El Día del Trabajador, el pasado 1 de mayo, no podía cerrar de otra forma: con el programa que más horas hace en la televisión española, nuestro querido MasterChef. En los dos programas de esta semana, la sexta ya de esta undécima edición, pudimos ver todos los clásicos del talent show culinario de TVE: piques, salseos, una prueba por equipos insufrible, cocinados regulinchis, favoritismos a Luca, Samantha vendiendo los vinos del programa.... Y tuvimos dos nuevas expulsadas: Laura y Merce. Ya solo quedan catorce aspirantes. Vamos al lío.
Programa 11: delivery por parejas
La noche empezaba con la visita de la presentadora Toñi Moreno, que formará parte de la próxima edición de MasterChef Celebrity. Esperemos que no intenten animarla en el programa con la canción A fuego lento, porque igual se viene abajo —Toñi estuvo un tiempo con la cantante Rosana—. La segunda invitada fue Ofelia, la concursante de MasterChef 9, una de las más insoportables que ha pasado por las cocinas del programa, y mira que ya es difícil conseguir ese logro. Ofelia llegó a las semifinales, cocinaba fatal pero a los jueces les hacía gracia. En resumen, la Luca de la novena edición. Esperemos que Luca no lo consiga, aunque todo pinta que va a ser así.
En esta ocasión, la prueba era por parejas y tenían que cocinar platos típicos de delivery: arroz tres delicias, pollo teriyaki, sushi, empanadillas… y darles una vuelta para conseguir que tuvieran un toque “premium”, signifique lo que signifique eso.
La prueba fue bastante floja y lo único que destacó fueron los mini calzones de Fray Marcos, las empanadas de Jorge Juan y las costillas de Eneko, que además tuvo el hándicap de cocinar con Ofelia, que casi desespera al maño, que es un tipo bastante calmado. Los jueces repatieron seis delantales negros, que se fueron directos a la prueba de expulsión.
México en la piel
El invitado a la prueba de expulsión fue Roberto Ruiz, chef mexicano del restaurante madrileño Barracuda MX. Y como no podía ser de otra forma, el humor que caracteriza al programa salió a pasear, y se pasaron cinco minutos poniendo acento mexicano. Un auténtico festival del humor si estuviéramos en 1995.
Después de estos chistes, a los concursantes les hicieron una prueba/putada: tenían que probar seis tipos de chiles, y si adivinaban cuatro se libraban de la prueba de expulsión. Obviamente ningún concursante se libró de la expulsión, pero Ana acertó tres y en uno de los que no sabía escribió “chile portuano”. Escuchar a Jordi Crush leerlo en voz alta fue bastante gracioso.
La prueba consistía en cocinar con diferentes chiles: habanero, jalapeño, del padrón, etc. Los peores cocinados fueron los de Jhota, Merce y Laura, y de entre estos tres se llevó la palma Laura, que cocinó un aguachile que más que eso era un aguachirri. La catalana se fue para casita. O no.
Repesca a la mexicana
Como no teníamos bastante con dos horas de programa, había que añadir una buena repesca de medianoche, con lo cual Laura tuvo una segunda oportunidad junto a los últimos delantales negros del casting: Claudia y Albert. La prueba consistió en replicar un plato de Roberto Ruiz, un sope mexicano, una suerte de tortilla pero más gruesa de lo habitual, con crema de aguacate y carabinero enchipotlado.
En las repescas el concursante que más lleva en el programa suele hacer mejor estas pruebas, pero no fue el caso en esta ocasión. Laura cometió varios fallos, y se vio sobrepasada por Claudia, la italiana peleona, que fue la elegida por los jueces para entrar en el programa, y Laura finalmente se fue a casa. Veremos cuanto dura Claudia en las cocinas de MasterChef, y qué tal conecta con sus compañeros, que no suelen recibir bien a los nuevos.
Programa 12: amiga, date "Cuenca"
En el segundo programa de la semana los concursantes se trasladaban a la maravillosa Cuenca, que este año es Capital Española de la Gastronomía, y tenían de anfitrión a Fran Martínez, exconcursante de MasterChef y cocinero del restaurante 5 sentidos. El principio de la prueba por equipos nos trajo el pique entre Merce, la señora friki-fan de MasterChef, y Luca, el tiktoker. Es curioso que los dos concursantes más cansinos del programa se lleven mal.
Al parecer Camino y Luca le pusieron picante de más a un plato de Merce en la casa, y esta se enfadó tanto que no les va a perdonar jamás. Lo más curioso de todo es que Camino, una de las más simpáticas de la edición, sea tan cercana a Luca. Amiga, date "Cuenca".
En la prueba por equipos los concursantes tuvieron que cocinar una tortilla vaga de setas y ajetes tiernos, calamar con jugo de cebolla y habitas, arroz de paloma torcaz y tarta al resolí, un licor típico conquense. Como viene siendo habitual el equipo en el que estaba Luca, el azul, ganó la prueba por equipos y 8 concursantes se fueron a la prueba de eliminación.
Cocina o revienta
Nada más empezar la prueba de eliminación el jurado dejó a Eneko, que lo había hecho bastante bien como capitán en la prueba anterior, elegir entre salvarse a sí mismo o salvar a un compañero. El maño no dudó y se salvó a sí mismo.
Los invitados a la prueba de eliminación fueron Carmina Barrios, también exconcursante de MasterChef Celebrity; y Ricardo Radice y Giulia Gabriele, del restaurante Fishology en Barcelona, especialistas en salazones, salmueras y distintas técnicas ancestrales de conservación del pescado. La prueba consistió en elaborar un plato libre usando una de estas técnicas: ahumado, encurtido, adobo, marinado, escabeche y salazón.
Los peores platos los hicieron Jhota, con un saam se salmón que se puede hacer en unos cinco minutos, y Merce, que hizo un pollo en escabeche incomible. Finalmente, la expulsada fue Merce, que seguirá viendo MasterChef desde su casa, como ha hecho toda la vida. Las batallas finales se aproximan, y esperemos más pronto que tarde, que esto se está haciendo largo.