El brunch con las mejores vistas de Madrid: diseñado por un chef con dos estrellas Michelin

El chef Ramon Freixa firma este exclusivo brunch de domingo que se puede degustar en Papagena, el restaurante del Teatro Real de Madrid

Iker Morán, periodista y autor en Hule y Mantel

Periodista

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El brunch del restaurante Papagena (Madrid) con vistas al Palacio Real / Cedida
El brunch del restaurante Papagena (Madrid) con vistas al Palacio Real / Cedida

Pocas expresiones más desgastadas que aquello del “marco incomparable”. Pero es imposible no recurrir a ella al sentarse ante los ventanales del restaurante Papagena de Madrid y ver cómo, literalmente, enmarcan unas vistas privilegiadas del Palacio Real. La foto es de postal y si incluimos en el encuadre la mesa repleta de platos de su brunch, estamos ante el paraíso de cualquier Instagramer que se precie.

Por suerte, la cosa no se queda en la foto, porque estamos en el restaurante del Teatro Real de Madrid, asesorado por Ramon Freixa, y que cada domingo por la mañana ofrece uno de los brunchs más cotizados de la ciudad.

Platos del brunch de Papagena (Madrid) / Cedida
Platos del brunch de Papagena (Madrid) / Cedida

No es barato ni lo pretende con esta carta de presentación, pero los 66 euros que cuesta no solo abren la puerta a casi un menú degustación con cuatro secuencias compuestas de varios bocados y platos, sino que permiten disfrutar de este espacio exclusivo situado en la sexta planta de la ópera madrileña y asomarse a los jardines de Oriente y a la fachada principal del Palacio Real.

Así es el brunch de Papagena

Abierto en verano de 2022 y con nombre de uno de los personajes de La Flauta Mágica de Mozart, además del restaurante con una propuesta creada por Freixa, el espacio también funciona como coctelería, abanderando de nuevo su ubicación tan especial para convertirse en uno de los bares más elegantes de la ciudad.

Huevos benedict en el brunch de Papagena (Madrid) / Cedida
Huevos benedict en el brunch de Papagena (Madrid) / Cedida

Pero los domingo toca brunch, ese almuerzo de fin de semana que lleva suficientes años de moda como para que asumamos que no piensa irse. Así que, al menos, hagámoslo en condiciones y en un lugar que invita a celebrar alguna ocasión especial. También el despliegue de platos que componen un menú dividido en cuatro tiempos. O, mejor dicho y teniendo en cuenta donde estamos, en cuatro actos.

La función empieza con un heterogeneo surtido de bocados que incluyen, entre otros, un cóctel semisólido de yogur y guayaba, croissants con láminas de oro para que quede claro el glamour desde el principio y, atención, unas pequeñas porras rellenas de jamón que, tras la sorpresa inicial, la verdad es que están buenas. Esta mezcla inicial de dulce y salado tal vez despista un poco, pero encaja con la filosofía original de un brunch.

Tras el estreno de esta bonita y surtida bandeja de varios pisos llega el segundo acto, con fruta y una pequeña selcción de quesos y embutidos. Opcionalmente se pueden sumar croquetas, jamón ibérico o anchoas con mantequilla ahumada, aunque cada uno de estos platos tiene un suplemento de unos 5 euros.

La verdad es que el menú estandar es más que suficiente, pero sí que chirría un poco que en un brunch de este nivel y precio no esté directamente todo incluido. Puestos a jugar al menú degustacion, ¿no sería mejor elaborar una opcion más corta y otra más larga con diferentes precios para que el cliente pueda elegir antes de sentarse y listo? 

El broche final

Las creaciones dulces del brunch de Papagena (Madrid) / Cedida
Las creaciones dulces del brunch de Papagena (Madrid) / Cedida

Seguimos con el plato fuerte que, a diferencia del resto que va al centro para compartir, es individual. Hay que elegir entre nada menos que ocho opciones que van desde los clásicos huevos benedict con jamón o con salmón, a un roll club con pan hojaldrado y roast beef o una curiosa mezcla entre la elegancia europea y los platos clásicos de un diner americano: waffles con pollo frito o pancakes con bacon y sirope de arce. Opciones, en definitiva, para todos los gustos, bien resueltas e incluso un tanto irreverentes en un lugar tan elegante.

El broche final lo pone una bandeja con cinco bocados dulces que tambien juegan con la originalidad y los guiños a los postres de un gastronómico. Entre labios de chocolate y chupitos de infusión de hinojo y naranja, muy bien traido el pequeño "músico de chocolate y violetas". Pocos dulces mejores para este lugar y más teniendo en cuenta el chef catalán que lo firma.

Por supuesto, no hace falta tener entradas para la ópera para cenar, tomar una copa o disfrutar del brunch de los domingos en Papagena. Abre todos los días de representación y también de jueves a sábado de 7 de la tarde a 12 de la noche y los domingos de 12 a 4 horas. // Papagena. Teatro Real, C. de Carlos III, s/n, sexta planta, 28013 Madrid. Tel.: 629 707 885.

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