La zona alta de la ciudad se ha convertido en un emplazamiento codiciado por algunos de los mejores pasteleros de Barcelona. Primero fue Jon Cake quien abrió su segunda tienda cerca de la plaza Francesc Macià. Después la Pastelería Hofmann inauguró su segundo local en la Avinguda Pau Casals, al lado del Turó Parc. Ambos subieron del barrio del Born al "upper".
Y ahora han sido Eric Ortuño y Ximena Pastor los que han querido cruzar la Diagonal para instalar una nueva pastelería de L'Atelier Barcelona en la calle Doctor Fleming, 16. Proyectos pasteleros diferentes pero que, con estos movimientos, persiguen un mismo objetivo: conquistar a ese cliente que mantiene la tradición de consumir buena pastelería, en familia y los fines de semana, y que son capaces de asumir un tiquet algo más elevado.
Pastelería a la vista
En este nuevo local, cuyo interiorismo minimalista —que firma Virginia del Barco (Ideo Arquitectura)— otorga gran protagonismo al cristal, quieren recuperar una práctica clásica, pero que se ha ido perdiendo: "la pastelería al momento". Nos lo cuenta Pastor mientras prepara una charlotte, colocando fresas y frambuesas frescas con delicado cuidado. Un trabajo que merece mucho la pena contemplar.
Aquí los clientes van a poder seleccionar sus tartas, hojaldres y otras creaciones dulces, como los brazos de gitano o el pandoro con mascarpone y limoncello, y verán como los pasteleros las terminan a la vista, delante de ellos. El objetivo: "Acercarnos todavía más al cliente y que vean el trabajo que hacemos", dice Pastor.
Una filosofía, la de establecer relaciones cercanas, que ya trabajan desde hace años en su local de la calle Viladomat. "Siempre hemos intentado crear un ambiente que sea más de restauración, que de pastelería per se. Y esto ha marcado la diferencia, el hecho de dar valor a la sala dentro de la pastelería".
El panettone, siempre presente
En este local no hay obrador, ni posibilidad de degustación, todo está enfocado al take away, y cuentan con una oferta de bollería algo más reducida que en la calle Viladomat —no hay que alarmarse, que sus icónicos croissants en forma de cono y sus rolls están presentes—, pero con todas las tartaletas y creaciones individuales y todos los clásicos de pastelería de la casa.
También productos de viaje, pensados para llevar, como sus bombones, galletas y tablet cakes, y con un gran protagonismo para su panettone de chocolate, considerado el mejor de España en 2022, y que elaboran sin descanso durante todo el año, no solo en fechas navideñas. "La venta del panettone de fruta sí que se para, pero se empieza a recuperar ahora", apunta Eric Ortuño.
Es tanta su entrega al panettone que en este local también elaborarán en exclusiva, solo los fines de semana, una nueva creación: el "tropetonne", nos avanza Ortuño. Una versión de la tarta tropézienne —un brioche relleno de crema, que es uno de los dulces favoritos del pastelero— con masa de panettone, relleno de crema o trufa. Además de otras especialidades que irán introduciendo puntualmente.
Este año, además, vuelven a lanzar su Panettone Solidario y colaboran con el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), destinando un 10% de los beneficios recaudados con la venta de cada panettone a la investigación oncológica con el objetivo de seguir desarrollando nuevas terapias más eficaces para controlar el cáncer y mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes.
Seguir creciendo
Pastor celebra esta nueva apertura, aunque reconoce que "el alma de L'Atelier sigue estando en la calle Viladomat, el obrador, la escuela... es nuestro corazón y es pura energía. Éste va a ser un punto de venta muy cuidado, con una atención al cliente muy especial, y con más pausa y tranquilidad".
Tanto Ortuño como Pastor explican que les gustaría crecer y que les llueven muchas ofertas en otros puntos de España, pero que son muy controladores del proyecto, del producto, de su calidad y de la manera cómo lo trabajan, y que por ello hay que meditar bien las decisiones. Eso sí, las aperturas llegarán.