La vuelta al cole divide España más que la tortilla de patatas con o sin cebolla. Este país se vertebra entre padres que lloran por la pérdida de sus cándidas criaturas o los que, por el contrario, desean abandonar a su suerte al profesorado con sus retoños. Como sé que mi fandom anda famélico (en este caso sediento) de vinos a recomendar o de nuevos episodios de Vino y Mantel, el videopodcast más famoso Sant Vicenç dels Horts —población del Baix Llobregat donde reside gran parte de mi familia y son, por ende, los que hacen subir las visitas en tan dichoso lugar—, os traigo este artículo como píldora ansiolítica.
No os voy a decepcionar, tenemos mainstream para dar y vender, con naturis, oranginas, claretes y espumosos. Porque con la vuelta al cole nosotros también volvemos a lo nuestro, y es que nos gusta más una botella de vino que un niño a un cura. Así que, vamos a ahogar nuestras penas por la pérdida de nuestros infantes en alcohol. Dadle al play que suena Let’s Dance de Bowie.
Luberri 2022 (Bodega Luberri)
Se trata de un vino de maceración carbónica, técnica por la cual nacen muchos de los vinos jóvenes del panorama patrio y que nos dan frutilla a cholón. Como si se tratase del joven protagonista de El vino del estío —novela de Ray Bradbury—, este vino despierta nuestra alegría y nuestra juventud espiritual. Tempranillo en su porcentaje casi total y una chispa de viura. Clasicismo varietal a más no poder y vino que rejuvenece cuerpo y alma. Rioja no sólo son crianzas, reservas o grandes reservas, también son estos vinos de gluglú. Precio: 7,50€ aprox.
Bon Jan blanc 2020 (Bodega Plana d’en Jan)
Como no nacimos para beber mal (que de eso ya se encargan otros) nos vamos a por un blanquito que me ha sorprendido gratamente. Bon Jan blanc 2020 de la Bodega Plana d’en Jan, de Joan Marrugat en Pacs de Penedès. Un joven multi cupage, xarel·lo, macabeu, garnacha blanca y tinta. Bodega familiar con raíces muy arraigadas en Penedès, a Joan le viene en la sangre el vino.
Hace unos años que se dedica no solo a vender sus uvas, sino también a interpretar algunos de sus viñedos más singulares. En este caso Bon Jan blanc es una expresión JASP de cuatro de ellas. Vino de la corriente naturi, pero limpito como el culo de un bebe. No apto para los amantes de las sidras o vinagrillos. Precio: 12,50€ aprox.
Verdoncho (Garagewine)
Villanueva de Alcardete posee desde ya una bandera que la identifica. Este pueblo de Toledo tiene en Garagewine su mejor promotor. Verdoncho es un varietal, al igual que Brujidera y otros vinos de por ahí. Cosas del interior donde no todo es tempranillo o albillo, aquí los chavalotes de Garagewine se dedican a recuperar varietales autóctonos y dignificarlos.
Verdoncho es y será desde hoy vuestro orange wine de cabecera. Fresco, con notas de cítricos, mandando la naranja, muy mineral dejando esa sensación seca y acidez. ¡Sí! Esa acidez que se esta perdiendo en muchos orange del panorama patrio. Una cosa pípol, estamos en la Península Ibérica, no en Georgia, así que no so flipéis y haced cosas como esta. Orange con bebilidad. Precio: 14,50€ aprox.
Clarete de Luna (Bodegas César Príncipe)
Twitter (ahora X) es un mundo maravilloso, donde encuentras personas muy interesantes. Por culpa de un reducto de locos afines al rosado o el clarete, llegué a la pista de este vino. Clarete de Luna es el vino que César Príncipe hace en Cigales. César está abogando por que la gente vuelva a beber vino, pero no en plan cool influencer de la hostia, hashtag TeMueres. Aboga desde la cercanía, hablando clara y llanamente, aportando datos de vendimia, elaboración... interesantes y entendibles.
Vamos que es todo lo contrario o lo que por ahí se cuece y, lo más importante, le recuerda a la gente que el vino se bebe. Ojo que parece sencillo, pero no lo es. Ahora eso sí, si queréis entenderlo o ayudar a su causa, bebed este clarete a cholón, que sois unos membrillos a los que os gusta fardar y sé que quizás este vino no es instagrameable, pero es jolgorio en la mesa. Vosotros mismos, mangurrianes. Precio: 6,50€ aprox.
3B Blanc de Blancs (Filipa Pato)
Esta bestia escondida en el corazón de Bairrada, en Beiras (Portugal) es el espumoso de doña Filipa. La saga Pato continúa, primero fue la canción de Joâo Gilberto, luego Don Luis Pato y ahora, su hija Filipa. ¡Cómo molan los Pato! 3B hace referencia a su coupage: María Gomes (sí, es un varietal y no una cantante de fado), bical y sercial, el trío calavera de unos varietales mega nacionales y tradicionales.
Un espumoso muy bruto, como los llaman allí. Afiladito como me gustan, con la burbujita bien integrada, floral y cítrico. Un must vamos. Y con este espumoso cerraríamos la semana escolar, ahora toca reuniros de nuevo con vuestros queridos retoños, ahogar las penas en un mar de alegrías, abrazos y lo que os venga en gana con ellos. Precio: 13,95€ aprox.
