Las calas no serán de arena blanca y las mareas del Cantábrico juegan malas pasadas. Tampoco abundan los días de cielos despejados, pero está claro que, como el verano en Asturias, ninguno. No tenemos complejos. Tampoco abuela. Lejos de raciones de abadejo a precio de besugo, en el Cantábrico se esconden algunos chiringuitos donde no falta ese espíritu de anuncio de cerveza con estrella, ya me entienden.
Enclaves con encanto, sin prejuicios, donde las estrellas las pone el cielo y las borrosas Polaroid cuentan más verdad que en poses imposibles. Porque hay algo mágico en el verano, y es que nos permite ser nosotros mismos. Y la veracidad, créanme, cotiza al alza entre fogones.
Mi Candelita arrocería (Gozón)
¿Una arrocería de estilo mallorquín en la ensenada de Bañugues? La propuesta más gourmand se aleja del concepto chiringuito. Sería toda una osadía decir que esta arrocería, que firma el chef Fernando Heras, no cumple con las exigencias que cualquier valenciano daría a sus arroces. Sus enormes ventanales caen rendidos al oscuro Cantábrico y la simbiosis entre los dos mares gastronómicos es resultona.
Imborrable el recuerdo de su arroz negro meloso con langostino tigre de Huelva o su fuera-de-carta con carrillera de ternera asturiana. ¿Algo diferente? Las patatas con queso azul Rey Silo o los mejillones a la brasa. Sean políticamente incorrectos y saboreen la salsa con la cesta de panes ecológicos, con miel o mezclas de harinas de trigo y centeno a partir de masa madre. // Mi Candelita arrocería. Playa de Bañugues, s/n (Gozón). Tel.: 695 567 110. Reservas online
Las Dunas de Verdicio (Gozón)
Ese espíritu libre de los chiringuitos también lo encontramos al otro lado del cabo Peñas. La siempre salvaje playa de Verdicio atesora uno de los chiringuitos más longevos de Asturias –dato a destacar por la volatilidad de estos negocios–. Entre sus palmeras y bancos de madera no encontraremos grandes fogones pero sí hamburguesas con pan artesano que acompañan productos locales como el queso Cabrales o la cecina de León. También precios más que asequibles, por aquello de la inflación.
Noches de verano para celebrar la vida con alguno de sus combinados, donde los mojitos son los reyes, entre conciertos de rock, pop y DJ’s. ¿Quién necesita soles, soletes o solecillos? // Las Dunas de Verdicio. Playa de Verdicio, s/n (Gozón). Tel.: 636 839 202
Mamba (Llanes)
La orografía de la costa llanisca nos regala playas paradisíacas de azul turquesa y aguas tranquilas: Poo, Niembro o Ballota son solo algunos ejemplos. En esta última, un chiringuito ha llegado para demostrar que no se necesita estar hiperconectado si de hedonismo estival hablamos: Mamba, la nueva apuesta veraniega del grupo De Labra.
No hay cobertura, pero sí buenos platos de cocina tradicional de la región con pequeños chispazos desenfadados. Bocatas de lomo con cheddar para manchar la servilleta, arroces como el negro o con bogavante –y sin refritos ni clicks de microondas–, así como unas curiosas piruletas de cachopo. La siesta en el arenal está más que garantizada. // Mamba. Playa de Ballota, s/n (Llanes). Tel.: 722 646 629
Playa Madre (Caravia)
¿Quién podría entender el verano astur sin las noches de Playa Madre? Ubicado en pleno arenal de La Espasa, por donde también transcurre el Camino de Santiago de la Costa, este chiringuito se hace visible desde la distancia. Su gigantesco tipi nos transporta a los aromas de Sóller, las noches de Cabanyal y un poco de rock & roll de El Raval.
También bajo la gran carpa ocurre la magia gastronómica. Más que recomendables son sus hamburguesas, que este año se superan al estar firmadas por el equipo de California Street Food, un grupo joven de emprendedores afincados entre Luanco y Gijón que han llevado a otro nivel las finas piezas de ternera entre pan brioche y spicy mayo. Confíen en quien escribe, un trocito de Brooklyn frente al Cantábrico. ¿Tendrán que ir abriendo albergue de peregrinos también? // Playa Madre. Playa de La Espasa, s/n (Caravia)
La vida es bella (Muros de Nalón)
El –siempre olvidado– occidente asturiano no se queda fuera de esta lista. La vida es bella ocupa el antiguo Aguilar Playa, ubicado en el arenal de Muros de Nalón. Cerveza artesana en mano, vestido boho-chic y ganas de disfrutar. Más allá del buen rollazo que transmite el renovado equipo, también hay espacio para la buena gastronomía. Entre tanto baile, ¿quién no repondría fuerzas con un contundente cachopo? La línea gastro está firmada por El Maizal, uno de los deliverys más populares en Gijón. // La vida es bella. Playa de El Aguilar, s/n (Muros de Nalón)