"Los valores y la esencia siempre serán los mismos, los que introdujo mi madre y que están en el ADN de Hofmann: la búsqueda constante de la excelencia, el cuidado por el detalle, la pasión por lo que hacemos y la innovación", decía Silvia Hofmann en la presentación de su nueva pastelería en la avinguda Pau Casals, 5, a pocos pasos del Turó Parc.
Una apertura, de la considerada Mejor Pastelería de Cataluña en 2022 (y en años anteriores), que supone su acercamiento a la zona alta de Barcelona —algo que la clientela les demandaba a voces, confiesa a Hule y Mantel antes de empezar la charla— y que también es el primer paso de una expansión mayor, justo cuando el Grupo Hofmann cumple 40 años.
Toda la esencia de Hofmann
El local, igual que la tienda histórica abierta hace 15 años en el barrio del Born (c/ Flassaders, 44), se asemeja más a una joyería minimalista que a una pastelería tradicional. Sus piezas artesanas, creadas por el equipo que dirige el pastelero Miquel Guarro, bien lo merecen. El espacio, dice Hofmann, "es maravilloso y mi madre —la fallecida Mey Hofmann— estaría muy feliz de verlo".
Se podrán comprar —degustar todavía no, aunque todo llegará, nos confiesa— todas las creaciones de la casa, elaboradas en el obrador del Born y que se mandarán aquí dos veces al día. Magníficas cajas de bombones, delicadas galletas y pastas de té, las piezas de pastelería individual por las que Guarro lleva tiempo apostando y que acumulan buenas críticas...
También los productos estacionales, tradicionales y de celebración como las monas, los panellets o, justo ahora, las cocas de San Juan. Este año han creado una coca de Sacher que es una locura, pero la de tiramisú con masa hojaldrada o la de vainilla con frutos rojos también nos dejan siempre con la boca abierta. Dice Hofmann que, seguramente, estos productos serán más demandados aquí que en el Born, donde cuentan con un perfil de cliente más internacional.
No nos olvidamos de la bollería, buque insignia de la casa, con sus rolls y napolitanas y con sus icónicos croissants —se llevaron el Premio al Mejor Croissant Artesano de Mantequilla de 2010—. El de mascarpone es el abanderado, pero también el clásico, el de almendra, el de frambuesa, el de chocolate, y los que preparan en formato XXL. "Vendemos unos 750 croissants al día en el Born, lo que supone unos 22.000 al mes. Junto con los otros productos de bollería son unas 30.000 piezas, esperamos llegar a las mismas cifras aquí", dice.
Seguro que sí porque, como nos contaba Miquel Guarro hace apenas un año, su pastelería "fresca y actual, con un diseño sutil, bien hecho, y que cuida mucho las materias primas" es garantía de éxito.
Conservar el talento
Para asumir esa creciente demanda —en 2022 incrementaron sus ventas en un 41% respecto al 2021— han decidido ampliar su equipo en el obrador y lo han hecho con profesionales que han aprendido con ellos, en la Escuela Hofmann de cocina y hostelería.
En estos años, han formado más de 20.000 alumnos que, según Hofmann, "hoy en día están ocupando lugares de prestigio en el panorama gastronómico mundial". Confiesa que, para ellos, esto es "un gran orgullo", pero que lo que les hace todavía más felices es "poder conservar este talento en casa para que el negocio siga creciendo y podamos seguir aumentando este mundo gastronómico de 360 grados que Hofmann ha creado a lo largo de los años".
Y es que, a parte de estas dos pastelerías y la escuela, el grupo cuenta con el Restaurante Hofmann (c/de la Granada del Penedès, 14-16) y ofrece también servicio de consultoría gastronómica. Su futuro pasa por "crecer y que seamos un proyecto mucho más global, dinámico y sobre todo internacional", dice la directora, aunque siempre "manteniendo los valores y la esencia de Hofmann". "Esta es la primera de otras aperturas, no solo en Barcelona, habrá novedades", avanza. Y llegarán pronto.