Estos días en España se produce un fenómeno que podría dar para hacer un tratado sociológico digno de premio: las cenas de empresa. Si la tuya todavía no ha sido, vengo a darte 10 mandamientos para no cagarla en este evento que solo una mente malvada y psicopática pudo crear, seas junior o senior. Si ya la has tenido, siempre podrás usar estos consejos el año que viene, a no ser que la cena de este año se haya convertido en “la última cena”. Por cierto, si eres autónoma o autónomo, por fin tienes una alegría: te libras de estos saraos creados por el mismísimo Lucifer.
1. No vestirás como si fueses a dar las campanadas
No nos centremos en el propio evento, la previa es probablemente mucho más importante, y la vestimenta es crucial. Te recomiendo perfil bajo, no vas a dar las campanadas, las capas solo le quedan bien a Ramón García y a Henry Cavill, y los vestidos “fantasía” a Anne Igartiburu y a la Pedroche. Eso no quiere decir que vistas como Omar Montes y Rosalía, que cuando bailas reggaeton te pareces más a King África actuando en la verbena de las fiestas de tu pueblo que a la cantante de Despechá. El chándal no es el camino y los colores flúor harán que cada paso en falso en la pista de baile sea recordado al día siguiente.
2. La precena te puede salvar la vida
Es importante que sepas qué vas a cenar. Si es un menú de primero, segundo y postre, puedes confiar e ir con el estómago vacío, pero si es una cena tipo cocktail, merienda fuerte en casa o puedes aparecer en el próximo correo interno de tu empresa bailando los pajaritos sin estar en Benidorm. Otra precena que siempre puede ayudar es un buen protector estomacal. Todo lo que lleve “prazol” en la etiqueta es tu amigo.
3. No harás previa
Es tu noche y estás con más ganas de salir que Paquirrín un viernes, pero eso no significa que tengas que quedar con tus compis a tomarte unas cervezas antes “para calentar el cuerpo”. En la cena ya vas a beber bastante, y además no vas a pagar, así que déjate de previas, que sino vas a llegar a los postres cantando villancicos y llamando a tu jefe “bro”.
4. Te hidratarás durante la cena
Si, la cerveza contiene mucha agua, pero no estamos hablando de eso. Compagina el vino y la cerveza con vasos de agua y lo agradecerás. Sabemos que el ansia te puede, que para eso paga la empresa, pero estas cosas las carga el diablo, y la calidad de la bebida no suele ser la mejor del mundo. Garrafón no es un ingrediente de la paella valenciana, sino tu peor enemigo.
5. No cometerás “cuñadeces” en la cena
Durante la cena propiamente dicha se pueden cometer cuñadeces fácilmente evitables: por mucho que quieras parecer healthy y que te cuidas, si no sabes usar el cuchillo del pescado pide carne, que total un día más de carne roja a la semana tampoco te va a afectar más que los 200 cubatas que te vas a beber después; si hay raciones para compartir, controla tus ansias y sirve primero a tus compañeros, aunque te dejes para ti una buena parte; las servilletas son para limpiarse, no para cantar como si estuvieras en la boda de tu prima; y por último, no hace falta brindar cada cinco minutos, que no estás en una taberna del medievo. Ah, y un truco que te dará un poco de clase: coge la copa de vino por el tallo. De nada.
6. Evitarás las fotos ante todas las cosas
En tu cabeza puede sonar espectacular, pero las fotos también las carga el diablo. Puedes aceptar bailar una conga e incluso ponerte un collar hawaiano como si estuvieras en la Isla de las Tentaciones, pero siempre dando la espalda a quien esté haciendo las fotos. Si hay selfies ponte en la parte trasera, que se te note lo mínimo posible que te has bebido la producción anual de “verdejito fresquito”.
7. No tomarás chupitos
Los chupitos siempre han sido la herramienta para ahorrar dinero y emborracharse y, por esta simple razón, carecen de sentido en una cena de empresa en la que está “tó’ pagao”. Seguro que te va a venir el turras del jefe de ventas a ofrecerte un chupito diciendo la cuñadez de “venga, que a esta invito yo”, después de reírse como si fuera el dueño de la empresa, pero debes mantenerte fuerte y seguir con tu copa. El chupito es el camino hacia el borrado de memoria, y no queremos tener momentos borrosos al despertarnos por la mañana.
8. No ligarás
Pese a que el nuevo becario o la de recursos humanos te hagan ojitos, debes mantener la templanza: en las cenas de empresa no hay que ligar. Puede parecer una gran idea, pero no lo es. Ambos vais un poco (o bastante) bebidos y la noche sexual puede ser un absoluto desastre, así que no quieras ser la comidilla de los pasillos al día siguiente porque te vino el sueño antes de lo debido. Es una cena de empresa, no First Dates.
9. Te irás sin llamar la atención
En el equilibrio está la virtud, y tampoco quieres ser el rancio o la rancia de la empresa, asi que tendrás que ir pensando que el ridículo, aunque sea mínimamente, lo vas a hacer. Échate algún baile, bebe y pasatelo bien, y sobretodo, no te vayas a las primeras de cambio, ya que conseguirás el efecto Barbara Streisand, y serás trending topic al día siguiente. Eso no significa que tengas que ser el alma de la fiesta y seas el último en abandonarla, que sino te vas a quedar con el sanbenito para toda la vida. Y una cosa importante: vete sin despedirte, que total vas a ver a tus compañeros al día siguiente y tampoco es necesario que te vayas despidiendo de todos como si fueras el Rey de España en un besamanos. Probablemente muchos no se acordaban ni de que estabas ahí, y al resto no creo que les importe mucho. Además te va a dar un aura de misterio, que siempre viene bien.
10. Si la has cagado, desvía la atención
Probablemente estos mandamientos llegan tarde para tí, y ya la liaste muchísimo en la cena de ayer, pero este último consejo te puede salvar la vida. A no ser que la liada sea máxima y sea inevitable, es muy importante que intentes recordar momentos bochornosos de tus compañeros, para desviar la atención y que no caiga sobre ti todo el peso de la empresa. Si tú bailaste sin camiseta encima de la barra, habla de esa persona que se cayó intentando bailar el "single ladies" de Beyoncé. Si tu hiciste bromas sobre tu jefe con el más pelota de la empresa, habla de cómo ese pelota le intentó tirar la caña a los nuevos becarios. Un clavo saca otro clavo, y hay que mantener la integridad sea como sea.
Por cierto, si te hacen pagar la cena, no es una cena de empresa, es una encerrona.