Empecemos por el principio. ¿Qué es un restaurante de carretera? Entiendo que, para ser tal cosa, debe cumplir un mínimo de condiciones. En primer lugar, su propósito principal es dar servicio a viajeros, así que estará ubicado en una vía transitada. En segundo lugar, es fundamental que ofrezca un horario prácticamente ininterrumpido, con la cocina abierta todo el día.
Además, debe contar con un amplio aparcamiento, no queremos perder veinte minutos buscando sitio. Por último, y no menos importante, debe ofrecer un servicio relativamente rápido, estamos de paso y la idea es resolver un desayuno, una comida o una cena con agilidad.
Lamentablemente, estos restaurantes están en peligro de extinción. En los últimos veinte años, las cosas han cambiado mucho. Primero llegaron las autovías, después las circunvalaciones y, finalmente, los trenes de alta velocidad y los vuelos low cost, que han transformado nuestra forma de viajar, reduciendo drásticamente las paradas en ruta.
Los camioneros, que eran el principal sustento, también han cambiado de hábitos. Muchos se llevan su propia comida preparada y sus presupuestos no son para echar cohetes. Ahora es habitual encontrar paisajes apocalípticos en carreteras secundarias formados por restaurantes, prostíbulos, moteles y gasolineras abandonados, que podrían servir como escenario de una de esas películas de zombies que están tan de moda.
4 restaurantes de carretera en Tarragona
Los que sobreviven, se han ido transformando en restaurantes destino que, además de atraer a clientes de paso, tienen una clientela local que los visita con frecuencia. Si entramos ya en materia, es decir, si nos centramos en los restaurantes de carretera de Tarragona y alrededores, tenemos que hablar de la N-340, heredera de la antigua Vía Augusta, una calzada romana que conectaba Cádiz con Roma y que lleva siglos marcando nuestras vidas.
Aunque ahora muy desdibujada, especialmente a su paso por Tarragona, conserva tres restaurantes emblemáticos que son ya parte de la historia de la ciudad.
Restaurante Brasería Tritón
A menos de dos kilómetros del centro, dirección Valencia, nos encontramos con el Restaurante Tritón. En su día era conocido porque abría 24 horas, pero ya no hay tanto cliente nocturno, así que ahora hay que ir entre las seis de la mañana y las doce de la noche. Aparte de ofrecer un servicio de cocina ininterrumpido, lo más interesante es que tienen brasas y eso siempre lo hace todo más fácil.
Hay que ser muy patán para que algo a la brasa no quede rico. Ya, ya sé que la materia prima es fundamental, pero el pollo o el conejo son muy sufridos y si los acompañamos de allioli, el éxito está casi garantizado. He leído muchas reseñas afirmando que ya no es lo que era, ¿acaso algo lo es?
En resumen, no será la experiencia gastronómica de tu vida, pero está junto a una gasolinera, hay sitio para aparcar de sobra, un menú de mediodía con un precio ajustado y mucho donde elegir y siempre puedes pedirte algo a la brasa. // Restaurante Brasería Tritón. Carretera de Valencia, 43006, Tarragona. Junto a gasolinera Repsol. Tel.: 977 553 991.
Restaurante Jaume I
Si en lugar de coger la N-340 en dirección sur, nos vamos hacia el norte, enseguida nos encontramos con el Restaurante Jaume I, también junto a una gasolinera, con un amplio espacio para aparcar y un aliciente especial, está junto a la playa, a la que se puede acceder con un paseo de cinco minutos. Aunque estés de paso, sea invierno o verano, lo recomendable es acercarse aunque sea solo para mojarse los pies. La playa Larga es una de las mejores que tenemos y estas oportunidades no hay que dejarlas pasar.
Un paseo previo para coger hambre o uno posterior para digerir, hay que hacerlo. Abierto de siete y media de la mañana a seis de la tarde, con descanso los miércoles, sirven desayunos, tentempiés entre horas y un menú de mediodía que está muy bien.
Ensaladilla, croquetas o chipirones son protagonistas en verano y dan paso a canelones o escudella cuando hace algo más de frío. Los fines de semana triunfan los arroces, secos o caldosos. Hay postres clásicos, como la crema catalana y también vintage, parece que la Comtessa resiste en las cartas contra viento y marea.// Restaurante Jaume I. Carretera N-340, km 1167, 43007, Tarragona. Tel.: 977 207 943.
El Buffet d'Altafulla
Sin dejar las N-340, seguimos en dirección norte y nos encontramos con el primer buffet libre que abrió en Cataluña hace ya un buen puñado de años. También junto a una gasolinera, con un aparcamiento enorme (2700 m²) con mucho camión, abierto todos los días de seis a una de la mañana, últimamente ha sido noticia porque ha recibido un Solete Repsol.
Confieso que nunca me ha atraído el concepto bufé, por el mismo motivo que no me gusta el tapeo en Donosti. Casi todo es mejor recién hecho, ¿o no? En todo caso, no tengo líneas rojas gastronómicas y ocasionalmente puedo disfrutar de un buen buffet, especialmente si voy con críos, que lo disfrutan como pocos. Sólo por ver como se les ilumina la cara al ver que pueden comer de todo, vale la pena la visita.
Y si uno prefiere una oferta más convencional, que no se mueva. También hay restaurante, con menú de mediodía y una brasería para disfrutar de una butifarra, un entrecot, un churrasco, un chuletón y muchas otras cosas ricas preparadas al calor de las brasas de leña de encina. // El Buffet d'Altafulla. Ctra Nacional, N-340, Km 1173, 43893, Tarragona. Tel.: 977 650 028.
El Gordo 2
Vamos a acabar esta selección incluyendo un restaurante que igual es más “de polígono” que “de carretera”, pero que vale la pena. Situado entre la autovía A-7 y la autopista AP-7 a su paso por Tarragona, si toca estirar las piernas, la parada es más que recomendable.
No solo por sus famosos callos, que ganaron el premio a los mejores de Cataluña hace unos meses y se han convertido en objeto de peregrinación, sino por toda la magia que los hermanos Dani y Paula despliegan a diario, desde las seis de la mañana, con un festival de platos de cocina tradicional, ya sea en menú de mediodía o en raciones.
Sus guisos provocan el delirio entre aquellos a los que nos gustan los desayunos contundentes. Carrilleras, manitas, morro, capipota y los ya mencionados callos, son clásicos imprescindibles para nuestra salud mental. Para disfrutar del espectáculo en su máximo esplendor, lo mejor es ir un sábado por la mañana, cuando el ambiente festivo genera una atmósfera única para celebrar la buena cocina de toda la vida. ¡Viva El Gordo 2! // El Gordo 2. Carrer del Sofre, 3-5-7, 43006, Tarragona. Tel.: 977 206 495.