Llega ese momento del año en que nos toca sacar la bola de cristal y tratar de anticipar qué nos deparará 2025. La consultora The Future Laboratory, en colaboración con Grupo Bacardi, acaba de publicar su Informe de tendencias en cócteles en el que identifica cuáles serán las preferencias del sector y las necesidades del consumidor; es decir, qué beberemos el próximo año.
La coctelería sigue creciendo en nuestro país de forma imparable: un 52% prefiere celebrar sus momentos especiales con un cóctel en lugar de con una botella de champagne.
“Los jóvenes adultos contribuyen de forma significativa al crecimiento acelerado de la cultura del cóctel en España. El próximo año, mientras que el 17% de los encuestados afirma que planea comprar más destilados solos o cócteles, esa cifra se eleva al 29% para los consumidores de la Generación Z (18-29 años)”, afirma Elena Delmagno, responsable de Advocacy de Bacardi España. Tan es así que un 26% de este segmento joven prefiere ya un cóctel a una cerveza y el 22% lo prefiere al vino.
Por otro lado, el consumo diurno se consolida; casi la mitad de los españoles dice que reducirá este año sus visitas a discotecas pero que saldrá más a restaurantes y bares, donde declara estar dispuesto a pagar más por ingredientes de calidad.
En este contexto, veamos cuáles son las 5 tendencias que van a marcar el sector de las bebidas espirituosas en 2025 a nivel global según este informe:
Sabores para entendidos y cócteles con menos alcohol
En el punto más alto de la burbuja del gin-tonic, los clientes se sabían todos los perfect serves de las marcas y demandaban tónicas y decoraciones específicas para sus combinados. Eso ya pasó y actualmente los consumidores prefieren ponerse en las manos de sus bartenders de confianza para descubrir nuevos sabores y bebidas.
Un 59% de los encuestados en Reino Unido reconocía haber cambiado el cóctel que había pedido a causa de la recomendación del barman, incluso tras haber tomado una decisión. Las cartas de autor se complican, los bares adoptan técnicas gastronómicas y la mixología está empezando a conquistar su espacio al lado de la cocina. Para muchos clientes, es más sencillo fiarse de la recomendación del experto.
“Un ejemplo claro de esta evolución es el trabajo de Marc Álvarez, copropietario de Sips y jefe de barra durante años de los restaurantes de los hermanos Adrià en Barcelona. Es uno de nuestros embajadores y bartenders más destacados, quien no solo se dedica a crear cócteles innovadores, donde la línea entre coctelería y gastronomía es muy sutil, sino que también educa a otros bartenders sobre la importancia de la sostenibilidad, el uso de ingredientes locales y la creatividad en la mixología", afirma Delmagno.
Y añade: "Su enfoque refleja cómo los bartenders están utilizando su conocimiento para moldear la cultura del cóctel, mientras se convierten en referentes para una nueva generación de consumidores”.
Para mantener el interés de los consumidores más informados, los bares están creando variaciones de los cócteles clásicos más conocidos o creando rituales de servicio propios que llamen la atención en redes sociales. Cómo de “dirty” ha de ser tu Dirty Martini es ya una cuestión identitaria para muchos jóvenes en Estados Unidos.
Tras la popularización de la paloma este 2024, los perfiles de los influencers americanos están ya llenos de batangas, una versión de un cuba libre con tequila, Coca-Cola, lima y un borde de sal. ¿Será este el trago del próximo verano?
Por su parte, los cócteles sin alcohol o con baja carga alcohólica se van consolidando en los menús de todo el mundo. El fenómeno del 'Dry January' (dejar de beber alcohol todo el mes para compensar los excesos de la Navidad) está perdiendo seguidores jóvenes, que prefieren beber todo el año pero reduciendo la carga alcohólica de cada trago.
El consumidor demanda cócteles ligeros y refrescantes. El spritz está liderando esta tendencia, hasta el punto de que en Europa este cóctel ha destronado al champagne como bebida para celebrar entre amigos; un 77% de italianos, 49% de alemanes y 41% de españoles lo prefieren a cualquier otra bebida festiva.
Experiencias inmersivas
Con la enorme oferta de ocio en el hogar que existe actualmente, los bares deben ofrecer experiencias más completas para atraer a los nuevos públicos a sus locales. La música siempre ha sido un factor importante en una coctelería, de hecho se ha demostrado que la percepción del sabor se puede ver alterada por la banda sonora del lugar, así que están surgiendo especialistas en crear ambientes sonoros que “mariden” con la oferta gastronómica y líquida.
Con el descenso de las visitas a nightclubs y el adelanto del horario de ocio, crece también el fenómeno de los listening bars, un tipo de establecimiento que comenzó en Japón y donde la música es la protagonista. En España tenemos ya varios, como La Analógica en Madrid y el Curtis Audiophile Café o el Oblicuo Hi-Fi Bar en Barcelona.
Más allá de la música, los clientes demandan experiencias multisensoriales y están dispuestos a pagar más por ello. Según Delmagno, Esencia, el nuevo espacio de la coctelería Sips de Barcelona, ofrece este tipo de experiencia: “La sala es un homenaje al elemento líquido: por ejemplo, las cortinas de la entrada representan la caída del agua, las luces se reflejan en la barra como si fueran gotas de agua al caer y el techo está pintado en acuarela en tonos azules".
Ade,as, prosigue, "laas barras están diseñadas para acercar el cliente a los bartenders, rompiendo las barreras y los roles. Se trata de una experiencia inmersiva, o sea, una sucesión de sorbos que son pequeñas réplicas en miniatura de un cóctel”.
Cócteles para 'foodies'
La gastronomía es desde hace tiempo símbolo de estatus, con las redes sociales como escaparate. Los restaurantes están incorporando cartas de coctelería a su oferta para aumentar el ticket medio y retener a los clientes, pero también como parte de su identidad y oferta culinaria.
Un 71% de los bartenders de todo el mundo reconoce que la creatividad de la cocina es su mayor fuente de inspiración. Eso está suponiendo la incorporación de nuevas técnicas gastronómicas en las barras pero también la popularización de los cócteles de sabor umami y picante y el uso de ingredientes poco comunes en el recetario clásico como el miso, la mantequilla, las setas, el aceite o las algas.
“Cada vez vemos una mayor convergencia entre comida y bebida, con técnicas compartidas e ingredientes que inspiran cócteles sabrosos. Ahora los restaurantes están colocando la coctelería como parte de la experiencia gastronómica. Después de todo, lo primero que pides al llegar es un cóctel, y esa elección va a marcar el tono de tu comida y toda la experiencia”, explica Jacob Briars, Global Trade Advocacy Director de Bacardi.
Cada vez encontramos sabores más gastronómicos en nuestros tragos y una mayor oferta de maridajes con comida. El cóctel ya no se ofrece solo en el aperitivo y el postre sino que conquista poco a poco la mesa. En Madrid encontramos propuestas como la de HDDN, con un menú de alta cocina maridado con cócteles diseñados ad hoc, o Cheequitin, que presenta un menú de medios tragos que se acompañan con unos excelentes bocados de autor.
Así como las técnicas de la alta gastronomía han entrado en las cocinas de los consumidores más cocinillas, parece que también se van a animar pronto a aplicarlas en la elaboración de cócteles caseros. Un 43% de los entrevistados en India y un 45% en México declaraban querer probar a hacer un fat-wash en su casa —técnica para incorporar el sabor de un ingrediente graso como el bacon o el AOVE en una bebida alcohólica, infusionándolo y posteriormente congelándolo—. En California existe una compañía que comercializa packs DIY para facilitar a los novatos este procedimiento, que es ya muy común en la mayoría de coctelerías.
A pesar del interés creciente por probar nuevos sabores, los cócteles clásicos siguen ocupando las primeras posiciones en consumo en los bares españoles. “Aunque el daiquiri ha bajado cinco posiciones este año, pasando del cuarto al noveno lugar, los cócteles clásicos con ron continúan dominando los cinco primeros puestos, con el mojito ocupando el primer lugar sustituyendo al gin-tonic. Los consumidores siguen mostrando un gran interés en estos sabores clásicos, que evocan tradición y calidad", dice Delmagno.
Y vaticina que "en 2025, la tendencia del tequila será imparable, y el margarita escalará en popularidad en España, avanzando del octavo lugar en 2024 al sexto en el ranking de cócteles favoritos”.
Fenómeno fan: famosos y cócteles especiales
Los destilados y la coctelería cada vez juegan un papel mayor en grandes eventos musicales y deportivos, donde antes la cerveza era la bebida más consumida. Más de un cuarto de los encuestados en Estados Unidos y México ya asocian el momento de ver deportes en casa con el consumo de bebidas espirituosas.
Este año la mitad de la audiencia de la Super Bowl fueron mujeres y esto provocó un gran aumento de las ventas de destilados y mixers en esa fecha, casi en la misma proporción que la tradicional cerveza. Las audiencias se diversifican y los gustos cambian.
La gira de Taylor Swift generó enormes ingresos en todas las ciudades que visitó. Se calcula que solo en Reino Unido se vendieron 1.150.000 cócteles derivados de los 15 conciertos que ofreció. Los bares crearon cartas especiales de coctelería e incluso los hoteles los ofrecían dentro del paquete de viaje. El cóctel oficial del US Open de tenis, el Honey Deuce, facturó el año pasado más de 12 millones de dólares y se ha convertido estos últimos años en una tradición más del torneo.
Parece que las marcas de alcohol, que no pueden anunciarse en medios tradicionales, utilizarán estas activaciones para acercarse a nuevos consumidores y construir identidad de marca. Ya no solo son los famosos los que lanzan sus marcas de alcohol, sino que estas se acercan incluso a deportistas: Tequila Patrón se ha asociado con el piloto de Fórmula 1 mexicano Sergio “Checo” Pérez y ha sacado una edición limitada especial con él.
Por un futuro mejor: igualdad y sostenibilidad
Los hombres han dominado tradicionalmente la industria de los destilados y en el caso de categorías como el whisky o el cognac también el consumo. Afortunadamente, cada vez hay más mujeres ocupando los puestos de Master Blender y Master Distiller en las principales marcas. Stephanie McLeod en Dewar’s, Nancy Duarte en Santa Teresa, Cynthia Vargas en Matusalem o Emma Walker en Johnnie Walker ya no son excepciones.
Además de la igualdad, otra de las apuestas de la industria de las bebidas alcohólicas es la sostenibilidad, con bares como Paradiso en Barcelona liderando la conversación a través de encuentros internacionales como el Sustainability Summit o Cambridge Public House en París, que ha logrado la primera certificación B-Corp para un bar.
El formato de botella de vidrio siempre ha sido un caballo de batalla del sector ya que además de prestigiar el contenido supone una garantía de calidad y procedencia, especialmente en aquellas categorías que deben proteger su denominación de origen como el tequila.
Sin embargo, comienzan a aparecer envases reutilizables para hostelería que garantizan la trazabilidad del contenido como EcoSpirits, que está presente en 23 países y contribuye a reducir el desperdicio de marcas como GinRaw, el calvados Avallen o el ron Planteray.
Apoyar a los negocios locales (69%) y eliminar el plástico de un solo uso (68%) son dos de los objetivos prioritarios de los encuestados para este año que comienza. Los ingredientes de cercanía y temporada, que cada vez están más presentes en cartas de coctelería como las de Angelita o Patio de Butacas, son un buen motivo para pagar más por un trago para un 24% de los entrevistados españoles.
En definitiva, la coctelería es un fenómeno que continuará creciendo en 2025, más cerca de la gastronomía y de otras opciones de ocio, mientras se aleja del concepto de embriaguez, noche y fiesta. La demanda de tragos con menor carga alcohólica consolidará su consumo en momentos que antes ocupaba el vino y la cerveza casi en exclusiva y facilitará su incorporación como una opción más de maridaje en restaurantes.
La igualdad, diversidad, sostenibilidad e identidad local son valores que moverán al consumidor a decantarse por determinadas marcas y bares, igual que la prescripción de profesionales y celebrities. Brindemos por ello.