"El calçot, el porrón y los castellers, tres cosas nuestras que siempre me han fascinado. Salen de la tierra y me hacen mirar al cielo", escribió Bigas Luna en el prólogo del libro "La cuina del calçot" (1998). Su descripción resume el dolor cervical que desarrollamos los catalanes de buen comer y beber entre enero y marzo, temporada del mejor calçot. Sin embargo, como no todos disponemos de coche o tiempo para desplazarnos a Valls, a una masía de interior o a un merendero en el Montseny, hemos decidido listar buenos sitios la ciudad de Barcelona donde poder celebrar una calçotada.
Masías urbanas y restaurantes con brasas a los que puedes llegar en bici, metro, patinete, bus o en el coche de San Fernando. En todos podrás reservar para grupos, mojar el calçot en salsa romesco y pringarte hasta las cejas. Además, son idóneos para ir con niños o con amigos guiris que busquen algo tan difícil en Barcelona como un restaurante de cuina catalana. Eso sí, aquí se viene a lo que se viene, por lo que en la mayoría es necesario reservar y funcionan con menú cerrado de calçotada, así que es un sota, caballo y rey, con los calçots contados por persona, típica carne de parrilla y vino al gaznate. Como dijo cierto político una vez: "es el mercado, amigo".
Can Travi Nou
Majestuosa masía del siglo XVII, propiedad de la familia de Josep Soler y Teresa Ribatallada, quienes decidieron cuarenta años atrás reformarla para albergar un restaurante que se mantiene discreto, pero que sigue siendo garantía para acudir con grupos sin sentirnos en un salón de bodas, bautizos y comuniones. Dirige los fogones Jordi Anglí (Cinc Centits*, Georges Blanc***), el primer graduado de Hoffman que hizo las prácticas en un triestrellado.
Tienen dos cartas de calçotada, una a 41€ y la otra a 56,50€. La primera, más simple, con parrilla de carnes, crema catalana y bebida. La segunda aporta pica pica, con caracoles, buñuelos de bacalao, escalivada y jamón ibérico de bellota; y la parrilla es sustituida por costillas y chuletas de cordero, butifarra con patatas fritas, alubias y chips de alcachofa. Jardines, párking privado y comedores para todo tipo de grupos.
Can Travi Nou. c/ de Jorge Manrique, s/n, Barcelona (Metro Horta y Montbau) Telf. 93 428 03 01 Consulta sus menús
Can Cortada
A 10 minutos caminando desde Can Travi Nou, separado del Parque del Laberinto de Horta por la ronda, sigue mirando hacia Barcelona este edificio histórico de origen medieval, que nació como castillo de los señores de Horta en el siglo XI. Después se reconvirtió en masía y ahora es un precioso restaurante conservado con mucho mimo. Todo el recinto forma parte del patrimonio de la ciudad, declarado Bien Cultural de Interés Local. Igual que Can Travi, con quien comparte dueños, su espacio logra dos magníficas quimeras: 1) hacernos sentir fuera de Barcelona en Barcelona; y 2) que los grupos con niños sean bienvenidos.
Su menú sale por 41€ e incluye calçots a la brasa de carbón con salsa de romesco, parrillada de carne a la brasa: churrasco, pollo, chistorra, cordero a la brasa y butifarra de la Garriga, con bandejas de alubias y patatas al caliu con alioli. Crema catalana, pan con tomate y bebidas.
Can Cortada Av. Estatut de Catalunya, s/n (Metro Mundet y Valldaura). Consulta aquí su menú
El Disbarat
Seguimos en la parte norte de Barcelona, porque en Gracia también es posible zamparse calçots, que como no podía ser de otra manera, en este barrio son de agricultura ecològica, cocidos a la brasa con carbón vegetal. 15 piezas incluyen por persona en su menú. Además, surtido de carnes que se sale de la regla, con un trío de butifarras (blanca, negra y criollo), vacío de ternera y abanico de cerdo ibérico de Guijuelo, todo acompañado de alubias con tocino, alcachofas y patatas. También bacalo confitado con samfaina.
El Disbarat. c/Montseny, 14. Metro Fontana. Consulta aquí su menú.
Can Vador (Eixample e Illa)
Tienen dos restaurantes, uno próximo a Plaza Tetuán y el otro en la Illa Diagonal, justo al lado del Goxo de Dabiz Muñoz. Ambos muy agradables para ir con amigos o familia. Aquí lo que prima es la parrilla, porque fuera de esta temporada que nos ocupa es su especialidad. Gastan producto autóctono, calçots de la D.O Valls, y el romesco no se queda corto en cantidad. El menú sale por 35€ e incluye brasa de cordero, secreto ibérico, butifarra y pollo de payés; además de crema catalana, bebidas y café. Fuera del menú de calçotada tienen alcachofas del Prat y caracoles, por si queréis hacer escalera de color.
Can Vador. Diputació, 357 (Metro Tetuán) e Illa Diagonal (tram y buses)
Vic Brasería
Restaurante coqueto de barrio, ubicado entre Tetuán y la Monumental, que no es una zona donde precisamente abunden las opciones y las buenas croquetas. Vic Brasería está especializado en brasas y en cocina catalana, una línea cada vez más inaudita en esta ciudad con amnesia gastronómica transitoria. El menú de calçotada cuesta 35€ e incluye porrón, coca de Folgueroles a la brasa con tomate, fuet de Vic, ricas croquetas caseras, paperina de calçots con romesco, parrillada de butifarra, conejo y costillas, y patatas al caliu. Crema catalana, de nuevo; y/o mel i mató. Aquí grupos más reducidos. Ideal para parejas y finde con los papas.
Vic Brasería. Sicilia, 202 (Metro Monumental). Consulta aquí su menú
El Pintor
Lo que fue antaño el taller de un pintor es hoy un restaurante de cocina catalana el barrio gótico, entre la Catedral y Plaza Sant Jaume. El menú de calçotada (39,90€) no se centra solo en el calçot y da la posibilidad de sumar una ración de alcachofas a la brasa o caracoles a la llauna. Entre los platos principales puedes escoger bacalao, que comienza a ser su temporada en el recetario tradicional, o parrillada. Diferentes postres y que no falte el vino. Idóneo para grupos más reducidos y compromisos en la ciudad. Ambiente "con mucho caliu", ladrillo visto, antigua volta catalana y cazuelitas de cerámicas.
El Pintor. Sant Honorat, 7 (Metro Sant Jaume y Universitat) Consulta aquí su menú
Belbo Candela
El grupo de restauración Belbo, nacido durante la pandemia, ofrece en todos sus locales un guiño a la tradición del calçot. En su local de Rambla Catalunya, pegado a Plaza Catalunya, no tienen un menú concreto de calçotada, pero ofrecen la teja con una decena de calçots por 12€, acompañada de la salsa, para quienen tengan antojo durante la semana. En el resto de establecimientos de la ciudad, ubicados en el Hotel Me (Casp, 1-13), dan la vuelta al calçot con otras propuestas, como los calçots en tempura Belbo Terrenal) y la pizza de masa madre con calçots, salsa romesco de tomates sicilianos y guanciale. Por cierto, para mojar en romesco y entrenarnos para la Cuaresma, también brindan churros de bacalao.
Belbo Candela. Rambla Catalunya, 2 (Metro Plaza Catalunya)