Tenemos claro que la apertura de restaurante que más ríos de tinta, o tuits y URLs, ha generado con la llegada del otoño es la de Casa Leopoldo. Pero no por el hecho de recuperar esa cocina tradicional que lo estableció como restaurante emblemático dentro de la historia gastronómica de Barcelona, si no porque ahora la gestión está a cargo de unos propietarios asiáticos que han apostado por ofrecer platos orientales a precios asequibles. El restaurante chino de toda la vida, vamos.
Del debate generado ya daremos cuenta en Hule y Mantel en breve, pero, de momento, lo que queremos es avanzaros algunos nuevos restaurantes que han llegado a la ciudad. Como Casa Leopoldo, algunos son reaperturas que vienen renovadas (o no), otros tienen además un componente social, y otros reivindican el placer de los básicos, como el pollo a l'ast o el frankfurt. Pero todos tienen en cuenta que el bolsillo aprieta y la sombra de la inflación planea. La guinda: una coctelería secreta, para seguir reafirmando que Barcelona es toda una capital coctelera mundial.
Casa Masala
El Masala 73 es ahora Casa Masala y continúa teniendo en su equipo a Jordi Arós, Kuldeep Singh e Isa Olmedo para seguir haciendo las cosas tan bien como siempre. Han renovado por completo el interiorismo, con sofás y mesas de aire retro, y han transformado la experiencia en sala, ahora también con una barra más abierta al vermuteo y al tapeo. Pero mantienen ese recetario indio, esa buena selección de proveedores, esos sabores y esos excelentes currys que nacen en la cocina y en los hornos de Kuldeep y que tantos fans les han granjeado.
Los platos se adaptan ahora al formato tapa para poder probar de todo un poco, y, no sufráis, que mantienen su aplaudido menú del día, el popular Thali servido en bandeja (13,50€). Para los que les cuesta elegir, el menú Maharajá propone una degustación de siete platos que son emblema de la casa (28€), y los jueves toca Biryani, arroz al curry con carnes o vegetales. // Casa Masala. c/Muntaner, 152. Tel.: 937 978 702. Precio medio: 30€.
Celler Jordana
El Celler Jordana, regentado por Manel Pujol desde 2013, es una referencia en Alella (El Maresme). Ahora ha decidido hacer su incursión en la gran ciudad, en el barrio de Sant Antoni, para deleitarnos con una extensa oferta de vinos —unas 160 referencias nacionales e internacionales, de las cuales 30 son de la D.O. Alella y son las que quieren potenciar más—, que se pueden degustar in situ —descorchando botella o a copas— y comprar para llevar a casa.
Para la parte sólida, en este bodega de nivel, también confían en productos de gama top: embutidos ibéricos Joselito Cinco Jotas o Maldonado, conservas de La Brújula o Lafuente y quesos afinados. Con ellos elaboran platillos, tostas, tartares y otras delicias como su bikini trufado de mortadela italiana o, uno de sus indispensables y éxito asegurado, la coca de queso Comté, boletus de La Catedral y panceta Maldonado. // Celler Jordana. c/Floridablanca, 88. Tel.: 938 803 389. Precio medio: 35€
Bodega Montferry
La bodega no es nueva, pero sí su ubicación. "La Montferry" se vio obligada a dejar su local en la calle Violant d'Hongria —el propietario quería hacer pisos, el pan de cada día en Barcelona—, pero encontraron un bar de menús de toda la vida que cerraba, no muy lejos, y siempre en el barrio de Sants al que son fieles. A finales de septiembre, Marc Miñarro y su equipo volvían a subir la persiana, apoyados por el cariño de su variopinta clientela, que no ha cambiado ni un ápice.
El local recuerda mucho a la Montferry original, con su barra y sus neveras a la vista, y también mantiene idéntica su carta para todos los bolsillos: cazuelitas, tapas y unos bocadillos de escándalo. De hecho, su bocadillo del día ya es una institución en Twitter, con combinaciones suculentas a la par que alocadas. Hay que estar atentos. Un cambio de espacio, para seguir con la misma buena energía. // Bodega Montferry. Passatge de Serra i Arola, 13. Precio medio: 10-15€.
La Pau Restaurant
En el passatge de La Pau, uno de los más reconocibles del barrio Gótico por sus frescos y su aire decadente, la fundación El Llindar y Enjoy BCN han abierto este restaurante que busca dar una nueva vida a la zona, pero sobre todo ofrecer oportunidades laborales a jóvenes en riesgo de exclusión social, que previamente han sido alumnos de la escuela-restaurante El Repartidor (L’Hospitalet de Llobregat). Su cocina, liderada por Xavi del Amor, mira el recetario tradicional catalán y le aporta ciertos toques de modernización.
Atentos a sugerencias como la flor de calabacín rellena de queso Tou dels til·lers y girella o el arroz de gamba roja y butifarra del perol, listas para acompañar con su selección de vinos catalanes. Interesante es su opción de plato del día, los mediodías de miércoles a viernes, y por las tardes hay música y con cada consumición ofrecen un pincho de cocina catalana de forma gratuita. // La Pau. c/Josep Anselm Clavé, 19. Tel.: 613 043 258. Precio medio: 30€. Plato del día (10,50€, con postre y bebida)
Rooster & Bubbles
Ya hace unos pocos años que la cultura de la rotisería, la de los pollos a l'ast de los domingos, ha subido unos peldaños y se ha asentado en forma de restaurantes de aspecto, digamos, modernillo. Algo que, por otra parte, no está reñido con su calidad. Es el caso de Rooster & Bubbles, cuyo artífice, Marc Martínez, puede alardear de ser la tercera generación de una familia dedicada al pollo de proximidad: abrieron en 1962 la rotisería Kikiriki, en el barrio de Hostafrancs, y ahí siguen elaborando pollos y cocina tradicional.
En este nuevo proyecto, situado en el Born, su asador de pollos de latón también se entrega al cordero —jugosísismo, con sus hierbas—, al cerdo y a la calabaza, y nos dan la opción de degustarlos al plato con patatas asadas, en bocadillo o incluso en ensalada. Pronto, servirán su propio cava en copas Pompadour, igual que hizo su abuelo décadas atrás. // Rooster & Bubbles. Pla de Palau, 12. Tel.: 932 955 668. Precio medio: 25€.
Frankfurt Rita
Igual que el pollo a l'ast, el frankfurt también merece ser reivindicado y elevado. Mònica Serra, que ya apostó por las hamburguesas de calidad en Massamare (Canet de Mar), se ha instalado en el barrio de Poblenou para dar rienda suelta a la creatividad a base de salchicha, rellenos y pan. En este local de corte minimalista se pueden degustar doce bocadillos, que preparan con tres tipos de salchicha: la tradicional, una vegetal con un toque ahumado o la artesana de cerdo negro que Xesc Reina —charcutero de nivel— elabora en Can Company (Mallorca).
¿Los rellenos? Pues sugieren ideas como cebolla confitada, champiñones, bacon y queso azul (el Blau) o bacon y cebolla crujientes, ketchup de fresa casero y queso de cabra (el Maduixa). El sota, caballo y rey de las tapas para el vermut, léase bravas, croquetas y anchoas, entre otros, así como las cervezas artesanas de Art Cervecers completan la oferta. // Frankfurt Rita. c/Pujades, 195. Precio frankfurts: entre 3,50 y 8,90€
Monk
El grupo La Confiteria está imparable y son todo un referente en lo que a mixología se refiere en Barcelona. Su coctelería Paradiso acaba de ser nombrada mejor bar del mundo, según el listado The World's 50 Best Bars, y han aprovechado el momento para presentar su nuevo proyecto. A pocas calles de Paradiso, también en el barrio del Born, también jugando al concepto de coctelería escondida y también con Giacomo Giannotti como jefe de coctelería, ha abierto puertas Monk.
Se accede a través de un colmado pakistaní, con su cartel de "Supermercado 24 horas", está dentro de una finca de finales del siglo XVIII —el espacio de Abaixadors, 10, que diversos proyectos culturales y de ocio nocturno ha albergado en estos últimos años— y combina coctelería creativa con comida de sabores caribeños y club nocturno. Como en Paradiso, ya hay colas y tiene todos los números para ser el nuevo lugar de moda. // Monk. Abaixadors, 10.
Seguiremos ampliando...