de olivos en Finca La Torre (Málaga) / foto: cedida

"En muchas zonas de Jaén, Córdoba o Sevilla el problema es que directamente no hay aceitunas, no hay producción, y la que hay está pendiente ahora mismo de que llueva para que la aceituna pueda rehidratarse un poco", añade Pérez. Así lo había comunicado Arturo Hernangómez, técnico del sector de la aceituna y el aceite de la organización agraria Asaja, indicando que se trata de una caída abrupta en la producción debido a que la sequía ha sido muy grande, "sobre todo en el sur de España", y a que se ha dado "en el momento en el que empezaba a estar la flor en el olivo", una fase especialmente sensible. 

Irregularidad en los olivos

"Lo frustrante es que desde que empecé a hacer el seguimiento esta primavera, cada semana que salgo al campo veo menos aceitunas en el olivo y otras que no se están desarrollando bien y que probablemente no lleguen a buen puerto de aquí a noviembre", relata a Hule y Mantel Baltasar Alarcón, técnico del Consejo Regulador de la D.O. Aceite Sierra de Cazorla (Jaén). "En una zona como la nuestra solemos producir una media de 180 millones de kilos de aceitunas, este año la horquilla estará entre los 70 y los 100 millones, siendo optimistas". 

Olivos en Finca La Torre (Málaga) / foto: cedida
Olivos en Finca La Torre (Málaga) / foto: cedida

Sobre la producción de aceite en la D.O. Cazorla no se atreve a avanzar datos porque, dice, "hay una irregularidad grande en el desarrollo de las aceitunas, dependiendo de cada parcela y de cada finca, por lo que las próximas semanas serán clave para ver a qué ritmo se está formando aceite y darnos una idea de qué rendimientos podemos tener sobre la mesa a principios de noviembre". 

Falta de agua, problema a largo plazo

Para que el fruto se afiance se necesita lluvia, y aunque exista la alternativa del riego en un amplio porcentaje de los olivares, estos también están empezando a sufrir serias restricciones a causa de la sequía generalizada. "Mantener el regadío es muy caro, pero lo más importante es que no hay agua, y cada vez se puede regar menos", explica Pérez. Alarcón añade: "Cuando una planta está acostumbrada al riego, que se lo recortes también le sienta mal". Algo que, inevitablemente, va en detrimento de la calidad del aceite.

Proceso de recolección de la aceituna / Foto: Canva
Proceso de recolección de la aceituna / Foto: Canva

"Y el problema no es solo de este año, como no llueva en otoño también afectaría a la campaña siguiente, muchos árboles están al límite y no aguantan un año más en estas condiciones", considera Pérez. Solo la lluvia puede hacer que "la balanza caiga del lado del optimismo, en un año de pesimismo total que miramos entre lo malo y lo menos malo", dice el técnico de la D.O. Cazorla. 

Precios al alza

En este contexto, la ecuación para el consumidor es fácil de deducir: si hay poca aceituna, el precio del aceite subirá. "El precio en origen del aceite convencional a granel está ya en unos 4 €/kilo, cuando lo habitual más o menos es estar en unos 2,50 €/kilo. Luego hay que sumar el incremento de distribución, de venta... Y no sabemos hasta qué punto seguirá subiendo", expone el responsable de Finca La Torre. 

Proceso de elaboración del aceite de oliva / Foto: Canva
Proceso de elaboración del aceite de oliva / Foto: Canva

Alarcón, por su parte, recuerda que el precio final es un "cóctel en el que intervienen muchas variables", también lo que suceda en otros países productores como Grecia, Italia o Turquía. "La sequía afecta a la zona de la cuenca mediterránea que es donde están los principales productores, pero no hay que olvidar el historial de cada país. Si una parcela produjo poco el año pasado, este estará más descansada y la sequía le afectará menos". 

Efectos en el consumidor

Entre estas variables también están la subida de precios de todos los insumos — abonos, combustibles, electricidad, etc.— y el desabastecimiento —por ejemplo, de envases de vidrio— que sigue azotando al sector. Una tormenta perfecta de factores negativos, más allá de la sequía, que hacen que "pinten bastos, en general, en relación al precio del aceite para el consumidor", afirma Alarcón. "Hay que repercutir algo en el precio, pero sin que todo recaiga en el consumidor. Estamos al límite", agrega Pérez. 

Aceite de oliva virgen extra / Foto: Canva
Aceite de oliva virgen extra / Foto: Canva

Ambos profesionales coinciden en que esta subida tendrá un gran impacto en los mercados, también en los internacionales ya que España representa la mitad de la producción mundial de aceite de oliva. "Vamos a perder mucha cuota de mercado y el problema es que luego recuperar a ese cliente va a ser muy difícil", alerta el responsable de Finca La Torre. Y hace mención a otros efectos colaterales: la pérdida de puestos de trabajo que genera la recolección de la aceituna y el impacto sobre aquellos productores más pequeños. "Los más nuevos y que apuestan por la calidad y los aceites más premium van a sufrir un gran frenazo".

Retos de futuro

La sequía que ahora azota es uno de los efectos del cambio climático, aunque no el único que afecta ya a los olivares. También está la plaga de la mosca del olivo, "que prácticamente no se paraliza y mantiene su actividad dañando el fruto en pleno invierno", o el hecho de que "con veranos tan largos la formación de aceite en la aceituna se completa mucho antes de que cambie de color", según el técnico de la D.O. Cazorla.

Sistema de riego localizado / Foto: Canva
Sistema de riego localizado / Foto: Canva

Por eso aconseja "adelantar la recolección para conseguir un fruto de máxima calidad" y trabajar en pos del ahorro del agua de riego, jugando con los tiempos y los suelos del olivo. "No todos se pueden regar de la misma manera, no sirve que haya un menú generalizado". El futuro pasa pues por hacer "un tratamiento personalizado de cada finca a razón de sus características, para así adelantarnos a esos factores y, sobre todo, a la carestía de agua".