Tras siete años de presencia en Italia, la cadena estadounidense de comida rápida Domino's Pizza cerró sus 29 sucursales al no haber conseguido conquistar el paladar de los locales. El ambicioso plan de abrir 880 franquicias por todo el país no salió como esperaban.
EPizza SpA, el operador de franquicias de la marca Domino's (DMPZF) en Italia, se declaró en bancarrota en abril, después de haber tenido problemas para realizar suficientes ventas durante dos años de restricciones por la pandemia. “Atribuimos el problema al nivel significativamente mayor de competencia en el mercado de entrega de alimentos con cadenas organizadas y restaurantes 'mamá y papá' (locales tradicionales) que entregan alimentos, al servicio y a los restaurantes que reabren después de la pandemia”, dijo ePizza en un informe para inversores.
Cuando la tradición gana a la industria
La cadena estadounidense entró en Italia en 2015 a través de un acuerdo de franquicia con ePizza SpA y planeó distinguirse de la enorme oferta local con un servicio de entrega nacional con pizzas populares en otros países como EE. UU. como la hawaiana, que incluye piña, o las alitas de pollo.
La empresa ya había reducido sus operaciones en el país desde su punto máximo en 2020 y dejó de ofrecer entrega desde su sitio web el 29 de julio, según Bloomberg. En abril un tribunal de Milán concedió a la empresa protección judicial contra los acreedores durante 90 días, según un comunicado de ePizza al que tuvo acceso el medio.
Domino's tenía una deuda de 10,6 millones de euros a finales de 2020, de acuerdo con los últimos informes anuales auditados a los que han accedido los medios. Aunque el sitio web italiano de la compañía permaneció activo, en el mapa internacional de Domino's ya no aparecen los restaurantes que la compañía tenía en Italia.