“Un volcán construye al mismo tiempo que destruye; mis viñas están en ceniza volcánica y forma parte de lo que somos”. Cascada de emociones expresadas por la viticultora y bodeguera Victoria Torres Pecis acerca de los estragos de la erupción volcánica de La Palma durante el spot de Campofrío que se ha hecho viral en las redes sociales.
La cineasta Icíar Bollaín contó con esta viticultora del pueblo de Fuencaliente para el instante cumbre de un guion en el que el relato de esta mujer luchadora desata las lágrimas del actor Karra Elejalde. “Esta es nuestra casa y me siento muy orgullosa de cómo nos cuidamos; son 6.000 personas fuera de sus hogares y quien tiene un lugar que ofrecer lo ha ofrecido”.
Mientras se suceden las imágenes de los destrozos de las coladas de lava, la determinación en las explicaciones combinada con la dulzura de su voz sobre la “atrocidad” de lo acontecido en la Isla Bonita –como así ella lo califica– sintetizan una entereza indescriptible en el mensaje que ha calado hondo en la audiencia. “La necesidad es un motor impresionante y hay gente que está esperando a que se apague el volcán para remangarse y ponerse a trabajar con fuerza”, subraya.
Conversar con Vicky Torres, que confiesa estar sorprendida por la repercusión de su aparición televisiva, es como conectar directamente con el aire fresco de los viñedos y que comenzó a cuidar hace tantos años de la mano de su padre, Juan Matías Torres, fallecido en 2015; también apreciar los aromas de una bodega coronada ya por la quinta generación familiar dedicada al vino y situada a unos 12 kilómetros del volcán.
“He sentido miedo pero también el impulso de continuar porque quiero, porque creo que es importante y porque la vida sigue”, apostilla en el vídeo para hacer que el personaje protagonizado por Elejalde pase de su convicción de que “la vida acojona” a que “la vida es acojonante”.
“Llevo haciendo vinos desde 2010, desde la base del concepto familiar en ‘Vinos Victoria Torres Viñas y Vinos’, y he de constatar que los cambios en el campo son vertiginosos; lo palpamos cada día y a lo mejor no son perceptibles en la ciudad pero es algo que nos asusta muchísimo. En La Palma se puede decir que estamos sufriendo una sequía de siete años y particularmente los últimos tres”, indica.
La juventud como recambio para la estabilidad. El tono de voz de esta mujer, ejemplo y emblema del sector primario en Canarias, sigue destilando suavidad pero su énfasis es categórico a la hora de reclamar estímulos para el relevo generacional o una ordenación que garantice la eficacia de futuras estrategias para que “la viticultura y el vino sean viables en el futuro”. Habla con pasión, como la que transmite a sus vinos, de respeto a los terruños y de readaptación de los recursos hídricos; de sostenibilidad (medioambiental y también económica) y no como palabra de moda y descarnada de contenido y sí como compromiso riguroso para preservar el territorio.
“Estamos hablando de Fuencaliente, en el sur de La Palma, de la viña de la quinta generación de viticultores y bodegueros que dejan huella y legado: mis padres, mis tíos, los vecinos… La bodega familiar en una zona volcánica muy activa en la que también el terruño marca sus particularidades con distintos materiales como son el picón o la arena”, explica Victoria Torres. Pero en este punto puntualiza que “todo este patrimonio intangible lo solventan, hoy en día, personas octogenarias; no hay recambio con jóvenes que aporten fuerza, potencia a los cambios a los que hay que enfrentarse si pretendemos que la actividad de la viticultura y el vino sean estables. Yo, particularmente, puedo hablar de que no tengo ninguna estabilidad”.
El sentimiento como aportación. Vuelve entonces a recordar su participación en el vídeo al que llegó por una serie de casualidades. “En principio mi decisión era la de no aceptar aunque finalmente lo importante que había detrás de este trabajo visual –que fue llevado a Informe Semanal de TVE– y de la creatividad era el sentimiento y lo que yo podía aportar a mi isla de La Palma en ese contexto”.
“Quizá estemos en un momento muy malo, algo que se ha vivido en otras etapas en Canarias; es como una carrera contrarreloj que hace que esté viviendo todos estos acontecimientos con responsabilidad; no me rindo pero tengo que cambiar para buscar la estabilidad de un proyecto que debería dar 30.000 botellas para ser sostenible también económicamente (cuando en las últimas añadas ha oscilado entre 11 y 13.000)”.
Victoria Torres, la elaboradora de vinos palmera que transformó la expresión de Karra Elejalde, lanza un mensaje de optimismo como hizo en el vídeo de Icíar Bollaín: “Me apasiona mi isla; abrupta y diversa, tremenda e impactante; tierra de grandes viajes y colonos y de aislamiento.... Me encanta trabajar y colaborar con otros viticultores en un territorio en el que es imprescindible saber respetar y asimilar que esa viña que se libró de la enfermedad de la filoxera se adapta por la resistencia de unas raíces que se hunden en busca de la humedad”. Todo un símil para cuando se apague el volcán.