En la Panadería La Cremita (Chiclana) se amasa la sierra, el campo y el mar de la provincia de Cádiz. Sus panes son un relato costumbrista de las emociones, olores y sabores que desprende esta tierra andaluza. Es una propuesta disruptiva que emana de la originalidad, el trabajo pausado, y la puesta en valor de este oficio artesanal.
Daniel Ramos y María Ángeles son la pareja que regenta este negocio con 18 años de vida. Se dedicaban exclusivamente a la pastelería ya que no les atraía la idea de hacer pan de batalla, la barra normal y corriente del día a día; pero todo cambió hace 9 años tras una conversación con JuanLu Fernández. El chef jerezano animó a Daniel a hacer pan, y le habló de la masa madre cultivada. Al principio se mostró reticente, pero pronto comenzó a formarse en diversos cursos, hecho que revolucionaría por completo La Cremita y sus vidas.
El pan de los estrellas gaditanos
Desde este momento Daniel ha iniciado un camino de creatividad constante, con le objetivo de introducir y ensalzar productos de la despensa gaditana en su obrador. Ha generado una sinergia colaborativa junto a los chefs más prestigiosos de la provincia, buscando panes únicos que puedan maridar platos de sus menús degustación. El Campero, Alevante, Mantúa, Lu Cocina y Alma o El Faro de Cádiz, son alguno de los restaurantes con lo que trabaja.
El secreto del éxito de María Ángeles y Daniel es muy sencillo: constancia y pasión por este oficio tan sacrificado. Buscan disponer de materia primas de una calidad imbatible. Utilizan procesos de fermentación muy lentos, emplean masa madre de cultivo, mantequillas de Normandía, harinas molturadas a la piedra, sin mejorantes y sin estar refinadas. Para sus panes también usan género fresco y de pequeños productores cercanos.
Atienden al público en el obrador de la calle Pedro Vélez 15 de Chiclana, y en la calle Rondeñas con esquina a Los Tarento en San Fernando, con una amplia gama de productos que no dejarán indiferentes a nadie: panes de chacinas chiclaneras, con mejillones o berberechos, de pimientos asados, de queso de cabra Payoya; cruasán de manteca colorá con zurrapa; picos picantes, de tortillita de camarones, de quicos… entre muchos otros.
Cruasán de ortiguillas y otras novedades
La pasada semana, La Cremita acudió al salón Intersicop donde elaboró y presentó algunas de sus últimas propuestas más originales: cruasán de ortiguillas, coca de atún de almadraba y pan de camarones y algas; con los productos gaditanos por bandera.
Para la elaboración del cruasán de ortiguillas Daniel remarcó la importancia de que estas anémonas sean lo más frescas posibles, para que canalicen su intenso sabor a mar en la masa. Es un cruasán salado. Se fríen las ortiguillas y se hace una pasta que, junto a una mantequilla fresca, se une a la masa del cruasán.
La coca de atún de almadraba es un auténtico ensalzamiento de este producto estrella gaditano. La coca está adereza con tomate deshidratado, tataki de atún de almadraba de Gadira, espuma de hierbabuena y unos puntos de mahonesa de trufa. Imposible resistirse.
Las algas es uno de los ingredientes predilectos de La Cremita, presente en los picos, regañás, cruasanes, cocas y panes. En esta ocasión sorprendió a los asistentes con un pan de algas y camarones. Para elaborar este pan, Daniel utiliza lechuga de mar fresca de Sancti Petri y camarones. Los camarones son deshidratados para obtener sus matices con una mayor potencia. El resto no tiene secreto: harina, agua, sal y tiempo. En algunas preparaciones con algas, utiliza agua de mar para aumentar el sabor yodado. Puro Cádiz.