La historia es la siguiente. En 1832, un joven aprendiz de 16 años llamado Franz Sacher, tuvo que reemplazar al chef Chambellier de Metternich, quien se encontraba enfermo. Para impresionar a los invitados del conde, creó la famosa tarta Sacher, compuesta por dos capas gruesas de bizcocho de chocolate y mantequilla, separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro.
Lo cierto es que esa versión sería poco popular hoy en día, era excesivamente dulce. La actual es del hijo mayor de Franz y se puede seguir disfrutando en el hotel que fundó en 1876. Si por casualidad estás en Viena, no puede faltar una visita al Café Sacher Wien para saborear la historia en contexto. Dan ganas de planear unas vacaciones en torno a esa única experiencia.
Si no tenemos la suerte de estar en Viena, en Barcelona hay bastantes pastelerías en las que disfrutar de este icono de la repostería, así que vamos con una selección que se basa en tres ideas: que haya porción individual, que podamos consumirla allí mismo y que esté bien rica.
Pastisseria Escribà
En la Pastelería Escribà encontramos la más sofisticada. Tal vez un punto “fallera” y es que, el famoso repostero, no desaprovecha oportunidad para desplegar talento. Capas y capas de chocolate, en el centro la mermelada y encima todo un despliegue de dulces, incluída una pipeta con mermelada que te permite añadirla a tu gusto. Además, la sirven acompañada de nata espolvoreada con cacao.
Un festival que cumple con el lema de la pastelería: ilusionar, sorprender y crear momentos únicos e irrepetibles. La podemos encontrar en sus dos puntos de venta, tanto en Gran Vía como en La Rambla. Si podemos elegir, mejor esta segunda ubicación, por local y por entorno. // Pastisseria Escribà. Gran Via de les Corts Catalanes, 546, 08011, Barcelona / Rambla de les Flors, 83,
08002, Barcelona.
Pastisseria Brunells
Ubicada en una esquina de la calle Princesa desde 1852, Brunells ha sido una tienda de peladillas, una panadería y, desde principios del siglo pasado, una pastelería que se ha ido transformando hasta ser lo que es hoy, una mezcla de modernidad y tradición que da servicio tanto a turistas como a clientes locales
Son bien conocidos por sus croissants, pero también elaboran una tarta Sacher que es poco ortodoxa, esponjosa y fresca, es casi una mousse. Se puede acompañar de café de especialidad, que ofrecen en dos blends, aunque al barista le faltan algunas horas de vuelo. // Pastisseria Brunells. c/Princesa, 22, 08003, Barcelona.
Bubó Barcelona
A punto de cumplir 25 años, Bubó ha ido transformando su punto de venta frente a la Basílica de Santa Maria del Mar en toda una joyería del dulce. El espacio para la degustación es reducido, pero suficiente para sentarse a saborear una buena Sacher frente a los grandes ventanales que te permiten ver a la gente pasar. Muy distraído tampoco vas a estar porque su tarta se va a llevar toda la atención.
Es espesa, potente y elegante. Si no estuviera tan rica recomendaría pedirla para compartir, pero los golosos seguro que la quieren para ellos solos. Desde hace unas semanas, también se puede disfrutar con vistas al mar en el Time Out Market, ubicado en el Maremagnum. // Bubó Barcelona. c/Caputxes, 10, 08003, Barcelona.
Pastisseria Mauri
Nos vamos a una esquina de la Rambla de Catalunya para descubrir una cuarta Sacher. Estamos en la Pastisseria Mauri, casa fundada en 1929, donde encontramos dulces de todo tipo y también salados. Su sándwich de ensaladilla bien vale una visita. Sirven la más económica de la selección, es una tarta fácil y con una generosa capa de cobertura de chocolate.
En hora punta, pedir con número puede resultar algo engorroso, siempre con cierta sensación de prisas, pero luego en la mesa las cosas se relajan, más si es con una tarta delante. No puedo acabar sin señalar que el lavabo necesita una reformita, creo que el éxito del local la merece. // Pastisseria Mauri. Rambla de Catalunya, 102, 08008, Barcelona.
Pastisseria Takashi Ochiai
Acabamos con una pastelería de tradición japonesa que lleva ya cuarenta años en una esquina de L'Esquerra de l'Eixample. El local es pequeño pero agradable, además, cuando no hay olas de calor, en la terraza se está muy bien. Su Sacher tiene unas generosas capas de mousse de chocolate, así que es esponjosa y con el punto de acidez que siempre da la mermelada, diría que es la clave del éxito de esta tarta tan popular. // Pastisseria Takashi Ochiai. c/Comte d'Urgell, 110, 08011, Barcelona.
Es una suerte que no tengamos que irnos hasta Viena para disfrutar de una buena Sacher. Además, son tan diferentes que tenemos una buena excusa para ir a probarlas todas y luego deducir cuál nos gusta más.