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Despensa

Los 7 vermuts que querrás beber este verano: para amantes del aperitivo y del vermuteo

El calor aprieta y tomar algo al fresquito de una sombra es obligación. ¿Qué bebemos? Estos vermuts son ricos, versátiles y tienen un precio muy asequible

5 minutos

Vaso de vermut en una mesa con tapeo / Foto: Canva / Los 7 vermuts que querrás beber este verano: para amantes del aperitivo y del vermuteo

Uno de los deportes que más nos gusta practicar a los mortales es “la hora del vermut”. Ese ejercicio paisajístico outdoor debido a los continuos correcalles para pillar asiento en la terraza favorita y conseguir, antes que cualquier hijo de vecino, la tan preciada silla a pie de calle y bajo una sombrilla.

Después levantar la copa con su bien de hielo, observar los laterales de cristal grueso sudando goterones, admirar ese tajo de limón o naranja y ver el sacrilegio hecho esfera, atravesado por el mondadientes. ¡Stop aceitunas en el vermut! No favorecen en nada. Al igual que los gajos de cualquier cítrico. Lo único que pido es que el vermut se sirva bien frío

Y entonces, sí, es el momento de llevarte a los labios tu primer sorbo de vermut. Ese líquido fresquito, con su dulcito paso (pero no exagerado), su mezcla de botánicos y esos toques cítricos que alegran toda boca. Placer y alegría en un solo trago. Gracias por crear tan estupendo aperitivo amigues elaboradores.

Por eso, cuando veo que en algún bar aún nos quieren poner Martini, ardo en cólera. Tenemos la solución: aquí va una lista de vermuts para que puedas beber como don Antonio Benedeto Carpano manda. Que no sabes quién es Carpano, haz click encima de la negrita y abre enlace. De nadita.

Punt e Mes (Carpano)

Vermut Punt e Mes de Carpano / Foto: web

Evidentemente tenía que caer uno de los vermuts de Carpano. Don Antonio tenía una fórmula gracias al vulgo, sus feligreses, esos que sabían lo que querían y se dedicaban a hacer un blend de su vermut. Cuenta la leyenda que corredor de bolsa, eso que llamas broker, pidió una vez un Carpano con un toque de amargor más.

Es decir Punt e Mes, o lo que viene siendo el “toquecito” que todo el mundo demanda como extra y no quieren que le cobren. Pues ahí lo tenéis, el Carpano clásico con sus notas cítricas y la gracia añadida del amargor. Un vermut imprescindible en coctelería. Precio: 14,95€ aprox.

Atxa Reserva (Destilerías Acha)

Vermut Atxa Reserva / Foto: web

¿Os acordáis de la familia Atxa? Elaboran el whisky Haran en el País Vasco y los entrevistamos en el vídeo podcast Vino y Mantel. Pues está familia que viejunea en cuanto a tradición destilada se trata, también tienen su fórmula antigua propia de vermut.

Un vermut nacido hace unos 70 años, calculando a grosso modo, que cuenta con el ajenjo y otros excipientes en su haber, y otros ingredientes secretos. Es muy amable en boca, la dulzor final está balanceada por un deje amargo y un buen recuerdo especiado. Un vermut nacido en Álava, pero con unas connotaciones aromáticas muy mediterráneasPrecio: 12,90€ aprox.

Martini Riserva Speciale Rubino

Martini Riserva Speciale Rubino / Foto: web

Sí, lo he criticado y no me hartaré de hacerlo porque el Martini Blanco es ese engendro que exagera el ya conocido dulzor de los vermuts blancos llevándolo a cotas de malignidad. Pero como buena marca con un equipo marquetiniano descomunal, saben de modas y leen bien el mercado. De ahí que ahora tengamos entre manos los Martini Ambrato y Rubino.

Soy más del rubino. Cómo no el ambrato hace de hermano mayor del blanco, es decir, una digievolución trabajada, pero que no abandona esa sensación de comer algodón de azúcar. Lo bueno del rubino es ese año que le dan al vino base en barrica, lo trabajan algo más y se nota. Tiempo y paciencia son las madres de un buen producto.

Por cierto, señores de Martini, vanagloriarse de usar un 5% de Nebbiolo (vino del Piamonte) en su base, no es más que un efecto de marketing. Dicho lo cual, con este rubino me habéis ganado un poco. Es fluido en boca, no adolece de dulzor y se equilibra mucho. Hay recuerdos de barrica vieja, de gusto largo y final amargo. Vamos, perfecto para un negroniPrecio: 14,90€ aprox.

Antich Rojo (Vermuts Antich)

Vermut Antich Rojo / Foto: web

El vermut de Barcelona, nacido en 1850, en Poblenou. Allí es donde la familia Antich daba sus destilados a tort i a dret, como decimos en catalán, siendo su vermuts, rojo y blanco, bien famosos. Ahora, la sexta generación, con Pau Matias-Guiu Martí al frente, ha regenerado la marca.

Un vermut con una esencia totalmente barcelonesa, rodeándose de botánicos totalmente de km0 y ecológicos. La receta con más de cien años, nos trae los recuerdos de aquellos vermuts más secos, muy botánicos y con una frescura increíble. Todo un descubrimiento para el paladar y uno de mis fijos para hacer el vermut time. ¡Denle sin miedo y déjense sorprender! Precio: 12,90€ aprox.

Vermut Bodega Manuel Aragón 

Vermut Bodega Manuel Aragón / Foto: web

Esta bodega chiclanera, conocida como Bodega Sanatorio y situada en la zona de Campano, es donde el segundo Marqués de Bertemati creó la primera escuela dedicada a la agricultura jerezana impulsando la calidad del territorio. Hoy día, Chano Aragón es la cara visible y de sus históricas paredes (1815) salen unos vinos de calidad incuestionable.

Como no, su vermut no iba a ser menos. Parte de una mezcla de su oloroso y pedro ximenez, de forma que obtenemos una buena base por parte del oloroso y el azúcar naturalmente presente en el vino dulce. Se le añaden hierbas aromáticas o medicinales y piel de naranja que aporta ese carácter cítrico al vino. Luego pasa a envejecer en barricas de amontillado.

Tenemos ante nosotros un vermut muy diferente, con ese corte jerezano tan bonito. Una amplitud y profundidad en boca elegante, dulce sin caer en lo cargante y una acidez que equilibra el conjunto. Precio: 23€ aprox.

La Quintinye Royal blanco

Vermut La Quintinye Royal blanco / Foto: web

Sino estás acostumbrada al vermut seco, éste no es tu vermut. De larga tradición vermutera, Francia es otro de los países que hacen grande a este líquido. Es posiblemente Nolly Prat su marca más reconocible, aunque servidora está más enamorada de La Quintinye. Primero por su dificultad de pronunciación, segundo porque amo lo seco y viejo en botella, y este vermut es ambos a partes iguales. 

La culpa es de la base de su vino, el Pineau des Charente. Una suerte de mosto con coñac envejecido en barricas. Con esto obtenemos una base excepcional para hacer un vermut, luego se le añaden dieciocho botánicos y obtenemos un extraordinario vermut. De carácter cítrico y afrutado, se muestra amplio en boca, semiseco y con notas oxidativas que me encantan.

Un soplo de aire fresco ante tanto blanco caído en la ordinariez comercial del azúcar. Este vermut no es apto para todos los públicos y menos el de nuestro país, más acostumbrado a blancos muy amables, rozando lo infantil. Pero a mí me chifla y sirve como base para un dry martini muy diferente. Precio: 20,95€ aprox.

Vermut Barbarum 

Vermut Barbarum / Foto: web

Volvemos a Álava... ojo que se destapan en el País Vasco con vermuts más que interesantes. A la tradición de Atxa, llega la vivión moderna de Barbarum. Un vermut rojo que jamás deja indiferente. A las ya consabidas hierbas o botánicos se les une una planta más que exótica en nuestro país, el ruibarbo.

Una planta de la que sólo se utiliza el tallo porque sus hojas y raíces son tóxicas, y que tiene un peculiar gusto ácido y aroma. En Barbarum deja unas notas cítricas muy bestias. Cuando lo probé por primera vez, pensé que se había utilizado más la esencia/aceite de la lima que no la maceración de su cáscara.

Marca mucho en nariz dotando al conjunto de un aroma similar al de un perfume, con ese corazón tan marcado y, en este caso, a cítricos. Me fascina esta nariz, aunque entendería perfectamente que a otros los descoloque o desagrade. La boca es otra cosa, el conjunto se equilibra mucho. Es amable, es sedoso pero la sensación en todo momento es la de beber un vermut diferente y seco. Vermut más que recomendable para descubrir nuevas sensaciones. Precio: 11,50€ aprox.