Los habituales que seguís estas crónicas de la undécima edición de MasterChef os estaréis preguntando a qué se debe la turra de hoy, cuando solo suele salir una por semana. Pues bien, además de porque me invade la felicidad por la expulsión de Luca, el motivo es que esta es la penúltima semana de concurso y anoche nuestros amigos Jordi, Pepe y Samantha anunciaban en TVE los cinco semifinalistas del talent culinario, y eso necesitaba su propio resumen, lleno de dramas, pasteleo, piques y una expulsión esperada. Vamos al lío.
Visitas, sonrisas y lágrimas
En el programa 22, los "cuartos de final" arrancaban con un clásico de MasterChef, aunque este año se ha hecho esperar: las visitas de familiares. Suelen ser los momentos más lacrimógenos y pastelosos del concurso, a veces en exceso, pero después de tres meses sin ver a sus familias, se puede entender. La prueba recibió la visita, que resultó anecdótica, de la ganadora del último MasterChef Celebrity, Lorena Castell, la mejor examiga de Patricia Conde.
Al principio, y para mantener la intriga, a los concursantes, que tenían que cocinar platos típicos de sus casas con un toque de vanguardia, solo les dejaron hablar con sus familiares a través de videollamadas, aunque había cero dudas de que iban a salir después.
Es que van a aparecer los familiares y voy a llorar muchísimo 😭 #MasterChef pic.twitter.com/Gzj7NqzILw
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Tras los cocinados, que fueron rápidos para dar paso al drama, llegaron los familiares a probar los platos. Pilu, que cocinó un carpaccio de gamba roja que encantó al jurado, recibió la visita de su madre; al impertérrito Lluis le visitó su novia y le ablandó el corazoncito, y para celebrarlo se marcó un risotto que gustó a Jordi Cruz y compañía; Jotha recibió la visita de su poliamorosa novia Loli y cocinó un pastel de carne deconstruido que los expertos pusieron a caldo.
Eneko recibió la triple (o cuádruple) visita de su embarazadísima mujer y sus dos hijas, y cocinó una reinterpretación del fricandó que recibió buenas críticas; Ana recibió a Victor, aka "El Pollo", su prometido, y le hizo un plato de ternera con bambú y setas que le quedó duro como una piedra, y por último, Alex, el yogurín, recibió la visita de su madre, y le hizo un arroz con bogavante que no acabó de convencer a los jueces.
Tras las degustaciones y las visitas lacrimógenas, el jurado elegio a Eneko como el mejor, y el maño se llevó como premio un "stage", lo que vienen a ser unas prácticas pero con nombre cool, en ABaC, el restaurante de Jordi Cruz. Respecto a los delantales negros, cayeron muy repartidos: Ana, Jotha y Alex pasaban a la prueba de eliminación.
Joan Roca y una eliminación edulcorada
La prueba de eliminación recibió la visita de Joan Roca, el auténtico gentleman de la gastronomía patria, que destapó una caja con diferentes edulcorantes como sucralosa, stevia, fruta del monje y miraculina. Entiendo que este programa lo grabaron antes de que la OMS desaconsejase ciertos edulcorantes como la stevia o la sucralosa.
La prueba consistió en cocinar un postre con uno de los cuatro edulcorantes. A la prueba se sumó Jordi Crush, que quiso cocinar con los concursantes. Otra vez Samantha se libró de cocinar. Qué mala suerte.
Antes de pasar a probar los platos de los concursantes Jordi se marcó un postre de zanahoria y otro de chocolate en varias texturas. El punto bochornoso lo puso cuando empezó a cantar por Laura Pausini sin que fuera necesario. Que bien cantaría Jordi si no fuera por la voz.
En cuanto a los concursantes, Jotha se marcó una lemon pie excesivamente ácida pero bien ejecutada; Ana hizo un buñuelo de fresa y queso que no acabó de gustar al jurado; y Alex hizo un postre de naranja y chocolate en varias texturas que se mereció el pase directo a semifinales.
"He intentado dar todo lo que tenía, me habéis enseñado mucho y estoy muy feliz" @anamchef11 https://t.co/5KB3O2GWnE #MasterChef pic.twitter.com/3yg2ALjzpE
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La cosa estaba entre Jotha y Ana, y el jurado decidió expulsar a Ana, que pese a ser los postres su fuerte, se la jugó demasiado con el buñuelo. Llevaba varios programas al borde del abismo, y no resultó nada rara su expulsión, aunque ha sido una de las concursantes más auténticas y divertidas de la edición. Grande, Ana.
La semifinal ya estaba decidida: Eneko, Lluis, Pitu, Alex y Jotha. Mañana veremos quien se queda al borde de la final.
Nuestra porra final
Llegados a este punto, lo suyo será hacer una porra, ¿no? Ahí va la mía.
5º puesto: Jotha
4º puesto: Lluis
3º puesto: Pilu
2º puesto: Eneko
1º puesto: Alex
Tengo muchas dudas entre Eneko y Alex, pero creo que al programa le vendrá bien tener a un exconcursante de MasterChef Junior como ganador, y más después de todas las polémicas con Luca. En una semana veremos si acierto alguna o me voy con el rabo entre las piernas.
