Ojipláticas nos hemos quedado al ver que una de las recetas más buscada en Google en las horas previas a Nochevieja es el kalimotxo. ¿Por qué? Imaginamos que las medidas restrictivas y la cancelación del ocio noturno empujan a muchos a buscar alternativas a la desesperada.
Para los que celebrarán sus verbenas en casa, ya sea con largas sobremesas o bailando al son de Raffaela en el especial de Cachitos (copresentado por el periodista gastronómico Mikel Iturriaga), seleccionamos cinco cócteles caseros muy fáciles como alternativa al rutinario gintonic o al decadente cubata.
Ni angosturas, ni marrasquino ni cocteleras; para estos cócteles solo necesitas lo que habita eternamente en tu mueble-bar. Con tres de ellos podrás incluso aprovechar los culines de cava o champán que sobrarán después de las uvas. Y sí, también recomendamos una forma de hacer kalimotxo que no perjudicará ni tu hígado ni tu paladar ni tu reputación.
Agua de Valencia
Se asocia al verano, pero es ahora cuando la naranja está perfecta. Un cóctel de barras y fiestas populares, original del Levante, idóneo para una noche de cava o de champán como esta. Haz la mezcla en una jarra que rellenarás por tercios. El primero con zumo de naranja, el segundo con la misma proporción de ginebra que de vodka y, en último lugar, incorpora un tercio de cava (o champagne). Remueve suavemente y deja enfriar la jarra en la nevera para que cuando llegue el momento solo te quede rellenar las copas.
Mimosa de frutos rojos
Este cóctel es una opción perfecta para antes o después de la cena. Es elegante y vistoso pero también sencillo y, además, nos permite solventar esas botellas de cava o champagne que muchas veces se quedan a medias después del brindis. Solo tienes que acordarte de dos tareas: congelar fresas, frambuesas, arándanos o moras (o comprar una bolsa ya cogelada en el supermercado) y de servir el espumoso muy frío al momento de prepararlo. Tritura bien los frutos rojos elegidos. Con una cuchara de postre añade un dedo del puré en la copa y completa el resto con cava. Remueve muy ligeramente con la misma cuchara.
Leyenda-cocktail de Pedro Chicote
Este Chicote nada tiene que ver con el que da las uvas, sino con el emblemático establecimiento Museo Chicote de la Gran Vía madrileña. Pedro Chicote (1899-1977) fue un pionero de la coctelería que escribió estupendos libros. En uno de ellos encontramos el Leyenda-cocktail, para que bebas como Ava Gardner o Hemingway. No en cantidad, sino en calidad.
Rescata del olvido y quítale el polvo a una copa de champán de las de antes, la que no es una flauta alargada sino abierta y más chata, conocida también como copa pompadour. Haz una mezcla con unos pedacitos de hielo y la siguiente proporción: 1/4 de zumo de naranja, 1/4 de vermouth, 1/4 de Cointreau y 1/4 de jerez seco (fino o manzanilla). Vuelca en la copa y remata con un chorrete de cava hasta llenarla.
Kalimotxo
La mejor forma de interactuar en una sobremesa con alguien que disfruta bebiendo en un vaso de plástico en un parque es seguirle el rollo sin denigrar las delicatessen de la velada. Para ello, sugiérele un vino tinto monovarietal, a ser posible un garnacha, una uva todoterreno capaz de soportar el dulzor empalagoso de una cola y de lo que le eches. Encontrarás garnachas muy asequibles en el súper o, aún más baratitas y no por ello menos buenas, en cualquier bodega de barrio donde vendan a granel. ¿La proporción? Cuanto más vino, mejor.
Tom Collins
El Tom Collins lleva más de un siglo en las cartas de medio mundo, por lo que puede convertirse en la estrella de la noche. Aunque tradicionalmente se elabora con ginebra, si esta no es tu opción favorita puedes versionarlo con ron, vodka o tequila. Lo único que no puede faltar aquí es una buena dosis de zumo de limón. Exprime en el vaso un limón, añade una cucharada de azúcar, 45 ml de ginebra y lo que te quepa de agua con gas. Remueve la mezcla hasta que se diluya el azúcar y añade unos cubitos de hielo. Para la presentación, incluye en el borde del vaso una rodaja de limón.