Decía Lorenzo Díaz que la Puerta del Sol es el coliseo de las Españas, de la “ordinary people” de todas las épocas que se han dado cita bajo el reloj de la Real Casa de Correos. Puede que sea la plaza más famosa de Madrid y, podríamos decir, que de todo el país. Aunque solo sea porque desde aquí se retransmiten las campanadas de fin de año, se encuentra el kilómetro cero de la red de carreteras españolas y es el punto de reunión por excelencia de madrileños y turistas. Aunque actualmente la plaza está en obras y parece más un agujero que un lugar emblemático, a un recién llegado que nunca hubiera estado en Madrid le costaría creer que se albergan algunos de los iconos y edificios más significativos de la capital.
Sea como fuere, lo cierto es que madrileños y foráneos seguimos acudiendo en manada, quedando y pasando habitualmente por delante de la Puerta del Sol a pesar de que nuestras autoridades se empeñen en disuadirnos de ello. Además, la zona se ha visto últimamente revitalizada con la incorporación de nuevos hoteles de lujo que, aunque están gentrificando el centro también han aportado nueva vida a una zona que estaba cada vez más degradada. Por su puesto, todo esto ha atraído excesivos establecimientos anodinos de cadenas y franquicias que poco aportan al panorama gastronómico. Afortunadamente todavía conservamos en sus alrededores bares y restaurantes, algunos de ellos centenarios, que conviven con locales de nuevo cuño, en los que, aunque parezca difícil en este Madrid sobreinflaccionado, todavía se puede comer bien por menos de 30€.
// LOS CLÁSICOS //
Casa Alberto
Una taberna madrileña verdaderamente entrañable. Con casi dos siglos a sus espaldas y situado en una casa en la que vivió Cervantes. Se trata de una tasca con sabor, con una barra de zinc, de las de antes, llena de objetos casi perdidos. Aquí se preparan guisos de cuchara, callos, albóndigas, rabo de toro, bacalao, boquerones, escabeches… Todo para saborear tanto en la barra como sentados en sus mesas. Además, a mediodía ofrecen, por 17€, un estupendo menú del día. Y los miércoles se puede disfrutar, por ese mismo precio, de un cocido completo. ¿Quién da más? // Dirección: c/de las Huertas, 18, 28012 Madrid
Los Galayos
La Plaza Mayor es, gastronómicamente hablando, un sitio a evitar. Pero si hay un lugar que se salva es Los Galayos. Un local impresionante, dispuesto en varios pisos y lleno de salones, terrazas y bodegas pero en cuya barra se pueden disfrutar de una buena variedad de tapas y pinchos: ensaladilla rusa, oreja de lechón, tortilla paisana, patatas revolconas, callos o un lomo de vacuno mayor… Todos ellos elaborados y resueltos con solvencia. Un oasis en medio de tanta trampa para turistas. // Dirección: c/de Botoneras, 5, 28012 Madrid
La Casa del Abuelo
Abrió su primer local en la Calle de la Victoria en 1906 y ya son cuatro generaciones de la misma familia las que se han encargado de un negocio basado en servir raciones de gambas ya sea a la plancha o al ajillo, a miles de madrileños y turistas que se acercan por alguna de las cuatro sucursales que tienen en los alrededores. Pero, como no solo de gambas vive el madrileño también se puede disfrutar de unos calamares, chacinas, quesos o, incluso, unas costillas de vacuno. Eso si, olvídense del dulce vino del abuelo, que no merece la pena, y acompañen sus gambas con una caña de cerveza bien tirada y un honrado vino de Toro. // Dirección: c/de la Victoria, 12, 28012 Madrid
Casa Toni
Justo detrás de la Casa del Abuelo encontramos Casa Toni. Una de las tabernas más típicas de la calle de la Cruz. Probablemente no sea el establecimiento más bonito, ni el más cómodo ni el más limpio del mundo. Pero su oreja a la plancha con salsa brava merece por si sola la visita. Además tienen estupendos zarajos, champiñón, a la plancha, un tradicional bocadillo de calamares o unos buenos boquerones fritos. Todos ellos a precios más que asequibles. // Dirección: c/de la Cruz, 14, 28012 Madrid
Las Bravas
Otra de las tabernas clásicas del centro. Aunque últimamente ha sufrido una remodelación de dudoso gusto, en la que se ha perdido la barra de zinc y los espejos que inspiraron a Valle Inclan a escribir Luces de Bohemia, sus patatas bravas siguen marcando el listón en el que se comparan las demás patatas bravas del mundo. Además su tortilla con salsa brava, su oreja o su pincho moruno siguen estando tan buenos como siempre. // Dirección: Pasaje de Mathéu, 5, 28012 Madrid
Casa Labra
La última de las tabernas que quedan en la Calle Tetuán sigue siendo un clásico centenario. Fundada en 1860, aquí Pablo Iglesias fundó el PSOE 19 años después. La tajada de bacalao rebozado sigue siendo el santo y seña de la casa y continúa tal y como lo creó la familia Molina en 1947. Envuelto en leche y harina y con su espina para que resulte más jugoso. En su barra, siempre atestada, también se pueden pedir croquetas de bacalao un pincho de bonito en escabeche. Siempre y cuando se puedan sortear las riadas de turistas y clientes habituales que se agolpan ante su mostrador. Un verdadero clásico. // Dirección: c/de Tetuán, 12, 28013 Madrid
La Bola
La taberna de La Bola se abrió en 1802 como botillería para, posteriormente, transformarse en el templo del cocido madrileño que es hoy en día. Por 23€ se puede disfrutar de todo un festín servido, directamente desde un puchero de barro, en tres vuelcos consistentes en una sabrosa sopa de fideos, un segundo vuelco de garbanzos y verduras y por último de una generosa ración de carnes cocidas. Hay otras opciones como callos, cordero asado o bacalao. Un local con mucho encanto con las paredes revestidas de madera y camareros resabiados. // Dirección: c/de la Bola, 5, 28013 Madrid
Lhardy
Ya sé que me van a decir que es imposible comer en Lhardy por menos de 30€. Pero no muchos madrileños y mucho menos los turistas conocen que la histórica tienda de la entrada también ejerce como bar y en ella, además de su mítico consomé, podemos disfrutar de algunas de las especialidades de la casa como los callos, las croquetas o la tradicional barqueta de riñones que, curiosamente, no contiene riñones si no un paté de hígado. Además de fina pastelería de inspiración francesa. Desde la adquisición del restaurante por el grupo Pescadería Coruñesas, además de estos manjares también podemos disfrutar de ostras, salmón ahumado, caviar… No les voy a engañar diciendo que es barata, pero un consomé y una ración de callos se nos ajustan al presupuesto que nos habíamos fijado y tomarlos en este entorno se convierte en un lujo bastante asequible. // Dirección: Carrera de San Jerónimo, 8, 28014 Madrid
// LOS MODERNOS //
Taberna Garelos
En la recientemente inaugurada Galería Canalejas, debajo del hotel Four Seasons hay un food hall con multitud de establecimientos para todos los gustos. Nuestro favorito es la Taberna Garelos, la versión pret a porter de una de nuestras tabernas gallegas favoritas de la capital. Su tortilla de Betanzos por si sola merecen la visita, pero la empanada y el pulpo a feira no se quedan atrás. // Dirección: Galería Canalejas. c/de Alcalá, 12, 28014 Madrid
Alimentación Quiroga
Una tienda de alimentación y ultramarinos fundada en 1958 que se transforma en un bar donde cualquiera de los productos que ofrecen para llevar se puedan degustar y consumir dentro del propio establecimiento. Anchoas de Santoña, mojama, espárragos, tablas de embutidos y chacinas o platos de cocina como callos, carrillera de buey o chipirones en su tinta. En un ambiente desenfadado y convivencial. // Dirección: c/de las Huertas, 19, 28014 Madrid
Taberna Badila
Un luminoso y diáfano comedor con ciertos toque vintage en el que sirven uno de los mejores menús del día, que se puede disfrutar en el centro de Madrid. Su menú tan original como suculento, escrito en una pizarra, cambia diariamente y por 15,90€ se pueden disfrutar de platos como rollitos de col rellenos de ropavieja, croquetas de puchero, albóndigas con salsa de boletus, lasaña boloñesa, caldereta de buey de mar, carrillera de ternera estofada, chicharro a la bilbaína o escalopines al cabrales. // Dirección: c/de San Pedro Mártir, 6, 28012 Madrid
// LOS EXÓTICOS //
Chuka
Una de las casas pioneras en servir ramen en Madrid y probablemente una de las mejores. Tanto el ramen Shoyu (consomé de bonito ahumado, marisco y alga con ave asado con salsa de soja y panceta) como el tonkatsu (caldo de cerdo con textura cremosa y panceta) son deliciosos. Además tienen un bao de oreja, gyozas de vaca madurada y ají o wanton de langostinos. // Dirección: c/de Echegaray, 9, 28014 Madrid
Taquería Mi Ciudad
Esta sencilla y animada taquería fue la pionera en servir tacos callejeros mejicanos tan auténticos como asequibles. Por poco más de 1,5€ cada taco uno se puede dar un homenaje a base de tacos, quesadillas y botanas: tacos al pastor, cochinita pibil, carnitas, nopales… Y además del tradicional guacamole y acompañado de margaritas y micheladas. // Dirección: c/de las Hileras, 5, 28013 Madrid
Chun Li
Una casa china de reciente apertura, decorada como homenaje al personaje del videojuego Street Fighter, está especializada en gyozas elaboradas tanto al vapor como a la plancha. Son muy recomendables las de gambas al vapor, las de ternera y cebolla a la plancha. Antes una ensalada de pepino o incluso unas gambas en tempura. // Dirección: c/de las Fuentes, 1, local izquierdo, 28013 Madrid
Hong Kong 70
Un restaurante chino de nuevo cuño, ideado por Paloma Feng, decorado con guiños a la cultura china, como las mesas formadas por piezas del Mahjong o las réplicas de patos colgando de la cocina vista del restaurante. Aquí elabora una cocina tradicional cantonesas que hace las delicias tanto de los asiáticos como de los occidentales. Son estupendos sus dim sum como los guo tie de pollo, xiao long bao de cerdo ibérico, wan ton de cerdo y gambas. Deliciosa la panceta asada crujiente, una especie de torrezno Hong Kong style, y muy resultón el pato asado al estilo de Pekin. // Dirección: c/de Toledo, 28, 28005 Madrid
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