Si la semana pasada os hablábamos de lo que se venía en la segunda temporada de The Bear y me quejaba de que no había podido ir a DBEAR, el restaurante “efímero” que había creado el cocinero Diego Guerrero en colaboración con Disney+ para promocionar esta nueva temporada —que se estrena el 16 de agosto—, hoy me toca recoger cable y decir que tras leer el artículo me escribieron para invitarme a probarlo. Como es de bien nacidos ser agradecidos, os voy a contar en qué consistió la experiencia y los platos que pude probar.
Cóctel de bienvenida y proyección
Nada más llegar a DBEAR, que se encuentra por tiempo limitado en DSPEAK, el restaurante de Diego Guerrero ubicado en la madrileña calle Fernando VI, te encuentras que los toldos y toda la entrada están vinilados con cartelería de la serie, así como los pasillos y paredes del restaurante. Cabe destacar el neón con la frase “Every second counts”, que tomará bastante importancia en esta segunda temporada.
Una vez dentro nos hicieron pasar a la parte baja, donde se encuentra DPICKLE ROOM, la coctelería de Diego Guerrero y Diego Cabrera, conocido por ser el propietario de Salmon Guru. En esa parte del local nos tenían preparado un cóctel de bienvenida a base de vodka y frutos rojos con unos toques cítricos, que con el calor que hacía en Madrid no nos duró ni los diez primeros minutos del primer capítulo de la serie.
Cóctel de bienvenida y proyección de 'The Bear' / Foto: Javier Cirujeda
Porque sí, queridos lectores, uno de los puntos fuertes de la jornada era poder ver los dos primeros episodios de la segunda temporada de The Bear en exclusiva. Hasta que no hagan el estreno oficial no puedo decir nada al respecto, pero os adelanto que mantienen el espíritu de la primera temporada y te dejan con ganas de más.
Menú por capítulos: los 5 primeros
Una vez finalizada la proyección subimos a la parte de arriba, donde se encuentra el restaurante, y empezaron a llegar los platos del menú degustación, con los equipos de sala y cocina ataviados para la ocasión con los míticos delantales azules de la serie.
El menú estaba dividido en diez pases, uno por cada capítulo de la segunda temporada de la serie, y la mayoría estaban inspirados en el Chaos Menú que el chef Carmy preparará en esta segunda temporada para la apertura de su restaurante.
El primer “capítulo” era una hoja de ajo negro con kefir y un caldo de vinagre servido como si fuera una copa de vino. El segundo, uno de mis favoritos, era una tostada de calabaza con mantequilla ahumada y caviar. Un bocado de estos que te llevarías a casa un palé. Ya os aviso que no soy crítico gastronómico, así que soltaré palabras como “brutal”, “de locos” y “explota en boca” durante las siguientes líneas.
El tercer pase era un falso pan de setas con una mantequilla de trufa por encima, y con trufa rallada para coronar. Pese a lo invasiva que suele ser la trufa, me pareció que estaba bien equilibrado.
El cuarto plato era un homenaje a la pasta, con una lasaña de anchoa y una bechamel de mantequilla lactofermentada. Me gustó el toque salado que le daba la anchoa. El quinto pase, en el que ya llegábamos a mitad de temporada, era una cigala en su jugo con alga kombu.
Del capítulo 6 al 10: los platos
El sexto plato fue otro de los que me llamó mucho la atención, ya que era una tortilla francesa, para comerse de un bocado, con forma de “helado de palo” (tipo magnum mini), que llevaba yema curada y pimientos asados. El típico bocado que “explota en boca” y te deja con ganas de comerte diez más, y cuya elaboración debe de ser un trabajazo, aunque para mi el pimiento estaba demasiado presente, y se perdía el sabor de la yema.
El capítulo 7, Beef, estaba inspirado en el anterior local del chef Carmy y era una lámina de pecho de vaca madurado, con una demi-glace de trigo y una flor de nabo daikon, que el equipo de sala enrollaba en la misma mesa. Estaba “de locos”.
El octavo plato era una patata fermentada con el hongo Penicillium camemberti (con el que se elabora el queso camembert) y venía acompañada con una miel acidulada. Resultaba muy curioso pensar que eso era una patata, porque tanto la textura como el sabor eran muy parecidos al camembert.
Finalmente llegabamos a la parte dulce del menú, aunque siempre jugando con ingredientes a priori salados. Primero, un chantilly de coliflor con trocitos de chocolate y galleta, para darle un toque crujiente y recordar al mítico Sundae del McDonalds. El sabor era muy interesante, ya que al principio te venía la coliflor, pero después pasaba al toque dulce del chantilly. Simplemente "brutal".
La season finale era un plato de aprovechamiento, ya que habían cogido los excedentes de los míticos croissants de La Duquesita, pastelería que está al lado del restaurante, para hacer una melaza, y acompañarla de algas crujientes, requesón y los propios trozos del croissant. Un buen dulce para finalizar, aunque me gustó más el chantilly.
Cóctel de despedida
Una vez finalizado el menú, nos sacaron un cóctel sorpresa de despedida, que se puede encontrar en la carta de DPICKLE ROOM, y se llama Chifa. Es una curiosa mezcla de pisco, zumo de limón, amontillado y las especias del pato laqueado. Como ha dicho Diego Cabrera en alguna ocasión “está inspirado en el pato laqueado, pero decimos que es sin pato y sin laquear”.
A mi me gustó bastante y me pareció un buen fin de fiesta. Ah, y para aumentar vuestra envidia, cuando nos íbamos nos regalaron una camiseta de la serie, que lleva puesta uno de los protagonistas en el primer episodio de la segunda temporada. Y hasta aquí puedo leer. Hasta más Bear.