Dicen que Gremlins, película de Navidad por antonomasia, está inspirada en la Guerra del Vietnam. Dato incorrecto, realmente es una alegoría de lo que sucede en casa por estas fechas. Primero llega la gente en plan bien, pero a la que les das de comer, beben vino y se alarga la estancia se vuelven unos monstrencos deleznables, auténticos serial killers de lo cariñoso u entrañable. Peor aún cuando tu cuñado empieza a aleccionarte cual Hans Gruber en el Nakatomi Plaza, en ese preciso instante te dan ganas de tirarlo desde lo más alto. Pero sucede una paradoja, si tienes cuñado, tú también eres el cuñado de alguien.
Entonces, ¿cómo sabes que no eres "el cuñado"? Fácil para el mundo winelover: él siempre se va a destapar con vinos clásicos, pero con una historia detrás. Ya sea lo difícil de encontrar, el cupo, los puntos Parker o Peñín y otras historias de semejante índole. El terror, que no el terroir. Para desmarcarnos de esta sofista retahíla de clichés dignos de Instagram, nosotros haremos una selección de auténtico Lazarillo, con vinos de entre 15 y 20€. Durante toda la comida él va a mostrar sus mejores cartas, pero recuerda este mantra: tú eres el anti-cuñado. La partida de rol ha comenzado.
Raventós i Blanc de Nit (Raventós i Blanc)
Empezará jugando al elemento agua, la carta de los sentimientos. Como buen manipulador tocará la fibra con un blanco, un vino viejuner, ya que de eso van estas fiestas. Su bien de fresqueo, frutita y poca acidez, así que estará entre el Viñas del Vero Gewürztraminer o el Torres Viña Esmeralda. Tú vas a jugar al mismo elemento, pero en su versión sorpresa: Raventós i Blanc de Nit. Un espumoso rosado de la Conca del Riu Anoia, invencible con marisco, ya sean gambitas de La Sirena o con pedigrí, su conducta es irreprochable con cualquier plato que le pongas delante. Va a deleitar a todos los presentes: burbuja fina, elegante, sutil e igual de fresco que cualquier blanco. Precio: 17,50€ aprox.
Pinot Gris (Marcel Deiss)
La partida ha empezado tal y como esperabas, nada nuevo en el horizonte. Es una criatura de costumbres, ahora toca el elemento viento. Algo sofisticado y elegante, paso ligero y sublime. Esta va a ser difícil de combatir y sabes por qué, también te gusta a tí. Aquel viaje que hizo por Alsacia lo iluminó en cierta manera. Cada año trae el Pinot Gris de Marcel Deiss y te chifla. Es un traje de alta costura. Fino, suave, floral, elegante. Capaz de traer lo mejor del terroir alsaciano y vestirlo de Prada. Te dejas ganar por puro hedonismo. Carta bien jugada, elemento aire con tierra. Precio: 20,50€ aprox.
Gaintus Radical Sumoll (Montrubí)
Sigamos, ahora que ya sabemos que el cuñado es elemento agua y su chacra solo puede jugar con dos más, vamos a atacar con el elemento rayo. No se lo espera, porque él ya tira de tintos, el clasicismo le puede. Le sacudes la caspa con un Gaintus Radical (Sumoll) de Heretat Montrubi, el vino tinto más eléctrico que se ha echado al gaznate en su vida. Es algo raro, pero agradable. Su fruta es super fresca, bocados de frutillos rojos en pleno inicio del verano, la mordida a una buena Royal Gala. Salivas, muerdes, cruje y lanza rayos por toda la boca. Su acidez te hace salivar, cualquier bocado por graso que sea pasa rápido por la boca. Se refresca e invita a más. Precio: 14,95€ aprox.
La Montesa 2019 (Palacios Remondo)
Necesitamos arriesgar, pero sin pasarse. Estamos a punto de llegar al final de la partida y sabes que él va a seguir con tintos, siempre trae la escalera de color: tinto joven normalucho, tinto algo más trabajado y el Elegido. Así que, tras ganarle antes con un vino sorprendente, vas a jugar a sus mismas cartas. Un rioja, crianza y clásico: La Montesa 2019. Hasta tú te quitas el sombrero con esta añada que Álvaro Palacios ha hecho. Una garnacha madura, estructurada, potente, pero ha dejado un truco infalible, poca extracción. El tánico inexistente, deje fresco al paso y aporte amable. Un tío listo, don Álvaro. Más listo tú por combatir en el terreno de tu cuñado, con sus armas y con estilo. Precio: 13,90€ aprox.
Espantaburros (César Fernández Díaz)
Tu carta de fuego vale para combatir su carta de madera, ya que es elemento tierra. Tu cuñado padece maderitis aguda, es subscriptor de The Wine Advocate, La Guía Peñin y El Mueble. Su vino favorito tiene una crianza en barrica de roble francés u americano y, como norma, jamás pasa del tercer año. Fijo cae un vino del Duero y con nombre de Pago. Es tu momento, sacas tu carta fuego: Espantaburros de César Fernández Diaz, el Fénix que renace recuperando varietales y vinos olvidados en las tierras del Duero. Lo va a poner contra las cuerdas, ya que lleva su bien de madera, pero sin pasarse, tiene tempranillo, pero se acompaña de listan prieto y garnacha. Este bicho, que recupera no tan solo la tradición de los vinos de cupaje de la zona, si no también la esencia misma de un pueblo al que su DO dio la espalda, nos ofrece el culmen de nuestra comida. Miras a tu cuñado y… Punto, set y partida. Precio: 17€ aprox.