Cómo han cambiado las cosas. Hace unos años se trataba de hundir los pies en la arena, sentado sobre una silla de plástico, bajo una sombrilla descolorida, disfrutando de unas sardinas a la plancha, unos mejillones con ajo y perejil o un arroz seco en alguna de sus versiones, mientras dabas sorbos refrescantes a una cerveza bien fría. Ahora te sirven mojitos junto a unos nachos con guacamole mientras un DJ más bien mediocre interrumpe la conversación permanentemente.
Vale, de acuerdo, me hago mayor, pero con la diversa que es nuestra cocina, que varía cada 50 kilómetros, no me digas que no es triste que en todas partes te sirvan una hamburguesa, un pata de pulpo de quinta gama o unas bravas con patatas congeladas. ¡Es trágico!
También es cierto que, en la mayoría de chiringuitos, tienes ambas opciones, la globalizada y la local. Acepto estas concesiones con deportividad y responsabilizo al turista simplón, más que al hostelero que, con mayor o menor acierto, hace lo que le piden.
5 chiringuitos a pie de playa
Sin más preámbulos, vamos con esta selección de chiringuitos en la costa de Tarragona. La privatización de los espacios públicos me parece un horror, así que me parece bien que ya no podamos comer con los pies hundidos en la arena. Afortunadamente, lo podemos hacer a pie de playa, que no está nada mal.
Os recuerdo que nuestras playas están entre las mejores del mundo. El mar está generalmente tranquilo, la arena es fina, no hay pedruscos, en la mayoría ganas profundidad poco a poco, el agua está a una temperatura agradable, no hay tiburones, están en Europa y, sobre todo, si no vas a Salou o Cambrils o un domingo de agosto, tienes una buena parcela de playa para ti solo. ¿Qué más quieres? Ah, sí, comer bien. Vamos a ello.
Mirall d’Estiu
Empecemos con un histórico de los propietarios del que fuera uno de los chiringuitos más emblemáticos de la ciudad de Tarragona, La Sardina de Plata, abierto entre 1981 y 1997, año en el que se trasladaron a escasos metros, a un local con un interior amplio y una terraza enorme, en primera línea y con un lateral refrescante gracias a la sombra de las moreras, que en verano tienen la frondosidad perfecta.
Cuando haces la reserva, imprescindible en temporada alta, te preguntan si vas a querer paella de pescado, arroz negro o fideuá. El chiringuito es enorme, así que la eficiencia exige que pidas con antelación. El resto lo decides al momento y hay muchas opciones. Si tuviera que recomendar algo, pediría el pescadito frito, que les llega de la lonja de Tarragona y que varía según el día, salmonetes, pelayas, fanecas, cintas… Tienen algunas curiosidades, como las ancas de rana rebozadas o el carpaccio de calabacín.
Abren sólo en temporada: entre marzo y junio, mediodías viernes, sábado y domingo; y a partir de Sant Joan, que es el pistoletazo de salida en toda nuestra costa, de martes a domingo, mediodía y noche, a excepción del domingo que sólo abren mediodías. El trato es atento, son muchos camareros con las cosas claras y la maquinaría está muy bien engrasada. // Mirall d'Estiu. Ctra. Platja Llarga, s/n, 43007, Tarragona. Tel.: 977 208 420.
M-15 Bar
Tocando al Mirall d’Estiu tenemos una segunda propuesta. A ambos se puede llegar desde Tarragona con un paseo muy agradable por el camino de ronda, en algo más de media hora. En verano, cuando aprieta el calor, mejor salir pronto, embadurnado de crema y parando para refrescarse en el mar de vez en cuando. También se puede llegar en autobús, entre las líneas 11, 12 y 13 tienes muy buena frecuencia y te evitas el tráfico de entrar y salir, el engorro de aparcar y el inconveniente de no poder disfrutar de unas cervezas, un vino blanco “fresquito” o un cava.
Si tengo que destacar algo del M-15 es su pescado. A diario compran en la lonja de Tarragona la morralla para elaborar el caldo de sus arroces, también mejillones de roca del Delta, boquerones, sardinas o la variedad del día para preparar el socorrido pescadito frito. También compran colas de rape y merluza de palangre frescas del norte, lo cual no está nada mal.
Si uno se entretiene leyendo las numerosas reseñas, destacan los comentarios sobre la buena calidad/precio del chiringuito, algo que se agradece. Entre la inflación y la presión del turismo, están los precios que asustan, pero como estamos en modo venganza, recuperando los años perdidos por el COVID, parece que nada importa y salimos a la calle con el cuchillo entre los dientes, a disfrutar a toda costa. Si no es a base de endeudarse, ¡adelante! // M-15 Bar. Parcela 16, Ctra. Platja Llarga, s/n, 43007, Tarragona. Tel: 977 208 300.
Chiringuito l’Estel
Los primeros años de mi vida los pasé en pelotas en playas de Ibiza, básicamente en es Cavallet. Íbamos incluso en invierno, cuando nos recogía mi madre del colegio y comíamos un bocadillo de tortilla cruda en la playa. Ahora voy muy poco, a bañarme en invierno y, muy de vez en cuando, a Torn, una playa naturista espectacular a una media hora de Tarragona en coche.
Las playas naturistas siempre han sido remotas porque eran las que no quería nadie más. Ahora resulta que son exóticas, imprescindibles en la foto de Instagram, las que uno no puede perderse. La consecuencia es una llegada masiva de “textiles” (así se llama a los que van con bañador a las playas naturistas) irrespetuosos, ruidosos y, en general, impresentables de todo tipo. ¿Qué tipo de miserable, teniendo a su disposición el 99% de las playas, decide ir a la que no debería?
Dicho esto, reconozco que al chiringuito, me gusta ir cubierto, arriba y abajo. En Torn vamos a l’Estel, que tiene esa oferta híbrida de la que hablaba. Por un lado, hamburguesas, salmón a la plancha o pollo rebozado con miel y mostaza. Por el otro, clásicos como los mejillones, los chipirones, boquerones fritos o sardinas a la plancha, además de los imprescindibles arroces secos. Tu verás lo que prefieres.
El acceso es algo rocambolesco. Hay una zona de aparcamiento al otro lado de la vía del tren, si no me equivoco, ahora es muerta, así que no hay peligro. Un breve paseo por el bosque llega al chiringuito, que está en el extremo norte de la playa. También se puede acceder bordeando el camping naturista, si has decidido aparcar arriba. Por motivos de cobertura, únicamente se aceptan reservas en persona el mismo día del servicio, así que hay que espabilarse. // Chiringuito l'Estel. Platja del Torn, 43890, L'Hospitalet de l'Infant (Tarragona).
La Subhasta de l'Estany
Si seguimos en dirección sur, llegamos al Port de l’Estany, un puerto natural donde amarraban las barcas de pesca hasta la construcción del puerto moderno en 1920. Allí encontramos un chiringuito más gastronómico. Con solete Repsol, ofrecen pescado de la lonja de la Ametlla de Mar y el famoso atún de Balfegó, engordado allí mismo. Las instalaciones se pueden ver desde la playa.
Abierto a diario de 10 a 2h en temporada, programan música en directo y alquilan equipo para paddle surf, así que podríamos decir que es de esos chiringuitos modernos. De hecho, solo tiene cinco años. Hay carta de mediodía y de noche. La diferencia principal es que por las noches no sirven sus arroces, todos con algún punto original, como el marinero con tataki de atún. // La Subhasta de l'Estany. Platja de l’Estany, 43860, L'Ametlla de Mar (Tarragona). Tel.: 621 343 542
Bohemia Mar
Acabamos la selección en El Perelló, probablemente el chiringuito más espectacular de la selección. A escasos metros del mar, sobre una playa de piedras y bajo la sombra de esos pinos tan mágicos que tenemos en la costa, con una estética cuidada y un ambiente “cool”. Por ubicaros un poco, aquí un fragmento de una de las reseñas: “El sitio está genial para tomarse una hamburguesa, con una cerve con el mar de fondo y un ambiente tranquilo y música de lujo” (que conste que he corregido tres faltas de ortografía).
Como os imagináis, no sería el chiringuito al que iría, tal vez de tardeo, a disfrutar de unas “cerves”. Pero sé que no todo el mundo es como yo y a muchos os atraerá tremendamente su ambiente. Los precios son los que uno puede esperar de un lugar así, ahora, no son los de Ibiza. En temporada, abren a diario con horario de 10 a 24h y siempre es interesante echar un vistazo a su programación musical. // Bohemia Mar. Platja de Santa Llúcia, 43519, El Perelló (Tarragona). Tel.: 621 147 987
La temporada de playa ya está aquí y podemos disfrutarla a lo grande. Se trata de afinar el tiro, leer unas cuantas reseñas, mirar las fotos con detenimiento, tener claro lo que uno busca y después dejarse llevar. La cerveza va a estar siempre fría y, frente al mar, bajo la sombra de una morera, un pino o una sombrilla, es una experiencia que no tiene igual.