Existen muchos clichés perpetuados sobre Zúrich (Suiza). Bancos, finanzas y dinero, mucho dinero, es lo primero que nos viene a la cabeza cuando la evocamos. Sin embargo esta urbe tiene muchas otras caras. En ella conviven sin despeinarse la apabullante serenidad de su envolvente naturaleza, con una vibrante atmósfera artística, creativa y cultural y, por si esto fuera poco, con un variado panorama gastronómico que no defraudará a los foodies más exigentes.
De hecho, la gastronomía suiza va mucho más allá de la popular fondue, y estos restaurantes que sugerimos en Zúrich son un buen ejemplo de ello. Para rematar la visita, añadimos dos buenos planes gastro: una cata en unos viñedos urbanos y una visita al templo del chocolate, que ponen el broche de oro a esta guía de imprescindibles.
Qué ver en Zurich
Lo primero que cautiva de este fascinante destino son las aguas cristalinas de su espectacular lago y del río Limmat que vertebran en dos la ciudad. En ellas se refleja el coqueto skyline circundante delineado por las siluetas de las iglesias de San Pedro, la de Fraumünster —con sus famosos vitrales de Chagall y Giacometti— y la hilera de casas y edificios medievales perfectamente conservados.
Zúrich es moderna, cosmopolita y a la vez depositaria de una larga trayectoria artística y cultural. James Joyce escribió una gran parte del Ulises en esta ciudad donde vivió y en la que está enterrado; el Cabaret Voltaire alumbró el dadaísmo en 1916 y su oferta artística es generosa. Museos como el Landesmusem consagrado a la historia de la ciudad; el Museum für Gestaltung (Museo del Diseño) o el Centro Le Corbusier son algunos de ellos. Pero si hay una visita imprescindible es al Kunsthaus que alberga una de las mayores, y más importantes, colecciones de arte del país con obras de Picasso, Chagall, Monet, Munch, Matisse o Vincent van Gogh.
Tal es la pasión por el arte que la línea 4 de tranvía recorre muchos de estos lugares de interés cultural. Una de las paradas nos acerca hasta Zúrich West, una antigua zona industrial reconvertida en el nuevo barrio de moda. Los 36 arcos del viejo viaducto ferroviario son ahora una colorida sucesión de comercios, cafeterías y galerías de arte. La torre Prime (la segunda más alta de Suiza) o la torre Freitag, un rascacielos construido con contenedores, sede de la famosa marca de bolsos fabricados con lonas de camiones usadas, son parada obligada en este barrio zuriqués.
De vuelta al casco antiguo, el Altstadt, toca perderse por las pintorescas calles adoquinadas y las coquetas plazas que se despliegan a ambos lados del río, con sus edificios gremiales y consistoriales del Renacimiento y sus casas medievales. Todo recorrido por este distrito histórico debe incluir una visita al hall de la Policía Municipal para admirar los frescos de Augusto Giacometti que decoran su cúpula; una subida hasta la plaza Lindenhof desde donde se divisan unas vistas espectaculares de la ciudad y un paseo por la célebre Bahnhofstrasse, la calle por excelencia de las marcas de lujo.
Dónde comer: restaurantes y dos planazos
Para cuando llegue el momento de comer, aquí va una lista de recomendaciones para paladares gourmets y para aquellos de gustos más nostálgicos.
Bernadette. Un restaurante con vistas
Situado justo al lado de la Ópera y con unas vistas maravillosas al lago Zúrich, este establecimiento es perfecto para almorzar, tomar un relajado aperitivo o cenar en un ambiente elegante. El chef Heinz Schärer ha elaborado una carta con una gran variedad de propuestas que van desde platos de cocina internacional hasta especialidades tradicionales como el famoso wiener schnitzel, el clásico escalope fino de ternera rebozado acompañado de patatas fritas, sencillo pero delicioso. // Bernardette. Sechseläutenplatz, 1, Zúrich. Tel.: +41 44 2686464
Zunfthaus zu Zimmerleuten. Tradición e historia
Este templo de la comida tradicional suiza se ubica en un magnífico edificio medieval, antigua sede del gremio de carpinteros, frente al río Limmat. Con una decoración clásica, donde la madera es la protagonista, su especialidad más celebrada es el Zürcher Geschnetzeltes, un plato de nombre impronunciable pero muy sabroso elaborado con carne de ternera, riñones y champiñones, servido con salsa de crema y el famoso rösti, una torta hecha a base de patata muy típica de la cocina suiza. También ofrecen la versión vegetariana. // Zunfthaus zur Zimmerleuten. Limmatquai, 40, Zúrich. Tel.: +41 44 2505363
Milchbar. Con un toque italiano
Durante décadas fue una cafetería donde solo se podían tomar bebidas calientes y delicias horneadas hasta que en 2012 Michel Péclard y Florian Weberse se hicieron cargo de este emblemático local de la Kappelergasse para convertirlo en un paraíso gourmet. Cocina sencilla pero sofisticada, con un toque italiano, para disfrutar en el interior o en la terraza ubicada en una bonita plaza.
Fondues, ensaladas, platos de pasta, saludables pokes o platos vegetarianos son algunas de los platos de este estableciminto que cuenta además con vinatería y una tienda de productos frescos y delicatessen. // Milchbar. Kapperlergasse, 16, Zúrich. Tel.: +41 44 2119012
Restaurant Kantorei. Una joya escondida
Situado en la idílica Neumarkt Platz, en el corazón de Niederdorf, un tranquilo y coqueto barrio del casco antiguo, se encuentra este encantador restaurante muy recomendable, no solo por el ambiente relajado sino además por su excelente comida.
Disponen de dos cartas-menú, una para el almuerzo y otra para las cenas, ambas con una buena relación calidad-precio, con platos que van desde una sabrosa hamburguesa, un risotto cremoso de setas del bosque, platos de pasta y ensaladas o el tradicional schnitzel, el fino escalope rebozado estilo vienés. Abierto entre semana desde las 9 horas, no se me ocurre mejor lugar para tomar un buen café antes de comenzar la jornada. // Kantorei. Neumarkt, 2, Zúrich. Tel.: +41 44 2522727
Kronenhalle. Comer junto a un Picasso
Aunque no hemos probado su cocina, hay dos establecimientos históricos donde os sugerimos, al menos, tomar un cóctel o un aperitivo. Comenzamos en el Kronenhalle, un icónico restaurante del barrio Niederdorf, fundado en 1923 por Hulda y Gottlieb Zumsteg. Con una atmósfera nostálgica, armoniosa y muy elegante, de sus paredes cuelgan cuadros de Miró, Picasso, Bonnard, Braque o Chagall, todos ellos asiduos comensales como también lo fueron Federico Fellini, Coco Chanel, Yves Saint Laurent, Stefan Zweig, Thomas Mann o James Joyce.
Este espacio centenario consta de dos ambientes, por un lado un pequeño y sofisticado bar —difícil encontrar hueco aunque merece la pena intentarlo— y el restaurante propiamente dicho especializado en alta cocina tradicional. // Konenhalle. Rämistrasse, 4, Zúrich. Tel.: +041 44 2629911
Odeon. El preferido de Mata Hari y Einstein
Muy cerca de allí se encuentra un legendario café de estilo art nouveau, inaugurado en 1911, que en su día fue punto de encuentro de artistas, escritores, intelectuales y políticos. Albert Einstein impartía conferencias en sus salas y entre sus clientes habituales figuraban Lenin, Klaus Mann, Mussolini, Tristan Tzara, Arturo Toscanini o la mismísima Mata Hari. En su carta no faltan los clásicos de la coctelería además de una cuidada selección de vinos y cervezas. // Café-Bar Odeon. Limmatquai, 2, Zúrich. Tel.: +41 44 2511650
Rechberg 1837. Sólo producto regional
Abierto desde 2016, la filosofía de este acogedor restaurante es usar exclusivamente productos regionales que no hayan sido criados ni cultivados industrialmente. Así, por ejemplo, entre sus ingredientes no encontrarán aceite de oliva, pimienta, café o chocolate. Ellos mismos elaboran sus propias especias con las pieles de las verduras y se surten del mercado local de frutas y verduras que ponen cada viernes y sábado.
El chef Andi Bollinger crea propuestas muy originales y sorprendentes elaboradas con género sostenible cuidadosamente seleccionado. Existen dos menús degustación cuyo precio, sin vino, es de 108 CHF. para el de cuatro platos y de 140 CHF. el de siete. // Rechberg 1837. Chorgasse, 20, Zúrich. Tel.: +41 44 2221837
Lindt Home of Chocolate. Paraíso goloso
Una enorme fuente de chocolate de más de 9 metros de altura abre el recorrido por este museo interactivo consagrado al chocolate. No existe forma más dulce de adentrarnos en la fascinante historia de tan preciado producto. Disponen de audio guías en varios idiomas (incluido el español) y visitas guiadas. El precio es de 15 CHF, adultos; 10 CHF, niños de 8-15 años y gratuito para menores de 7.
Lindt Home Chocolate se encuentra a poco más de 20 minutos en el autobús 165, desde la céntrica Bürkliplatz. Para regresar lo mejor es hacerlo a bordo de alguno de los barcos que parten del cercano embarcadero mientras disfrutamos de las bellas panorámicas que nos brinda el entorno. // Lindt Home Chocolate. Schokoladenplatz, 1, Zúrich
Landolt Weine. Una cata entre viñedos urbanos
Fundada en 1834, esta bodega familiar organiza originales catas por sus bucólicos viñedos urbanos. Es uno de los principales viticultores de la ciudad con cerca de siete hectáreas de viñas solo en Zúrich. En ellas cultivan algunas de las diez variedades con las que elaboran sus codiciados vinos. Todos ellos, más una gran selección de referencias de todo el mundo se pueden comprar en su vinoteca. // Landolt Wine. Uetlibergstrasse, 130, Zúrich. Tel.: +41 44 2832626