Comer calçots es sinónimo de fiesta. Familias enteras, grupos de amigos, compañeros de trabajo… Todas las compañías son buenas para organizar una calçotada, para mojar en su salsa, para mancharse y para quedar bien satisfechos.
Siguiendo el curso del río Llobregat encontramos lugares donde procesionar para disfrutar de una jornada bañada en romesco. Restaurantes familiares para que los más pequeños campen después de comer a sus anchas, pero también lugares donde se comen con traje y corbata, porque los calçots son universales y nos valen para cada día de la semana, no solo son patrimonio de los fines de semana.
La Vinya Nova (El Bruc)
Cuando llegas a La Vinyanova la vista no puede dejar de admirar la mole del macizo de Montserrat, porque este restaurante de cocina tradicional está justo a sus pies. Lugar de peregrinación para los amantes de la brasa, adapta sus menús y propuestas en época de calçots.
Los días laborables (de miércoles a viernes) puedes pedirte una teja para acompañar. El fin de semana llega la traca: calçots con romesco a gogó para grandes mesas y raciones de carne a la brasa entre las destaca la suavidad de la espaldita de cordero de Aragón, que es un broche perfecto para culminar una calçotada.
Un puntazo del Vinyanova es el espacio preparado para los niños. Un campo de fútbol donde se juegan tres partidos multitudinarios a la vez, un pequeño corral con especies variadas de gallináceas y hasta existe la posibilidad de dar un paseo en poni. Todo ello, mientras los padres comen tranquilos en una larga mesa cargada de tejas de calçots.
Masía Vinyanova, s/n. 08294 – El Bruc (Barcelona)
La Marina (L'Hospitalet)
La Marina de L’Hospitalet es una aldea gala en medio de la zona industrial. Esta masía se mantiene en pie ahogada por un nudo de carreteras y naves industriales cercanas a Mercabarna y es de las pocas masías que quedan en el margen norte del río Llobregat. Aquí saben cocinar con el toque de siempre. Mantienen una carta inalterable al paso del tiempo, conocedores de que sus platos funcionan y el público sigue respondiendo con asiduidad.
Desde que empieza la temporada de calçots, en La Marina los incluyen en carta. Y lo hacen como un plato más, sin menús especiales. De primero calçots y de segundo lo que a ti te apetezca. Es por eso que no hace falta encargarlos, siempre tienen calçots, que además son también del Prat. Por cierto, los preparan de otras dos formas, por un lado el canelón de calçot y butifarra, que es tan largo como el propio calçot; y por otro lado también en tempura, con un toquecito muy especial. No os olvidéis de saludar a las gallinas pota blava y al emú de la entrada. Alucinan por igual niños y no tan niños.
La Marina de l’Hospitalet. Carretera de la Feixa Llarga, 47, 08907 L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona / Abren cada día desde las 6.30 de la mañana, excepto los domingos, desde las 11h
La Masia Emilio Sánchez Academy (El Prat de Llobregat)
Ahora mismo, es el único restaurante que se encuentra de pleno en el Parc Agrari del Baix Llobregat, algo que le permite presumir de ofrecer calçotades de auténtico kilómetro cero. Los calçots se los sirven payeses del Prat, con los cultivos al lado.
La Masia cuenta con un entorno especial, ubicada dentro de un club deportivo donde se alojan más de 200 tenistas de todo el mundo, que pueden iniciarse en la tradición, como ya le pasó a Andy Murray hace unos años.
Capitenada por Sergi Bonillo, La Masia sirve calçots durante toda la temporada. De lunes a jueves los ofrecen en el menú ya pelados, sin pringues, para que los de traje y corbata cometan el pecado de untarlos en romesco sin ser delatados. El fin de semana, a las tradicionales tejas de calçots a la brasa se le suma también otras creaciones como croquetas de calçot.
La Masia Emilio Sánchez Academy. Km 191, C-31, 08820 El Prat de Llobregat, Barcelona
Ermita de Brugués (Gavà)
Brasa y caliu. Pocos eslóganes más contundentes para definir la cocina de un lugar emblemático en el Baix Llobregat. En las primeras curvas de la carretera que une Gavà y Begues emerge la Ermita de Brugués, un restaurante que domina toda la llanura del Delta del Llobregat desde las alturas desde 1960.
Aquí los calçots los miman al fuego de la brasa. Llevan más de 60 años haciéndolos así, sin trampa ni cartón. El menú calçotada es para salir rodando. A los calçots le suman unas alcachofas del Prat en plena temporada y una parrillada de carnes también pasadas por la brasa. Y todo acompañado por el alioli de Delia, que es de los más sabrosos que probarás en mucho tiempo. Si aún os queda hueco, no dejéis de probar otros platos como los caracoles a la llauna. Cuesta mucho elegir tan sólo un plato de la carta. Y está todo buenísmo.
Restaurant Ermita de Brugués. Carretera de Gavà a, Carr. de Begues, Km. 4,600, 08850 Bruguers, Barcelona
Can Pizza (El Prat – Molins de Rei)
Y para acabar este repaso a lugares de peregrinación calçotera, me permito la licencia de recomendar comerlos en pizza, no en cualquier sitio, sino en la considerada mejor pizzería de España 2021. La gente de Can Pizza, siempre dándole vueltas a todo lo que rodea este plato, han creado La Calçot. Nos cuenta Isaac Aliaga, alma mater de Can Pizza que la idea surgió por incorporar los productos de temporada a la pizza, como hacemos con la Carxofa Prat.
Para elaborar esta pizza única y de temporada hierven los calçots previamente y luego los incorporan a la pizza. El horno de leña acaba de hacer la magia. Una magia que se acompaña de una pócima infalible: el romesco. Esta salsa se adapta de maravilla a la pizza e incluso llega a sustituir el tomate clásico en algunas creaciones de la carta de Can Pizza. La calçot, además del romesco y los cebollinos, se acompaña de avellanas tostadas, pimienta y el toquecito de la scamorza, que contrarresta la dulzura del calçot. Como dicen, Quien Apizza no es traidor.
Can Pizza. Carrer Rafael de Casanova, 46INT, 08750 Molins de Rei, Barcelona // Carrer d'Enric Morera, 72, 08820 El Prat de Llobregat, Barcelona