Anoche se celebró el que probablemente sea el programa más cabrón de MasterChef, ya que el eliminado, en este caso Jotha, se queda a las puertas de la final, y suele pasar al olvido, excepto en contadas ocasiones. La tensión de ese momento se suplió con las risas y buen rollo de los cocineros invitados, Francis Paniego y Jordi Roca, que se robaron el show. Además de eso, este programa y el anterior, que se saldó con la eliminación de Ana, han tenido más cocina y contenido de calidad que los anteriores 22 episodios y la audiencia lo ha notado. Que tomen nota Shine Iberia y TVE. Y ahora vamos al turrón.
Paniego: invitado vitalicio, ¡ya!
La prueba por equipos se trasladaba a La Rioja, y más concretamente al Echaurren, en Ezcaray, donde les esperaba Francis Paniego, que ya repetía en esta edición, donde ya apuntaba maneras con un show en Andorra que significó una de las pruebas por equipos más divertidas de este año.
En este programa 23, los concursantes, divididos en dos equipos, tuvieron que cocinar un trampantojo de aceitunas negras, una merluza "marta", cordero con espiral de su tripa y de postre chocolate, vainilla y tendones fritos al cacao. Casi nada.
El cocinado pasó sin pena ni gloria hasta que Francis Paniego llegó a cocinas y empezó a moverse sin parar, llamando la atención a los concursantes, dándoles consejos mientras se desesperaba con las cagadas que cometían. Un auténtico espectáculo.
Por lo general los platos salieron bien y Eneko, que era doble capitán, se llevó los halagos de los jueces. No corrieron la misma suerte Jotha, Pilu y Alex, que se llevaron las peores valoraciones del jurado y se fueron a la prueba de eliminación.
Eliminación de albaricoque
La prueba de eliminación trajo de vuelta a un cocinero que hacía mucho que no pasaba por las cocinas de MasterChef: Jordi Roca. El pequeño de los Roca ha recuperado la voz tras superar una difícil enfermedad y está pletórico (no os perdáis sus stories de instagram que son una maravilla), y ayer lo demostró.
El chocolatero trajo consigo una prueba de las más difíciles del año: un trampantojo de albaricoque hecho con caramelo y trabajado con una pipeta que al verla los concursantes no sabían ni que era. Sin ir más lejos, cuando se lo preguntaron a Jordi, el catalán contestó que era una "lavativa". Genio y figura.
Para ayudar a los delantales negros, Jordi cocinó a la vez que los concursantes, y cuando todo parecía tranquilo apareció Mercedes Milá como si estuviera un su casa. Debo decir que la periodista estuvo tranquila comparado con sus excentricidades. Como muestra os diré que un día, sin conocerme de nada, me etiquetó en un storie de Instagram confundiéndome con un cirujano (me apellido Cirujeda) que había perdido un erizo en Barcelona. 100% real.
Los concursantes, que tenían que emplatar delante de los jueces, se lo curraron bastante en general: Alex lo hizo muy bien y le sacaron pocos fallos, Jotha cometió algunos fallos más pero en general estuvo bien, y Pilu obtuvo una valoración similar a la de Jotha, así que la eliminación iba a estar entre Pilu y Jotha, y finalmente el jurado eliminó al DJ, que ni en sus mejores sueños se imaginaba llegar tan lejos.
Tras esta expulsión ya tenemos los cuatro finalistas que veremos batirse la semana que viene: Eneko, Lluis, Pilu y Alex. De momento, el quinto puesto de nuestra porra final, lo hemos acertado. Veremos qué pasa.