Imagínate disfrutando de una cala única o navegando en un barco de madera mientras un chef prepara, solo para tí, un menú degustación con tomate recién cogido en Calonge, gamba mediana de Palamós y cananas frescas, y una sumiller lo marida con vino catalán. Imagínate ahora a esa misma sumiller, en una iglesia del siglo XI, contándote las bondades de algunos vinos mientras suena Titanium de David Guetta o Time de Hans Zimmer, interpretadas con violonchelo y violín.
Pues no imagines porque esto es lo que hacen Jaume Montanyà y Clara Antúnez en La Gastronòmica. Una pequeña empresa establecida en Palamós, uno de los enclaves más marineros y pesqueros de la Costa Brava, con la que organizan "experiencias enogastronómicas con mucha alma", nos dicen. Pudimos charlar animadamente con ellos en un evento del Basque Culinary Center en Girona y nos desgranaron algunas de las claves de este proyecto tan personal.
¿Cómo nace La Gastronòmica?
Jaume era fisioterapeuta y Clara dietista, pero quisieron formarse y abrir la mente a nuevas experiencias. Él ahora es chef y ella sumiller. Él es de Súria, de montaña, y ella de Palamós, de mar. Son pareja y desde 2017 son los dos pilares que tiran adelante La Gastronómica, haciendo un mar y montaña que marida a la perfección.
"Queríamos crear un negocio desde cero, una empresa de experiencias que tuvieran el vino y la gastronomía como columna vertebral, en la que además nos lo pasáramos muy bien", cuenta Jaume. "Es como cuando visitas a un amigo en otro país y lo que quieres es que te acompañe a los sitios más auténticos. Nuestro objetivo es este, hacer vivir lo que a nosotros nos gusta vivir y dar juego a cosas sorprendentes, que no te esperas", agrega Clara.
¿Dónde las organizan?
"Buscamos espacios que tienen una carga espectacular", afirma Jaume. Una cala, una bodega, una granja, un castillo en ruinas, un barco, una iglesia... "Queremos que cuando llegues hagas “guau” y hay muchos rincones en el territorio donde eso sucede", confirma la sumiller.
Para ellos, cuidar el ecosistema de esos espacios es prioritario y, por eso, tratan de diversificar y de organizar sus actividades en escenarios distintos. "La naturaleza va por delante, no se tiene que notar nuestro paso por allí", apunta Clara. En algunas de las experiencias, además, esos lugares son secretos para el cliente. "El menú que preparamos es sorpresa, el espacio también. Unos días antes te diremos el sitio y la dirección", explica.
¿Cómo entienden la gastronomía?
Jaume cocina solo, desde cero, ya sea en un barco o en un rincón playero. "Más showcooking imposible", bromea. "Todo está acabado de hacer, para ti. Por eso es tan bueno, como si tu madre te lo hubiera preparado". Utilizan productos de proximidad, como no puede ser de otra manera, de Palamós, de la Costa Brava... pero también del resto del territorio.
Y confían en payeses, pescaderos y otros pequeños productores con los que, a lo largo de estos años, ya han tejido una relación de amistad. "Es lo que sabemos hacer, nada de fusión ni de tecnología, hacemos producto. Por eso no podemos decir el menú, porque vamos el día antes a la lonja o al mercado y trabajamos con lo que haya", declara Jaume.
¿Qué les diferencia?
Ambos coinciden en que, además del hecho de desarrollar sus actividades en entornos muy singulares, otro de los grandes valores de La Gastronòmica es que buscan que la gente "participe, comente, aprenda y disfrute". Para ello, "hay que provocar que pasen cosas", dicen. Así lo hacen: "Nos sentamos en la mesa, compartimos historias, conocimiento, las alegrías que nos puede dar un vino o una comida, etc.", relata el chef.
Por su parte, la sumiller, es partidaria de evitar los tecnicismos a la hora de explicar los vinos. "Ni PH, ni malolácticas, ni acideces… Como comunicador tienes que tener suficiente conocimiento para saber qué capa quieres dar según tu audiencia", afirma. "El vino es naturaleza, paisaje, cultura, tradición, son nuestros ancestros", añade, y presentándolo así, a través de su historia, se consigue "que los que no saben de vinos no se sientan fuera". La clientela, dice, se lo agradece.
¿Qué actividades organizan?
Maridajes y catas, espectáculos musicales o de poesía con vino, actividades de team building, formación... en Girona y en el Empordà, especialmente, pero también en toda Cataluña. "La Gastronòmica es un cajón de sastre donde pasan muchas cosas. Por eso, siempre decimos que tenemos un menú, pero que la gente nos pide carta", cuenta el chef.
Y es que lo que más les motiva es innovar y desarrollar actividades que no están en su catálogo y personalizarlas según el cliente, ayudándose del talento de otros profesionales y artistas. "El "no lo podemos hacer” no lo contemplamos; tenemos que generar contenido nuevo constantemente porque si no nos aburrimos, este es nuestro talante", confiesan. Cercanos, divertidos y naturales, pero siempre desde la exigencia y el rigor gastronómico. Así son ellos y así es La Gastronòmica.