Cualquiera que estos días ande por Tokio no tardará en darse cuenta de que hay un protagonista inesperado en mucho carteles: el pollo frito. Y es que este plato es una de las estrellas de la Navidad de Japón, donde los restaurantes de la cadena KFC son los que más éxito cosechan.
Un momento, ¿pero en Japón se celebra la Navidad? Sí, pero básicamente porque cualquier cosa que sea pueda celebrar y dé para comprar, comer y beber es digna de entrar en el calendario del país, tal y como nos cuentan expatriados con suficientes años viviendo allí como para conocer la particular idiosincrasia del país.
Vídeo desde Tokio
El pollo frito navideño
En su Navidad, desprovista de cualquier atisbo religioso o espiritual y volcada en la parte comercial, el menú de Nochebuena consiste en una buena ración de pollo frito. Los establecimientos de KFC se visten para la ocasión semanas antes, con carteles que anuncian sus menús, el Coronel Sanders vestido de Papa Noel --la verdad es que no necesita mucho disfraz para el papel-- y un despliegue de rojos y dorados por todas partes.
El éxito es tal que es mejor reservar con días de antelación para no quedarse sin uno de sus populares cestas de pollo frito. Y sin la tarta de nata y fresas que es la otra parte fundamental de este curioso menú navideño cuyo precio suele andar entre los 5000 y 6000 yenes, unos 40 euros al cambio. Hay que reconocer que la celebración les sale económica y sin invertir más tiempo en la cocina que el que conlleva recalentar.
Una tradición que llega este año por primera vez a España. Y es que coincidiendo con las Navidades KFC ha lanzado en el país dos menús de edición limitada que rinden homenaje a esta curiosa costumbre japonesa. Se trata de la Burger Otaku y el Cubo Otaku, disponibles hasta el 16 de enero y que se presentan con un diseño inspirado en el país asiático. El tiempo dirá si también por aquí esto del pollo frito puede funcionar como opción navideña.
La tarta navideña japonesa
Pero volviendo al origen de esta tradición, cada año el denominado 'party barrel', este combo navideño con pollo y tarta, se acompaña de un plato conmemorativo. En nuestra reciente visita por la capital nipona pudimos verlo, pero no probarlo porque aunque se puede y deber reservar con antelación sólo está disponible la noche del 24 de diciembre.
Si la pasión japonesa por el pollo frito puede entenderse dada la tradición por las tempuras y los rebozados perfectos en el país, tampoco es ningún secreto que aquí lo dulce en su versión más instagrameable también triunfa. Aunque no se estile el desayuno dulce ni el postre al final de la comida, sí que las tartas de mil capas y colores, las galletas de cualquier forma imaginable o las bebidas siempre pasadas de dulzor son parte del paisaje habitual, al menos en las grandes ciudades. En este contexto es fácil entender el éxito de la tarta navideña (kurisumasu keeki), un sencillo bizcocho con capas y cobertura de nata montada y fresas a modo de decoración y aportando ese rojo tan tópico.
El origen de la tradición
Lejos de ser una moda nueva, lo de KFC en Navidad se remonta muchas décadas en Japón. La cadena llego al país en 1970 y pensó que sería buena idea preparar un menú a base de pollo frito para los extranjeros que residían en el país y que no querían celebrar las fiestas con ramen. Lo que, la verdad, es una decisión terrible. Pero volviendo a la historia, se ve que la ocurrencia tuvo tanto éxito que los locales no dudaron en adoptarla y pocos años después aquello ya se había convertido en una tradición y en el hilo de la publicidad navideña de esta cadena de comida rápida. Kurisumasu ni wa kentakkii! (¡Kentucky para Navidad!) se convirtió en el grito de guerra de la compañía.
Hay todo tipo de teorías que tratan de explicar el éxito de la idea y que hablan de una de las mejores campañas de marketing de la historia, o explican que simplemente KFC engañó a los japoneses haciéndoles creer que en Estados Unidos se celebraba así la Navidad y que Papa Noel se alimentaba a base de pollo frito. Incluso hay quienes aseguran que fue un estadounidense desesperado en busca de pavo para celebras las fiestas en Japón el que acabó conformándose con una ración de pollo.
Las omnipresentes tiendas de conveniencia --hay varias en cada calle, con horarios muy amplios-- también se apuntan a esto del menú navideño, tanto en formato familiar como individual. 7Eleven, FamilyMart, Dawson y compañía suelen tener su propia versión de platos navideños y el día 24 montan un pequeño puesto exterior para vender el citado pollo frito y la tarta. Una amiga que llega décadas viviendo allí nos cuenta: "Venden una cajita con un muslo de pollo rebozado, le ponen un lazo rojo y listo. Es un poco triste..." //