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Vinos, tapas y flores, este viernes combinadas para una experiencia única

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Florita
Según la RAE, degustar es el acto de probar, generalmente con deleite, alimentos o bebidas. Degustamos productos que, con una cierta intervención humana y la ayuda de la naturaleza, evolucionan a nuevo producto del que posteriormente nos complacemos.Con Laura Lopez Terron Flaura.es, el repostero Pedro Rodríguez Postres y Óscar Santos, sumiller de Vinófilos se desarrollará una interesante actividad prevista para este viernes 9 de octubre a partir de las 18.00, (663387208 y www.vinofilos.es)Degustar, supone un acto de atención plena en la que invertimos todos nuestros sentidos para sumergirnos por entero en el producto. De este modo, comenzamos a salivar según nos llegan los alimentos y solo sí, nos resultan agradables a la vista; los aromas nos traen al instante presente lugares, conversaciones o momentos ya vividos; el paladar baila entre el dulce, salado, ácido, amargo y hasta el umami; las texturas envuelven y contextualizan todo lo que va sucediendo y pasando por nuestra boca, mientras escuchamos al morder o beber, el ritmo de las historias que se nos cuentan.La fascinación por el vino nace desde el momento que reconocemos el producto como el resultado de un proceso de alquimia: zumo de uva fermentado. Algo tan simple que, cuando se desgrana, se abre un universo del que todavía hoy no se ha llegado a su fin.La magia del vino también está cuando bebemos. Quizás en nuestra cultura, es una de las bebidas más relacionadas con el placer: nos sentimos más cómodos, más ligeros, el momento se hace más llevadero y llegamos a alcanzar ciertos estados de euforia. Es el placer que hace más livianas las comidas, las conversaciones y libera las tensiones, en definitiva, vemos la vida con una sonrisa en los ojos puesta. Robert Louis Stevenson “El vino es poesía embotellada” un arte en el que las palabras no alcanzan a expresar todo lo que al beber se desprende.Las flores con su sutilidad, delicadeza, belleza y frescura son capaces de evocar en nuestro ser una emotividad que al hablar no llegamos a expresar. Las flores, como el vino, nos sirven para unirnos en una parte más emocional que no necesita palabras y que todos terminamos por entender. Es algo así como sentir más que decir.Y entonces ¿nos comemos las flores mientras bebemos el vino? Las flores son capaces de mover todos nuestros sentidos. Son seres efímeros que, a pesar de la delicadeza que puedan mostrar, son diseño, estrategia, márketing, son pura comunicación y sí, todo eso contenido en el sexo de la planta, la flor. Para reproducirse han sido capaces de comunicarse exitosamente con otras especies y conseguir su fin, la semilla. Son la muestra de esa inteligencia vegetal concentrada en un órgano que seduce, manipula, pero que también gratifica con dulces recompensas a aquellos que colaboran con ellas.Centrados en las flores comestibles, en tiempos en los que nuestras necesidades ya no son tanto de llenar la estómago sino de llenarnos de experiencias, el hecho de probar las flores, ir más allá de lo decorativo, sentir su aroma y degustar esa flor, nos permite llenarnos de esa energía más sutil y sentir el placer con todos nuestros sentidos.Dudo si hay algo que se deba esperar de la experiencia, lo cierto es, que la intensidad es claramente la resultante de llevar de la mano dos armas de seducción como son el vino y las flores. Dejarse embriagar y sentir el placer que nos regalan los sentidos, todo eso y nada más. Bueno sí, darnos cuenta que en la naturaleza se encuentran los grandes placeres de la humanidad a los que estamos todos llamados a disfrutar de ellos.Una semana más, ¿Flores para qués os quiero? Y es que ¿Cómo no os voy a querer?Sigue el ENLACE de la conversación, entre otras, con la experta en flores comestibles, Laura López Terrón, y colaboradora de huleymantel.com en el pograma 123 de Con Cúrcuma Radio por Francisco Belín,

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