Ay, el aperitivo… Ese momento de desconexión durante el fin de semana en el que todo es posible, o bien entre semana, después de currar, como afterwork. Da igual cuándo lo celebres mientras haya un buen grifo de vermut, cerveza y buenas opciones de picoteo y, a poder ser, barra amplia o terraza con buen ambiente.
En una ciudad como Madrid, donde la oferta que se enfoca a este ceremonial no para de renovarse y crecer, se encuentran también algunas referencias que son auténticas joyas, tesoros de otro tiempo que se mantienen en plena forma. Aquí una pequeña recopilación de bares tradicionales o bien novedades que han llegado para hacernos disfrutar:
Marrufo + El Lugarcito: tándem de barrio
Presentar El Lugarcito como una casa de comidas de barrio en la que se cocina rico y bueno a un precio asequible no es desvelar ningún secreto. Sí lo es clamar a los cuatro vientos su alianza con la coctelería Marrufo, de reciente apertura en la misma calle Noviciado. Los sábados, el plan de aperitivo perfecto se encuentra tras las puertas de esta nueva referencia de coctelería clásica en la que, además de un vermut —o de un cóctel, que para eso estamos en una coctelería— se pueden comer platillos traídos de su cocina vecina, El Lugarcito.
Si bien la carta variará en función de disponibilidad y del fin de semana, recomiendo la ensaladilla y las empanadas de pollo y de atún. Aviso a navegantes: hay muchas posibilidades de que estés tan a gusto que no quieras marcharte y el aperitivo se convierta en sobremesa, porque si quieres comer, también hay plato principal. Yo he llegado a probar unas fabes asturianas para el recuerdo. / Coctelería Marrufo c/ del Noviciado, 16 / 616 837 795
Bodegas Casas: vermut de grifo al sol
Abierto en 1923, Bodegas Casas es un bar castizo con una personalidad que se mantiene intacta desde hace casi un siglo, que es referencia para los parroquianos del barrio que paran a tomar algo a diario y también para el mix de clientela que se junta el fin de semana. Previo paseo por el parque del Retiro, es el lugar perfecto para tomar el aperitivo ya sea en el interior —estupendamente conservado— como en la terraza en la que da el sol al mediodía.
Bodegas Casas ofrece un vermut de grifo que sus propietarios califican como el que «probablemente sea el mejor de Madrid», además de 50 referencias de vinos en carta. Para complementar mientras rellenamos el vaso: anchoas, boquerones, ventresca de bonito con pimientos, mejillones, empanada, ibéricos… todos ellos en raciones a precios muy asequibles para combinar y picar. / Bodegas Casas Av. de la Ciudad de Barcelona, 23 / 915 512 437
Café Pavón: bravas en el teatro
Sentarse a una de las mesas pegadas a los enormes ventanales del Café Pavón y observar el ir y venir de la gente al otro lado del cristal mientras te envuelve la ebullición de conversaciones en el interior se me antoja como la escena de mediodía de domingo perfecta. Próximo al Rastro y a dos pasos de la plaza de Cascorro, el café bar que aloja el mítico teatro Pavón es uno de los imprescindibles para el aperitivo en la capital.
Sutilmente reformado hace unos años, se encuentra en un edificio art decó en el que la esencia del local original se respeta magníficamente. Un detalle: conserva su techo original de 1924, así que mira hacia arriba y no te pierdas el espectáculo. Vermut preparado y ¿algo para picar? Bravas y ensaladilla. Por si te quedas con ganas de más: el bocata de pastrami con pepinillos o el carne loca, acierto seguro. / Café Pavón c/Embajadores 9, Madrid / 912 190 682
Viva Madrid: la taberna inusual
Fundado en 1856, este local histórico en pleno barrio de las Letras alberga hoy el proyecto de taberna inusual de Diego Cabrera, barman argentino de referencia a nivel internacional y propietario de la coctelería Salmon Guru. Viva Madrid es el ejemplo del acierto que puede ser crear un proyecto nuevo respetando un espacio antiguo y dándole una nueva vida. Remodelado por el prestigioso interiorista Lázaro Rosa-Violán, conserva elementos tan característicos como la fachada de cerámica pintada a principio del siglo XX, el espectacular techo artesonado del siglo XIX o la reconstrucción de la barra original de zinc que custodia un magnífico botellero.
El ambientazo de época caracteriza esta taberna, pero lo que la hace única es la potencia de la oferta líquida de alta coctelería de Cabrera, que se complementa con platillos y tapas. Para el aperitivo recomendamos probar la Media Combinación (clásica o cubana) acompañada con gildas, la versión Viva Madrid, la Salmon Guru ¡o ambas! y si caes en el picoteo, no dejes de pedir la croqueta de costilla guisada. La terraza es un plus, pero mi favorita es la mesa junto a la ventana y frente a la barra para no perderse nada. / Viva Madrid c/ de Manuel Fernández y González, 7 / 916 059 774
Bodegas Rosell: un clásico centenario
Un antiguo despacho de vinos que pasó a ser una bodega a comienzos del siglo XX y que mantiene hoy toda su esencia: un bar castizo en el que tomar un buen aperitivo acompañado de un caldo de cocido casero que en esta época del año entra solo. Ya sea en el interior o en su terraza, es difícil resistirse a picar alguna de sus raciones, perfectas para compartir: embutidos, conservas de calidad, tostas, croquetas —ojo con las de jamón—, revueltos —el clásico de ajetes y gambas es un acierto— y su renombrada tortilla de patatas.
Además, si alargas y te quedas a comer, cuenta con más de 200 referencias de vino y una amplia carta de cocina tradicional: son especialistas en bacalao, pero no pierdas de vista las albóndigas de rabo de ternera en salsa. También hacen arroces por encargo. Un plus: los azulejos que cubren su fachada representan el santo y seña de la tradicional decoración de bodegas en la capital y son obra del pintor sevillano Alfonso Romero Mesa, también datados a comienzo del siglo XX. / Bodegas Rosell c/del Gral. Lacy, 14, Madrid /914 678 458
La Gildería: el templo de las gildas
La Gildería fue una de las grandes aperturas consagradas al aperitivo en 2021. Ubicado en el animado barrio de La Latina, este es el un bar de especialidad dedicado a las gildas. Sus propietarias, dos jóvenes emprendedoras, han logrado crear un espacio renovado sin renunciar al espíritu castizo de los bares y tabernas de la capital. Recién inaugurado, podría decirse que ya tiene solera.
Aquí lo difícil es elegir vermut en una variedad de opciones que incluye referencias que se encuentran entre los favoritos de los expertos y además, un vermut propio, sello de la casa. Su oferta de comida incluye, entre semana, cinco tipos de gildas que se amplían con varias gildas especiales el fin de semana y un repertorio de conservas gallegas perfectas para completar el aperitivo. / La Gildería c/ de Calatrava, 17
Casa Labra: aperitivo con historia
A un paso de la puerta del Sol, casi escondida en la calle Tetuán —que tantas veces pasa desapercibida caminando por Preciados— encontramos Casa Labra, local histórico en el que Pablo Iglesias fundó el PSOE el 2 de mayo de 1879 y cuya portada se remonta a 1860. Esta taberna centenaria ha sabido actualizar su oferta sin renunciar a las señas de identidad culinaria que la caracteriza.
Aunque tiene un espacio de sala de restaurante, nos centramos ahora en el espacio del bar, en el que la comida se sigue pidiendo —como se hizo siempre— en un mostrador que funciona como taquilla y la bebida en la barra. Casa Labra es la parada perfecta en el centro de la capital para un aperitivo de época, en el que los imprescindibles para acompañar el vermut son la tajada de bacalao frita, su mítica croqueta de bacalao y la empanadilla de carne, un trío para repetir y repetir. / Casa Labra c/ Tetuán, 12 / 915 310 616