La semana arrancaba complicada para Shine Iberia y Televisión Española. Si andáis bien de retentiva y leéis lo que escribo en Hule y Mantel sobre MasterChef 11, recordareis que en el programa del pasado domingo, 9 de abril, el concurso viajó al Oceanogràfic de València. Pues bien, durante la emisión del programa una trabajadora del acuario valenciano denunció una intoxicación masiva durante la grabación de la prueba —rodada el 19 de enero—.
La denunciante, llamada Irene, explicó en Twitter que había sufrido una intoxicación y que al día siguiente de la prueba había tenido que ir a Urgencias para que le inyectaran Primperan para poder parar los síntomas, además de perder cinco kilos en tres días. Parece ser que el Oceanogràfic al descubrir “el pastel” informó al programa y Salud Pública se puso en contacto con los afectados, pero la cosa no llegó a nada.
Tras las declaraciones de Irene, que no podemos reproducir porque tiene la cuenta de Twitter con candado, Shine Iberia pidió disculpas aludiendo a que "se trata de un caso absolutamente excepcional en estos 11 de años de 'MasterChef 'en España, un programa donde es una prioridad absoluta garantizar el cuidado alimentario de las personas que intervienen". El clásico "una vez al año no hace daño" mezclado con el "me he equivocado, no volverá a ocurrir" del emérito.
Después de este comunicado, la Generalitat valenciana informó de que fueron un total de 44 intoxicados, aunque por el momento no se han tomado medidas. Si llega a ser un restaurante probablemente estaría ya cerrado de manera cautelar. Y tras esta “cagada” por parte del programa, pasemos a hablar de las pruebas de esta semana.
Programa 5: van un chino, un italiano y un español...
No, no es un chiste, es la primera prueba de esta semana. Los concursantes tuvieron que hacer un plato de estos tres países, utilizando un ingrediente de forma poco común. Los invitados a esta prueba fueron Josep María Kao, chef de, entre otros, el restaurante Shangai de Barcelona, y suegro del ex-concursante de MasterChef Nathan, uno de los mayores personajes que han pasado por las cocinas de nuestro querido/odiado programa; Andrea Tumbarello, el cocinero y trufero mayor del restaurante madrileño Don Giovanni; y Dani García, que entre apertura de restaurante y colaboración con streamer tuvo a bien pasarse por el programa.
El nivel de la prueba fue bastante flojo, ya que los concursantes no entendieron muy bien lo de usar ingredientes con técnicas poco comunes. Los mejores fueron Fray Marcos, que hizo un repollo para hacer un falso arroz; y Alex, el MasterChef Junior que está de vuelta, que aunque no hizo ninguna técnica diferente, hizo un risotto resultón. Todo hace indicar que Alex llegará lejos en este programa por dos simples razones: la primera es obvia, ya que es el que mejor cocina; y la segunda también es bastante cristalina, al programa le encantaría poder decir “el primer exconcursante del Junior que gana el programa de adultos”. De primero de márketing.
En la cata final estuvieron varios exconcursantes del año pasado, entre los que destacó la presencia de Patricia, que no se cortó un pelo calificando los platos negativamente. Uno de los grandes momentos fué cuando calificó un plato de “insípido”, a lo que Jhota, nuestro DJ bocazas, contestó por lo bajini “insípida tú”. Una lástima que Patricia no lo escuchase, porque hubiera estado divertido ese momento. Tras la cata intrascendente de los exconcursantes, el jurado nominó a ocho concursantes para la prueba de expulsión. Pocos me parecen.
Postres, embarazo y repesca
La prueba de expulsión empezó con la llegada de varios exconcursantes de MasterChef: Ruth Lorenzo, Verónica Ratero, María Morales (el crush número 1 de Pepe), Olivia de MasterChef Junior, el eurofan Yannick y Amelicious. Para quien no lo sepa, Amelicious es la ex-concursante de cuyos batidos detox metieron publicidad encubierta en el programa (red flag de manual), hace un par de añitos, y por la que TVE se enfrentó a una multa de 126.000 eurazos. Además de los ex-concursante aparecieron también dos delantales negros del casting del programa 1, listos para ser repescados: David y Daniel.
En esta prueba los nominados tenían que cocinar postres típicos: tiramisú, lemon pie, pavlova, red velvet, tarta de queso, brazo de gitano, tarta Sacher y apple crumble. Una de las cosas que me llamó la atención fue que Pepe en un momento dado, visto que el nivel de los concursantes estaba siendo bastante alto, dijo que tenía mucho mérito lo que habían hecho “sin tener la receta”. Honestamente, no me creo que hacieran esos postres sin tener la receta.
El bombazo no gastronómico de la noche fue el anuncio del embarazo de Larraitz. La vasca estaba desconcentrada y lo demostró en la prueba, a la que solo se quedó Ruth Lorenzo, quizás la que menos sabe de cocina de todas las ex-concursantes que fueron. Larraitz hizo un brazo de gitano “terrible”, en palabras de Jordi Crush, y se marchó con su embarazo a casa. Tuki tuvo suerte de la cagada de Larraitz, porque hizo una tarta Sacher que parecía la mierda del Whatsapp.
En lo que respecta a los repescados, David hizo una buena tarta Sacher y pasó a ser concursante de pleno derecho. Daniel, al que se le quedó crudo su apple crumble, no tuvo la misma suerte y se volvió a su taxi.
Programa 6: prueba por equipos
Para la prueba por equipos, el programa se trasladó a Vejer de la Frontera, y más concretamente a Montelmedio, un macrocomolejo hotelero-museístico ubicado en mitad de la naturaleza. El cocinero invitado fue Paco Doncel, cocinero del restaurante El Muro, y, como siempre, los concursantes tenían que replicar sus platos.
La prueba empezó con un bochornoso "baile la seta" de Luca que acabaron repitiendo todos, y que pinta que no va a ser la primera vez, y continuó con Pepe y Jordi esculpiendo barro mientras Samantha hacía lo que mejor sabe hacer: anunciar los vinos de MasterChef. En la prueba también se dedicaron a sacar los dramas de los concursantes. Este año el damnificado es Jeremy, al que no paran de preguntarle por su pasado en una familia desestructurada, por decirlo finamente. La verdad es que el chaval contesta educadamente e intenta no exagerar ni hacer más drama del drama. Mis dieses.
La prueba la ganó el equipo azul, y los nueve concursantes del equipo rojo se fueron a la prueba de eliminación. Como siempre, la prueba por equipos fue soporifera y lo mejor de la misma fue que, al menos que se sepa, nadie resultó intoxicado.
Expulsión con aire nipón
La prueba de eliminación nos tenía preparada una gran sorpresa: la visita de Hideki Matsuhisa, que aparte de ser uno de los mejores chefs japoneses del país, y responsable de Koy Shunka (Barcelona), tiene uno de los mejores videos de la historia de Instagram, grabado en Madrid Fusion 2021. Aquí este maravilloso documento:
Además de Hideki, para completar la locura en el plató, apareció La Terremoto de Alcorcón, que nada más llegar se marcó un breaking dance al ritmo de Umami blue. En la prueba los concursantes tenían que elaborar platos japoneses con productos elaborados con koji: miso, salsa de soja, mirin, sake… el mundo del koji es inabarcable.
Tuki, que llevaba varios programas en la cuerda, hizo un mix de sabores incomible juntando todos los ingredientes que le catapultaba a la expulsión. Pero apareció Jorge Juan, nuestro manchego campechano, y se marcó un arroz crudo difícil de tragar, que dejó a los jueces con dudas. Finalmente el jurado decidió que debía volver a su hogar Tuki, que no había hecho ni un solo plato bueno en lo que llevaba de concurso.
Y esto fue todo, la semana que viene más concurso y, esperemos, menos intoxicaciones.