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'UniverXO Dabiz' (Netflix): el chef ya no quiere ser “el xef”

CRÍTICA TV | Han pasado unos diez años desde el documental 'El Xef' y esta nueva serie nos muestra todo lo que ha cambiado en la vida del cocinero Dabiz Muñoz

Javier Cirujeda, codirector del podcast La Picaeta y autor en Hule y Mantel

Comunicador gastronómico y codirector del podcast La Picaeta

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Imagen promocional de Dabiz Muñoz en la serie documental 'UniverXO Dabiz' / Netflix
Imagen promocional de Dabiz Muñoz en la serie documental 'UniverXO Dabiz' / Netflix

Que Dabiz Muñoz es uno de los cocineros más famosos de España, con permiso de Karlos Arguiñano y Alberto Chicote, es algo que nadie puede poner en duda. Tampoco se puede poner en duda que se trata del cocinero sobre el que más opiniones polarizadas se vierten: la gente lo ama o lo odia.

Quizás, parte de ese odio (el cual no defiendo, obviamente) venga de El Xef, la serie documental que emitió Cuatro hace unos diez años y que está disponible en Mitele.es, ya que podemos ver algunas actitudes bastante reprochables del cocinero. 

Es más, creo que para disfrutar de UniverXO Dabiz, la nueva serie documental sobre el madrileño que acaba de estrenar Netflix, es interesante ver primero El Xef y así conocer la evolución del protagonista en casi diez años, que no es poca —recordemos que durante tres años consecutivos ha sido distinguido como mejor cocinero del mundo, según The Best Chef Awards—.

Las mujeres que lo marcan

Si seguimos comparando El Xef con UniverXO Dabiz, producida por WelinkStudios, detectamos que muchos de los protagonistas son los mismos —veremos que mantiene su buen rollo con Javier Botana de Pescaderías Coruñesas—, pero tenemos dos nuevas jugadoras en el tablero que han cambiado totalmente a Dabiz en este tiempo: Cristina Pedroche y Amaya López, su mujer y su psicóloga, respectivamente.

Lo más interesante de la serie pasa cuando están ellas en pantalla, ya que son las que más contradicen a Dabiz y le sacan de la manida “zona de confort”. Es muy interesante ver lo metida que está Cristina en el engranaje del “Universo XO” y cómo ha cambiado la forma de trabajar del campo de nabos que era aquello en la época de “el xef”.

También queda claro que esta mujer tiene que amar al cocinero hasta límites insospechados, porque meterse en un berenjenal así y aguantar las locuras, las contradicciones, las obsesiones y las jornadas maratonianas del cocinero, solo se puede hacer si estás enamorada. Quédate con quien te mire como Cristina mira a Dabiz.

Salud mental y familia

Imagen de la serie documental 'UniverXO Dabiz' / Netflix
Imagen de la serie documental 'UniverXO Dabiz' / Netflix

La otra patata caliente del documental, que es uno de los melones que se van abriendo poco a poco en el mundo de la cocina, es la salud mental. Durante los cinco episodios, vemos en varias ocasiones sesiones de terapia de Dabiz con su psicóloga, y como ésta le hace plantearse cosas que en “el xef” eran impensables, sobre todo en lo que respecta al trato hacia los demás.

Se ve a la legua que Dabiz es un tio impulsivo, y eso te puede llevar a tratar mal a la gente. Hay una escena casi calcada en El Xef y en UniverXo Dabiz en la que el cocinero suelta un speech a sus empleados más cercanos (los que están justo por debajo de él) y la diferencia de tono entre una y otra, aunque el fondo sea el mismo, es abismal. Si fuera de cámaras el cocinero se comporta igual, ole por él, porque el cambio es a muy bien.

Otro punto que se ha querido resaltar, aunque de manera mucho más sutil que los anteriores, es la familia. Los guiños a su hija Laia quedan claros durante todo el metraje, y dejan entrever en varias ocasiones que la familia va a ir en aumento. También vemos detalles como las camisetas que lleva Dabiz, muchas de ellas con frases relacionadas con la familia.

Otros de los protagonistas que ya salían en el primer documental, pero con mucho menos peso, son sus padres, que aportan ese punto natural y campechano. La escena en la que cuentan cómo Dabiz conoció a Abraham García, cocinero del ya cerrado restaurante Viridiana, está rodada en ambas series documentales, pero la versión nueva está mejor contada, ya que los padres del protagonista aportan ahora muchísimos más detalles.

Uno de los puntos que quizás menos me ha enganchado del documental es su hilo conductor, la pregunta constante de si DiverXO va a cerrar o no y, en caso negativo, dónde estará la nueva sede. Aunque podría funcionar como McGuffin —ese elemento típico de las películas de suspense que hace que avance la trama pero que puede no tener relevancia en ella—, aquí no es el caso. El que ha seguido al cocinero estos años sabe perfectamente cuál será la decisión final con respecto al triestrellado restaurante.

La serie también peca, como ya le pasaba a El Xef, de exceso de metraje, y aunque resulta interesante ver los viajes que hace Dabiz, su incursión en el mundo del pádel y sus charlas con compañeros del sector como Ricard Camarena, René Redzepi o Andoni Luis Aduriz (la sorpresa de este al ver el cambio mental de Dabiz es uno de los puntos más divertidos de estas charlas), estos momentos se quedan muy por debajo del resto.

Aunque quizás he echado en falta algo importante como es la gestión del odio indiscriminado que reciben tanto el cocinero como su pareja en redes sociales (hace unos días Dabiz subió unas capturas a instagram que directamente eran denunciables), tema por el que se pasa de puntillas en una charla que tiene con Gastón Acurio, creo que es un documental interesante y entretenido para ver en estas fechas en las que todo son reposiciones y refritos televisivos. Parafraseando a las monarquías francesas: “Ha muerto el xef, larga vida al chef”.