Dónde comer en Sant Andreu: 6 bares y bodegas con desayunos poderosos y tapas a precio popular

Volvemos al barrio de Sant Andreu (Barcelona) para desayunar y hacer ruta de tapas a base de croquetas, albóndigas, migas, pulpo y mucho guiso y cuchareo

Óscar Gómez

Comunicador gastronómico

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Plaça de Mercadal en el barrio de Sant Andreu (Barcelona) / Foto: Metropoli Abierta
Plaça de Mercadal en el barrio de Sant Andreu (Barcelona) / Foto: Metropoli Abierta

Sant Andreu tiene sabor, y no lo digo por decir: es uno de los barrios de Barcelona más en forma si consideramos cómo mantiene su personalidad, resiste a la gentrificación —también la gastronómica— y, en definitiva, sabe ser Barcelona en una ciudad que cada día es menos ella misma.

En el barrio de  Sant Andreu se puede comer de fábula y, si hace unas semanas nos encargamos de recorrer algunos de sus mejores restaurantes con cocina rica y personalidad desatada, hoy proponemos una ruta de tapas y desayunos poderosos para gozar con albóndigas, callos, sanfainas, pulpo, croquetas y mucho más. Pasen y vean porque hay de todo y para todos. Cocina de la buena a precio popular.

Bar Aparici 

Los Aparici, padre e hijo, con los platos de tripa y samfaina con salchichas / Foto: Òscar Gómez
Los Aparici, padre e hijo, con los platos de tripa y samfaina con salchichas / Foto: Òscar Gómez

Llegué al Aparici por sus callos y me quedé por su samfaina con salchichas, que es una de las mejores samfainas que se cocinan en la ciudad. Esta salsa, uno de los pilares de la cocina catalana, requiere tiempo, más tiempo y un extra de tiempo. De la lentitud y atención, que algunos le llaman cariño al cocinar, nace la perfección de una verdura cocinada con calma hasta que casi compota en su propio azúcar.

El tiempo es algo que no se aplica en muchas cocinas de la actualidad, por eso la samfaina del Aparici es un monumento que va más allá del sabor y la buena cocina, es un acto de resistencia cultural.

El bar, lo llevan padre e hijo, ambos llamados Robert. Es un local alargado y estrecho con la cocina vista al final de la barra. En esta cocina encontrarás a Mauricio rodeado de ollas y cazuelas. Tan rodeado que a primera hora de la mañana la colección de guisos acumulados en las vitrinas un prodigio de productividad guisada.

Hay que probar también los callos, que los parroquianos piden y piden sin parar: son cocinados a la catalana, con una parte de capipota, sin garbanzos ni chorizo. La tripa la compran en el mercado, situado frente a su terraza, en Despojos Martí y la receta la heredaron de Elena, la abuela que empezó con el negocio va a hacer casi cien años ya. No se me ocurre un lugar mejor para acercarme a Sant Andreu a desayunar. // Bar Aparici. Plaça del Mercadal, 17, 08030, Barcelona. Tel.: 933 452 865. Precio: 15-20 euros. 

Bar Cañas

El pulpo sideral del Bar Cañas en Sant Andreu / Foto: Òscar Gómez
El pulpo sideral del Bar Cañas en Sant Andreu / Foto: Òscar Gómez

Al Cañas hay que ir por lo menos una vez en la vida para gozarla con uno de los mejores pulpos a feira que se preparan en esta ciudad. Es un bar minimalista, casi desnudo, de barra metálica, mesas sencillas y estética rozando lo puramente funcional. Regentado por dos hermanos que se reparten cocina y barra, abrió en el año 1982 y su éxito es rotundo entre los comensales del barrio. Es habitual que esté muy concurrido en las horas punta tanto para comer como para fuerte-desayunar.

Además del pulpo, que saben convertir en bocado de ternura con ventosas y que sirven sin patatas —la manera más canónica y tradicional—, también preparan unos matrimonios de boquerón en vinagre con anchoas que son un vicio, un no parar. Los boquerones los limpian y "guisan" ellos dejándolos suaves y aterciopelados, te lo sirven con unas olivas gordas y brillantes y es una combinación espectacular.

Guisan de maravilla, por ejemplo el rabo de ternera y —ojo al dato— entre sus mesas nos hemos encontrado a otros dueños de establecimientos del barrio: no hace falta decir nada más. // Bar Cañas. c/d'Otger, 1, 08030, Barcelona. Tel.: 933 459 095. Precio: 15-20 euros.

Panxacontents

Las tremendas albóndigas para desayunar en el Panxacontents / Foto: Òscar Gómez
Las tremendas albóndigas para desayunar en el Panxacontents / Foto: Òscar Gómez

Frederic Lista en la cocina y Carles García en la sala llevan 20 años de profesión y amistad. Su local está ubicada en la plaza del mercado, con una propuesta orientada al desayuno que se alarga hasta los mediodías a base de platillos y platos. Mucho guiso, mucho cariño y simpatía mezclada con calidad. Un planazo.

Disfruté una mañana de sábado con unos pies de cerdo con salsa romesco de escándalo. En la mesa de al lado, estaba —también desayunando— Jaume Bosch, charcutero que les provee las manitas de ministro y una institución del barrio. Si el mismo charcutero se los come ahí… pues ya te puedes imaginar. Frederic afirma que “la clave es incorporar a la base de verduras escalibadas el punto justo de vinagre, generosidad con los frutos secos y sobretodo ir añadiendo poco a poco el aceite para que quede una buena emulsión final”.

Sus albóndigas con setas son deliciosas, déjate enamorar. Usan setas combinadas según la temporada del año, así que el plato puede cambiar ligeramente pero siempre resulta espectacular. Muchos platos de cuchara como las lentejas estofadas, los garbanzos con espinacas o el fricandó de ternera con setas. Buena panceta de marrano raza Ral d’Avinyó que acompañan con huevos fritos y pa amb tomàquet, suena tan simple como rico. Y lo es.

Para los postres, mel i mató, tradición catalana. Y el café es bueno, no siempre pasa, así que cuando sucede es algo que hay que destacar. // Panxacontents. Plaça del Mercadal, 1, 08030, Barcelona. Tel.: 936 046 185. Precio: 20 euros.

La Bodegueta de Sant Andreu

Las croquetas de La Bodegueta de Sant Andreu / Foto: Òscar Gómez
Las croquetas de La Bodegueta de Sant Andreu / Foto: Òscar Gómez

Pep y Charo abrieron su Bodegueta hace unos años y dejaron atrás una vida de oficina y gestión para dedicarse a cocinar y hacer felices a la gente del barrio desde los guisos y las croquetas. Lo primero: si quieres tener sitio, reserva. Desde la hora del aperitivo en adelante, el local se pone hasta la bandera todos los fines de semana, incluida la enorme terraza que tienen en la rambla de Fabra i Puig.

En cuanto llegues, te pides unas croquetas —ojo que tienes catorce distintas para elegir, yo personalmente me pirro por la de huevo frito y chorizo gallego, la de sobrasada con queso Mahón y miel y la de pollo rustido— y a partir de ahí empiezas a repasar la enorme carta para decidir el resto de la felicidad que quieres llevarte a la boca.

En mi caso, que siempre que puedo elijo alegría por cucharadas, no pueden faltar las enormes albóndigas con chipirones que prepara Charo: porque son tan enormes como tiernas y jugosas. Esa clase de albóndigas que son pariente cercano a la catalana pilota de la escudella por ser tiernísimas y de exterior irregular, como pequeñas lunas metidas en el puchero. Acompañadas de pequeños cefalópodos guisados con bien de cebolla y sin rastro de tomate, en mi opinión, un acierto.

Dados de bacalao de excelente fritura y rebozado ligero, tortilla de patatas de interior cremoso y sabrosón que Charo cocina con cebolla caramelizada. Para los postres, tarta de galletas Oreo, casera por supuesto. Incluye una buena cantidad de las diminutas galletitas como topping. ¡Otra vez a ser feliz a cucharadas! // La Bodegueta Sant Andreu. Rambla de Fabra i Puig, 30, 08030, Barcelona. Tel.: 656 376 842. Precio: 20-25 euros.

Bar Oliva

Las migas extremeñas, el gran plato del Bar Oliva / Foto: Òscar Gómez
Las migas extremeñas, el gran plato del Bar Oliva / Foto: Òscar Gómez

En el Bar Oliva preparan migas todos los días, no fallan ni uno, es su seña de identidad. Cuatro hermanos llevan este local de raíz extremeña: Antonio, Dani, Isa y Jesús. Los dos primeros en sala y barra, los otros dos en los fogones dando caña a una cocina de mucha dedicación, una coquinaria artesana que estalla en suculencias de raíz popular.

150 raciones de migas se despacharon en la mañana de nuestra última visita, todas ellas desmigadas con paciencia la noche anterior, puestas en reposo con un punto de humedad, cocinadas a fuego vivo de madrugada y servidas con un buen cacho de morcilla, unos trozos de chorizo y lonchas de tocino por todo lo alto. Una fiesta marrana en el paladar.

“Por la mañana se preara un sofrito de ajo”, cuenta Antonio, “al que también añadimos pimiento que es como se hace en nuestra tierra de origen y ya después, añades el pan. Y entonces, a majar, a remover y a volver a majar”. 150 raciones en una mañana, no te digo más.

Bordan la oreja al estilo gallego, los mejillones a la marinera y los calamares a la andaluza, tienes la vuelta a la península en cuatro bocados sin salir del local. Lo de la oreja te lo digo en serio, le tienen un punto cogido a la cocción que la convierte en ternura absoluta, cartílago que funde gelatinosamente con la sola presión de la lengua y el paladar. Muero de amor. // Bar Oliva. c/Colòmbia, 8, 08030 Barcelona. Tel.: 932 743 110. Precio: 15-20 euros.

Casa Arana

Estofado de ciervo para desayunar en Casa Arana / Foto: Òscar Gómez
Estofado de ciervo para desayunar en Casa Arana / Foto: Òscar Gómez

En Casa Arana desayuné un civet de ciervo. ¿Qué más quieres? No es fácil de encontrar en la actualidad. Además, en su oferta de desayunos también tienes pulpitos con garbanzos, caracoles en salsa, habitas con bacalao y gambas, estofado de cochino jabalí y rabo de toro. ¿Se adivina por donde voy?

Mucho guiso y mucho fondo, cocina de marmita, tiempo y sabor. En mi opinión es el punto fuerte del Arana, la cocina de cuchareo y chup-chup. También tienen amplia oferta de cervezas para los amantes del mundo del lúpulo y si te va la vida croqueta, en mi última visita conté hasta once variedades, destacando por originales las de cabrales con bacalao y las de quisquilla/camarón. // Casa Arana. c/de Pons i Gallarza, 5, 7, 08030, Barcelona. Tel.: 933 469 561. Precio: 25 euros.