La oferta gastronómica en Santander se caracteriza por un marcado corte tradicional, que combina la cocina marinera con los guisos y carnes más propios de las zonas de montaña. Y la podemos degustar en restaurantes, bares y casas de comidas que cumplen con las tres reglas básicas de la cocina honesta y que no tienen más pretensiones que dar bien de comer: son buenos, bonitos y baratos.
Algunos de ellos son, de hecho, secretos bien guardados por aquellos comensales locales que saben que donde asoma un mantel de papel, hay muchas posibilidades de que también asome un tesoro. Sin pretensiones, no están de moda porque nunca necesitaron estarlo. De precios razonables y salones concurridos, en sus cocinas abundan los pucheros y se emplea buena materia prima. Son locales, como estos seis que referenciamos, en los que podremos probar platos tradicionales del mar y de la montaña, sin salir de Santander.
Restaurante Marucho
Este restaurante familiar es toda una institución en el barrio de Tetuán, donde lleva haciendo disfrutar de la cocina marinera más tradicional a sus parroquianos desde hace más de sesenta y cinco años. Aquí la clave es entregarse al mar, combinar mariscos y pescados, y dejarse recomendar.
En su pequeño comedor, las paredes repletas de fotografías y recuerdos narran la historia del establecimiento, que cuenta con una ambientación tasquera y un número muy reducido de mesas. Además, tiene una pequeña terraza, ideal para los días soleados. Es importante saber que no reservan, y que el sitio se adjudica por orden de llegada, así que conviene apuntarse en lista al llegar para no perder el turno. // Restaurante Marucho. Calle Tetuán, 21, Santander / Teléfono: 942 273 007 / Martes cerrado.
Bodega Fuente Dé
Fuente Dé es una localidad cántabra que se encuentran a los pies de los Picos de Europa, en la comarca de Liébana. Es muy conocida por su teleférico, que cubre más de 700 metros de altura y que da acceso al Mirador del Cable, con una de las vistas más impresionantes de la región.
Precisamente Fuente Dé da nombre a esta bodega familiar, que en pleno centro de Santander ofrece cocina tradicional cántabra a precios muy asequibles. Ubicada en la concurrida calle Peñarbosa, cuenta con una carta extensa y variada, que incluye cocido lebaniego y cocido montañés en días alternos, además de menú del día. Dispone de terraza con algunas mesas. // Bodega Fuente Dé. Calle Peñarbosa, 5, Santander / Teléfono: 942 213 058 / Domingo cerrado.
Bar Abel
Chelo y Quique son los propietarios de Bar Abel, un local de pequeño tamaño con un comedor reducido, en el que si quieres asegurar mesa, la mejor opción es reservar. En este caso salimos del centro para descubrir una de las joyas escondidas en las proximidades de General Dávila.
Su oferta de comida casera es de tan buena calidad y tan sabrosa que basta con probarla una vez para saber que vas a repetir. Aquí son muy recomendables los mejillones, el pulpo a la gallega y el arroz con bogavante, aunque es complicado equivocarse decidiendo entre las opciones de una carta en la que se trabaja tan bien el producto. // Bar Abel. Calle Fernández de los Ríos, 62, Santander / Teléfono: 942 313 503 / Lunes cerrado.
Restaurante El Chumarru
Este pequeño restaurante se encuentra medio escondido en el barrio de Tetuán. Aquí llega quien sabe llegar y, para quien ya lo conoce, se trata de una de las paradas obligatorias en Santander si el plan es disfrutar de una buena comida casera a precio imbatible. Abundante cantidad en un menú del día que se sirve a 12 euros, con un servicio cercano y agradable.
Nuestros dos cocidos regionales, lebaniego y montañés, alternan su presencia en la oferta diaria y, junto a las albóndigas y los clásicos chumarrus con patatas fritas caseras, hacen las delicias de sus clientes. Es complicado resistirse a sus postres hechos en casa, que completan la fiesta junto al queso picón. // Restaurante El Chumarru. Calle La Montañesa, 7, Santander / Teléfono: 942 222 614 / Lunes cerrado.
Bar – Restaurante La Chulilla
En la capital cántabra es bien sabido que el barrio pesquero aloja una amplia oferta de cocina tradicional marinera que se practica en restaurantes y casas de comidas en las que el producto del mar es el absoluto protagonista.
Allí se encuentra La Chulilla de Kankel y Fonso, un bar–restaurante con más de dos décadas de historia, un lugar mítico donde el acierto está asegurado. Lo difícil es elegir entre las opciones que brinda su extensa carta: pescados y mariscos remarcables, arroces para chuparse los dedos y otras especialidades de la casa, como el magano en su tinta con arroz o los chipirones. Cocina honesta a precios asequibles, para repetir y repetir. // Bar – Restaurante La Chulilla. Avenida Sotileza, 36, Santander / Teléfono: 942 313 655 / Domingo noche y lunes cerrado. Se recomienda reservar.
Bodega La Conveniente
Ubicada en pleno corazón de Santander, próxima a la plaza de Cañadío, esta bodega es un icono para varias generaciones de santanderinos. A la entrada, el bar se conserva como siempre fue, con los armarios repletos de botellas y una barra con solera. En la sala, de altísimos techos y rodeada de barricas, hay un piano elevado que se toca en directo durante las cenas.
Mesas largas de madera refuerzan la esencia tabernaria del local, que es ideal para grupos grandes, y solo surve cenas. Aquí se pican raciones y se comparten tapas generosas: tablas de embutidos y/o quesos, ventresca, anchoas, morcilla y… sus populares fritos, que combinan empanadillas con croquetas, pechugas villaroy y flamenquines, y pueden pedirse por medias o cuartos de ración. // Bodega La Conveniente. Calle Gómez Oreña, 9, Santander / Teléfono: 942 212 887 / Domingo cerrado.