Empieza la novena edición de la Madrid Cocktail Week que, del 18 al 27 de octubre, ofrecerá diez días repletos de actividades, formaciones y guest shifts internacionales con el objetivo de acercar la cultura del cóctel al público madrileño. Además, este año Madrid acogerá por primera vez la gala de los The World’s 50 Best Bars, donde se desvelará la lista de los mejores bares del mundo.
Ante un evento de tal envergadura, que involucra a más de 90 bares, hoteles de lujo y restaurantes estrellados, y también al Ayuntamiento de Madrid, nos hemos preguntado qué valor añadido tienen estas cocktail weeks —semanas temáticas que en los últimos años se han multiplicado por todo el mundo— para los profesionales de la hostelería, las marcas, los consumidores y las ciudades que las albergan.
Para analizar el fenómeno, hemos hablado con los creadores y organizadores de algunas de las semanas de la coctelería más relevantes (Florencia, Venecia, Londres, Ereván, Atenas y Madrid).
Cómo nacen las semanas de la coctelería
Hannah Sharman-Cox y Siobhan Payne crearon la London Cocktail Week hace ya 15 años. Lo que comenzó como un pequeño evento en Selfridges se ha convertido con el tiempo en una cita anual ineludible para los habitantes de la ciudad, con unos 200 bares implicados y casi 50 marcas patrocinadoras. Ellas fueron las pioneras de este formato que en la última década ha sido replicado en multitud de países aunque con diferentes resultados.
En 2016, Paola Mencarelli, periodista gastronómica, decidió organizar la Florence Cocktail Week, una de las que más impacto ha alcanzado en cuanto al desarrollo y la visibilidad internacional de la oferta de coctelería de la ciudad.
Mencarelli es ahora también responsable de la Tuscany Cocktail Week, la Venice Cocktail Week, la Cortina Cocktail Week y la recién estrenada Amalfi Coast Cocktail Week; cada una adaptada al tipo de destino y a las necesidades de la hostelería local. Ella ha consolidado el formato y ha demostrado su éxito como catalizador económico, turístico y cultural de un destino.
La Athens Bar Week es otra de las más exitosas y reconocidas del mundo. Fue creada por Babis Kaidalidis, cofundador de Bar Academy, que vio en este evento una oportunidad de seguir educando a los bartenders griegos y así lograr elevar el nivel de las barras de la ciudad.
El año pasado, organizaron más de 120 eventos por todo Atenas con más de 20.000 visitantes locales e internacionales, logrando en los últimos años el reconocimiento de los bares del país en listas y entregas de premios. Igual que Mencarelli en Italia, Kaidalidis ha trasladado el formato a otras partes de Grecia como Tesalónica, la segunda ciudad más poblada de Grecia, que se ha estrenado este año con gran éxito.
Para consumidores y profesionales
Mientras las cocktail weeks se multiplican por las grandes ciudades de todo el planeta, tratando de movilizar al consumidor a los bares y creando comunidad entre sus profesionales, en otros lugares están floreciendo iniciativas que tratan de conectar la coctelería con las expresiones artísticas del país, con el objetivo de promover no solo el bar, sino también la cultura y gastronomía locales a nivel internacional.
La Yerevan Cocktail Week comenzó su andadura hace dos años de la mano de Gegam Kazarian, un afamado y polifacético bartender armenio que tuvo durante seis años una coctelería en Alicante. A pesar de las dificultades y la situación política del país, Kazarian cree que organizar una cocktail week es una buena herramienta para educar a los profesionales armenios, que quizás tengan menos posibilidades de viajar, y dar visibilidad internacional a los productos locales.
¿Qué valor aporta una 'cocktail week'?
Kaidalidis las define como “una plataforma en la que bares, bartenders y marcas colaboran para crear experiencias únicas y efímeras que serían difíciles o muy caras de organizar en solitario. Se trata de crear comunidad y fomentar la innovación, unir a consumidores, profesionales y marcas y convertir a los bares en centros de celebración, creatividad y colaboración”.
César Ramírez, director de Neodrinks y organizador de la Madrid Cocktail Week cree que “el objetivo principal es iniciar, educar y formar al consumidor, pero también motivar a los profesionales a seguir aprendiendo y que sientan orgullo de pertenecer a esta comunidad. Generar mayor conocimiento y gusto por la coctelería incide positivamente en todos. El bar genera más ingresos y awareness, la industria potencia la coctelería como forma de consumo y los consumidores conocen nuevas propuestas que van encaminadas a un consumo más responsable”.
Todos los entrevistados están de acuerdo en que estos eventos tienen un gran impacto en la comunidad local de bartenders, creando sinergias entre ellos, dándoles visibilidad en medios y permitiéndoles aprender de los mejores profesionales de todo el mundo.
Pero también insisten en que se genera impacto directo en el negocio. “Los bares que más destacan durante esta semana a menudo experimentan un incremento del tráfico no solo en esos días sino en los siguientes meses; además, es una oportunidad para que marcas e inversores vean el valor de esta vibrante industria y puedan decidir formar parte de ella abriendo nuevos negocios o invirtiendo en otros”, afirma Kaidalidis.
Atraer a nuevos consumidores
Por su parte, Hannah Sharman-Cox y Siobhan Payne, creadoras de la pionera London Cocktail Week, creen que ayuda a reclutar a nuevos públicos que no se atreven o que no pueden permitirse consumir coctelería regularmente. “La London Cocktail Week es una oportunidad de mostrar lo mejor de la escena de bares de nuestra ciudad. Queremos hacer accesibles las coctelerías más exclusivas y prestigiosas de Londres al público general, eligiendo los mejores bares y ofreciendo sus cócteles a un precio muy reducido para animarles a probarlos”.
Para Mencarelli, las cocktail weeks permiten que la coctelería “llegue a los entusiastas pero también a los principiantes y a audiencias más jóvenes, dándoles la posibilidad de acercarse a un mundo aparentemente reservado a los expertos, promoviendo siempre el consumo consciente, responsable y de calidad”.
Según Ramírez, “el consumidor cada vez responde más a la llamada de los planes de cócteles; si bien antes había que crear un contenido atractivo donde ubicar el cóctel, ahora hay más público que acude a un evento donde el atractivo principal es el propio trago”.
En cualquier caso, el público profesional y el pequeño nicho de aficionados a la coctelería siguen siendo los que más participan en las actividades, especialmente los guest shifts. A la manera de los menús a cuatro manos en gastronomía, uno o varios bartenders se trasladan durante unas horas a otro bar para preparar algunos cócteles de su carta u otros creados para la ocasión. Sin embargo, poca gente es capaz de nombrar los mejores bares de Singapur, Lisboa, Ciudad de México o Tokio, por lo que el reclamo de su presencia todavía no es capaz de movilizar a la gente de a pie.
Un buen atractivo turístico
En muchas ciudades, no son solo las marcas de bebidas las que invierten en este tipo de formato sino que las instituciones públicas ya se han dado cuenta del potencial que tiene la coctelería de calidad para atraer turismo y posicionar una ciudad. Es evidente que algunos restaurantes se han convertido en destinos en sí mismos, obligando al viajero a tomar desvíos en su ruta o incluso a convertir esa visita gastronómica en el único motivo de sus vacaciones.
Aunque todavía son minoría los que viajan solo para visitar un bar, una ciudad con una propuesta líquida potente puede atraer al turista interesado en descubrir nuevos sabores de la misma forma que el enoturismo ha creado una industria propia y revitalizado determinadas zonas rurales.
Para asociar la coctelería a la gastronomía, Mencarelli ha creado en los últimos años un concepto que convive dentro de la programación de sus cocktail weeks llamada 'Dining with the spirits', en la que restaurantes y chefs tienen el reto de utilizar algún destilado como ingrediente de sus platos. Esta ruta paralela busca atraer al público foodie y alejar a la coctelería de su faceta puramente intoxicante y nocturna.
“Se puede descubrir una ciudad a través de la hospitalidad del bar. La atención y el interés mediático que generan las cocktail weeks tienen un impacto positivo en la reputación e imagen del destino, contribuyendo a su promoción y atractivo turístico”, afirma la creadora de las Italian Cocktail Weeks, que está de acuerdo con Kazarian en que la asociación con la cultura y el arte son fundamentales para construir una oferta atractiva para más públicos.
“Por eso cada año elijo un tema para la Yerevan Cocktail Week; la primera edición fue sobre la arquitectura, la segunda sobre la pintura y escultura armenias y el próximo año me centraré en la música tradicional y el baile. Soy partidario de promover la cultura de cada zona y cada país”, afima su organizador.
Mencarelli cree que “cualquier ciudad puede albergar una cocktail week pero es la fuerza de su marca como destino la que va a tener una influencia decisiva” y reconoce que Florencia y Venecia se apoyaron en su belleza y enorme patrimonio histórico como escenario donde mostrar el potencial de sus barras, especialmente al turista y la prensa internacional.
El propio Kaidalidis afirma que después de su experiencia en las cocktail weeks de Florencia y Venecia aumentó su aprecio por la gastronomía y coctelería italianas y vaticina que es un formato que debe ayudar a cada ciudad a encontrar la identidad de su oferta de bebidas. “Estos eventos generan un inmenso valor aportando educación, inspiración y entretenimiento tanto a los consumidores como a los profesionales”.
Mientras esperamos conocer las primeras posiciones de la lista de los The World’s 50 Best Bars y saber si la coctelería Sips de Barcelona revalida el número 1, en Madrid tenemos estos días una excusa para visitar bares de la ciudad que no conocemos y la oportunidad de soñar con nuestro próximo destino a través de los cócteles que llegarán a nuestras barras desde los cinco continentes.