Vinculado a una masía centenaria y nacido a partir de unos estrictos procesos de elaboración. Así es, a grandes rasgos, un 'Vi de Mas'. En la Denominación de Origen Penedès solo hay cinco bodegas que los elaboran y hemos hablado con una de ellas, la cooperativa Covides, para conocer un poco más esta tipología de vinos.
Sus dos primeros vinos catalogados con esta etiqueta se presentaron a finales de 2023 con el nombre de Mas Llinda y, en conversación con Christophe Marquet, miembro del Comité de Dirección de Covides y profesor de la Universitat Rovira y Virgili de Tarragona, conocemos cuáles son estos rígidos parámetros geográficos, históricos y de elaboración que los definen.
¿Qué criterios debe cumplir un 'Vi de Mas'?
Antes de empezar, hay que dejar claro que, especialmente en Cataluña, aunque también en otras zonas de Aragón y Valencia, se conoce como 'mas' aquella "explotación agraria tradicional constituida por una casa de campo con varias dependencias, denominada a menudo masía, que tiene bosque, pastos y tierras de cultivo adscritas", tal y como recoge el Gran Diccionari de la Llengua Catalana.
Los 'Vinos de Mas' buscan ser la gama más premium y de mayor calidad dentro de la D.O. Penedès y de ahí que su normativa sea estricta. Repasamos a continuación por qué los vinos Mas Llinda Vi de Mas Xarel·lo 2022 y Mas Llinda Vi de Mas Cabernet Sauvignon 2021 de Covides han alcanzado esta categoría.
Un 'mas' catalogado
Como su nombre indica, el 'Vi de Mas' es "un vino que se elabora exclusivamente en un 'mas' que tiene que estar catalogado histórica y arquitectónicamente como un elemento de paisaje único por un arquitecto oficial", nos cuenta Marquet. En su caso, se trata de Mas Llinda, una masía catalogada como Bien Cultural de Interés Local, que tiene una capilla documentada desde el año 979 y una larga trayectoria vinícola.
La masía tiene que estar en buen estado de conservación validado por un arquitecto, y documentada desde antes del año 1900. "Es una masía muy auténtica que se ha recuperado. El payés vive allí y elaboramos estos dos 'vinos de mas' y otros vinos ecológicos", apunta.
Además, la normativa de la D.O. establece que hace falta informe arqueológico sobre la historia de la finca. "Si no, no puedes empezar a elaborar el vino", añade Marquet.
Viñedos a menos de 2km
Seguimos desgranando la normativa: "Las viñas tienen que estar a un máximo de dos kilómetros del 'mas' y deben ser 100% ecológicas". En su entorno inmediato no puede haber polígonos industriales, autopistas o vertederos, entre otros.
En concreto, sus parcelas vitícolas se localizan en la finca de Mas Llinda, entre los términos municipales de Avinyonet del Penedès y la Granada, a escasos metros de la población Sant Sebastià dels Gorgs. El viñedo, además, debe tener una edad mínima de 10 años y la uva tiene que ser recogida a mano.
"En nuestro caso, tenemos una parcela de xarel·lo 100% (blanco) y una de cabernet sauvignon 100% (tinto). Son viñas antiguas, que tienen 25 y 30 años, y hacemos la vendimia manualmente, en cajas de máximo 25 kilos", corrobora. Toda la cosecha de la parcela vitivinícola debe ir destinada al 'Vi de Mas', según la normativa de la D.O.
Un mínimo de 72 puntos
Otra de las pautas a seguir es que se debe poder garantizar la trazabilidad total de parcela a botella —en concreto, en botellas borgoña y con distintivos específicos—. En su caso, el 'Vin de Mas' lo elaboran en su bodega experimental, "donde todo se hace manualmente: embotellado, taponado, etiquetado, etc."
Los requisitos no terminan todavía: el vino blanco sólo se puede empezar a comercializar ocho meses después de la cosecha, en el caso del tinto se alarga hasta los 20 meses. Y la puntuación del comité de cata debe ser como mínimo de 72 puntos, teniendo en cuenta que para calificar un vino de la D.O. Penedès es de 65 puntos.
Tras haber cumplido con todos estos requerimientos —y con algunos otros, como que el propietario del 'mas' debe ser el único que explote y gestione las parcelas—, llegamos a sus dos monovarietales Mas Llinda. Ambos con una producción muy limitada de 1.700 botellas (blanco) y 1.200 botellas (tinto). "Es nuestra gama súper premium, todo está muy cuidado y mimado, todo es artesanal".
Vinos Mas Llinda: ¿qué los hace especiales?
"Sobre todo que expresan mucho el terroir de cada parcela. El blanco, por ejemplo, no tiene nada que ver con un blanco xarel·lo convencional, tiene tonalidades minerales, de hierba... viene del terruño concreto de esta parcela", apunta el experto.
Y añade: "Son vinos con mucha capacidad de crianza, que aunque no hayan tenido madera porque los vinificamos en acero inoxidable, luego dejamos que hagan su crianza en la botella. El tinto gana mucho, sus taninos se redondean. Son vinos de guarda, muy potentes aromáticamente".
Todas estas características los convierten en vinos "muy gastronómicos", adecuados para restauración, aunque también podemos saborearlos en casa. "El blanco va bien con aves guisadas, arroces, parrilladas, sushi, foie y pescados ahumados; mientras que el tinto marida con carnes guisadas, quesos muy curados, embutidos y platos consistentes". Están disponibles en tiendas especializadas y en su tienda online, a un precio de entre 21,95 y 24,95 euros.
Como decíamos, las botellas son limitadas y más que lo serán en un futuro ya que "en 2023 la vendimia ha sido muy complicada por la sequía y la uva no presentaba las características organolépticas mínimamente necesarias, por lo que seguramente no haremos 'Vino de Mas' tinto con la añada 2023, sólo tendremos blanco". Habrá que correr si queremos probarlo.