Àngel Velasco, maestro del turrón y propietario de Torrons Vicens y Xocolata Jolonch, ha muerto a los 73 años a causa de un cáncer. El empresario, natural de Barcelona, dedicó toda su carrera a la conjunción de la artesanía y la innovación del dulce. Comenzó en 1962 como aprendiz en la pastelería Prats-Fatjó del Paseo de Gracia, con solo 14 años. En 1969 fundó la pastelería y panadería Velasco, en una lechería y granja de Sant Boi, que adquirió, como recordó en muchas ocasiones, por lo que hoy equivaldría a 25 euros. Tiempo después, se lanzó a la comercialización de trufas heladas de chocolate, un negocio cuyo éxito no cesó y aún hoy sigue. En el año 2000, acompañado de su hijo Àngel, adquirió Torrons Vicens, con sede en Agramunt (Lleida) cuyo origen se remonta a 1775 y en que manos de los Velasco logró un triunfo absoluto que, además de ganarse la mitad del mercado en Cataluña, se exporta a mas de 70 países de Europa, Asia, América y Oceania. Uno de los hitos de la empresa es haber mantenido su artesanía. En 2013, la familia Jolonch, que había preservado Xocolata Jolonch desde 1770, traspasa la firma a los Velasco, que la incluyen bajo el paraguas de Torrons Vicens y revitalizan la compañía del chocolate a la piedra más antiguo de Europa sin poner tampoco en jaque su proceso artesanal. En los últimos años, Ángel Velasco se convirtió en un rostro popular en la Navidad, gracias en parte a las colaboraciones con chefs como Albert Adrià y José Andrés, con quienes elaboró turrones creativos de gran aceptación.