La Louis Vuitton 37a America’s Cup, la regata más prestigiosa del mundo de la vela, ya está en marcha y no son pocas las iniciativas gastronómicas que han surgido alrededor de este evento deportivo. Como el pan de mar creado por el Gremio de Panaderos de Barcelona; la gastronomía que ofrecen en Vraba, el restaurante oficial; las experiencias especiales que proponen en el hotel W o el Hotel Arts; o el cóctel que preparan en la Terrassa del Claris, entre otras.
Sumado a todo esto, la propia organización del evento también ha establecido tres grandes zonas de acceso gratuito abiertas al público desde donde los se pueden seguir las regatas en directo, además de disfrutar de una programación de contenidos culturales y de diversas zonas de restauración, en forma de mercado callejero, antes y después de las regatas.
Qué se come
Van Van Food, un colectivo especializado en la organización de eventos que combinan gastronomía y cultura y que dispone de una larga trayectoria en la ciudad de Barcelona, se encarga de la gestión de estas zonas de restauración: el Race Village Oficial, situado en el Moll de la Fusta, y las Fan Zones de Plaça del Mar y Bogatell.
Los proyectos gastronómicos que participan han sido seleccionados por su arraigo en la ciudad y con el objetivo de ofrecer una cocina que apuesta por la tradición gastronómica local, junto a otras propuestas de carácter internacional "que reflejan la personalidad abierta y cosmopolita de la ciudad", tal y como han informado en un comunicado.
A lo largo de los días que dura el evento (hasta el 20 de octubre), y con la intención de poder ofrecer una oferta gastronómica variada, se ha establecido una rotación semanal de restauradores que irá alternando a medida que avance la competición, llegando a sumar más de 40 operadores participantes.
Entre ellos, encontramos chefs reconocidos como Nandu Jubany, Jordi Esteve (Nectari) o Albert Raurich (Dos Pebrots) y restaurantes galardonados como La Mundana, Per Feina o Babula.
Hay proyectos que conjugan tradición y modernidad como Los Tortillez, Rooster & Bubbles o Bar Pimentel; y otras propuestas nacidas en Barcelona y basadas en el comfort food que atraen al gran público: Deleito, Can Pizza, Kao Street, Fat Barbies, Tope by The Hoxton, Rollo’s o Trikini.
En La Gloria, Funky Bakers o Manioca Gluten Free son buenas apuestas para los que busquen propuestas más saludables. Y no faltarán proyectos consolidados en la escena street food local, y habituales en los eventos organizados por Van Van, como Corazón De Agave, Acid Bar, La Pulponeta, Deligotessen o Fileteando.
Para los postres, se ha confiado en Pastelería Hofmann y en los helados de Delacrem, Sant Croi y Guapaletas. Las zonas de restauración contarán con barras de bebidas, con productos de Coca-Cola, Estrella Damm, vinos y cavas de Juvé & Camps y espumosos Corpinnat de Recaredo.
Zona de brasas y sostenibilidad
En el Race Village del Moll de la Fusta habrá una zona de brasas, donde se ofrecerá producto fresco cocinado al momento: pescado y marisco fresco de la Cofradía de Pescadores de Barcelona y carne y verduras suministradas por el Mercado de la Barceloneta. En el mismo espacio se podrán degustar las ostras de Amélie, una maison d’huîtres francesa que ofrece un producto alabado por los mejores chefs.
Asimismo, se ha creado el After Race Bogatell, un punto de encuentro lúdico y festivo para después de las regatas, con una programación de DJs establecidos en Barcelona.
Los responsables de la gestión de estas áreas de restauración han anunciado que, para cumplir con los objetivos de sostenibilidad, no se usarán envases de plástico, los vasos serán de aluminio y los cubiertos y platos de material compostable.
La comida sobrante se entregará a los comedores sociales junto con Nutrició Sense Fronteres, y los trabajadores del evento contarán con el cátering de Cuina Justa, una empresa de economía social con 27 años de experiencia que tiene como misión mejorar la vida de personas con discapacidad ofreciéndoles trabajo en el mundo de la gastronomía.