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Fuerteventura en apuntes del viajero y Lanzarote también (María Trujillo)

La autora recoge asaspectos del magnífico libro del aventurero escocés George Glas, quien recogió un valioso testimonio de Fuerteventura y también Lanzarote que bien merece la pena refrescar.

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En 1764 en Londres se edita “A description of the Canary Islands, including the modern history of the inhabitants…”. Este magnífico libro del aventurero escocés George Glas recogió un valioso testimonio de nuestra isla que bien merece recordar. El lector es importante que “viaje” a esa época y no intente entender lo leído desde un prisma actual. Han pasado más de 250 años de estos textos que resumen la realidad insular según Glas.Un poco de historia nunca viene mal. Espero que les guste.Acerca del clima, del tiempo, del suelo y de los productos de las Islas de Lanzarote y Fuerteventura comenta Glas:El clima en estas islas es sumamente saludable, lo cual puede ser debido a la sequedad del suelo y a los fuertes vientos del norte que casi continuamente soplan sobre ellas, de modo que los habitantes viven hasta una edad avanzada.El suroeste siempre trae lluvia, y por tanto es un huésped siempre bienvenido por estas islas. Cuando esta lluvia empieza a caer, los indígenas siembran sus granos; y unos catorce o veinte días después de las últimas lluvias, a saber, hacia fines de abril, está maduro para la siega.Fuerteventura no está tan expuesta al viento como Lanzarote: por tanto no está tan desprovista de árboles y arbustos. Los que crecen allí son la palma, el acebuche y una especie de pino silvestre que los indígenas llaman tarajal. El algodón y las euforbias, las higueras y las chumberas, crecen en jardines, aunque estas últimas crecen sin cultivo en los campos de Canaria y en las islas al oeste de ésta.En Lanzarote y en Fuerteventura se producen varias clases de cereales, es decir, trigo, cebada, maíz, en tal abundancia que no sólo abastece a los habitantes, sino a los de Tenerife y La Palma, las cuales dependen muchísimo de aquellas islas para su sustento.Hasta estos últimos treinta años, Lanzarote no produjo vinos. En ese momento hizo erupción un volcán, que cubrió muchos campos con polvillo y pequeñas piedras pómez, que han mejorado el suelo hasta tal punto, que ahora hay viñas plantadas allí, que prosperan bien y dan uvas, pero su vino es flojo, pobre y tan acre que un ex- tranjero no puede, al paladar, distinguirlo del vinagre; sin embargo es muy sano. Fuerteventura produce mayor cantidad de vino, que es algo superior en calidad al de Lanzarote.Sobre las rocas de la costa crece gran cantidad de orchilla, ingrediente usado para teñir, bien conocido por nuestros tintoreros en Londres.Las costas de Lanzarote y de Fuerteventura proporcionan pes- cado de varias especies y en abundancia, en particular una especie de bacalao que aquí llaman cherne, de mejor gusto que el bacalao de Terranova o del Mar del Norte. Se pesca también aquí otro pez de un gusto mejor aún, llamado mero: es tan largo como un ba- calao, pero más grueso, y tiene largas barbillas o bigotes que le cuelgan de la boca.Sobre las rocas, en la costa, hay muchos mariscos, en particular lapas, que los nativos comen.La falta de bosques o de grupos de árboles provoca una escasez de pájaros y aves de caza; sin embargo, hay algunos canarios y un pajarito llamado tabobo, del tamaño aproximado de un estornino, moteado en blanco y negro; también hay perdices y cuervos, con abundancia de aves rapaces; pero no hay pavos, ocas ni patos. La carencia de las dos últimas especies quizás se deba a la escasez de agua en las islas. Aquí no existen animales venenosos, excepto una araña negra, cuya mordedura, dicen los indígenas, es ponzoñosa y provoca inflamación dolorosa como una quemadura: la cura que usan es comer una pequeña cantidad de excremento humano. Probablemente la tremenda antipatía por esta medicina producía tal efecto en el cuerpo humano, que llegaba a matar o eliminar el veneno introducido por la mordedura.De los habitantes de Lanzarote y Fuerteventura, sus métodos de vida, maneras y costumbres, etc Glas decía:Son, en general, de gran estatura, robustos, fuertes y muy morenos. Por los habitantes del resto de las Islas Canarias son considerados rudos y toscos en sus maneras.Sus casas están construidas con piedra y cal; las de la gente rica llevan cubiertas de tejas en forma de S pero las de menos categoría tienen techo de paja: muy pocas, incluso las mejores, están techadas o llevan cielo raso, sino que están construidas en forma de grandes graneros, y divididas en apartamientos por particiones de madera que no llegan hasta la altura de las paredes; por lo que las habitaciones están abiertas por arriba, sin otra cubierta que la de las tejas. Los pisos son, en general, de lajas.La alimentación de los campesinos consiste ordinariamente de lo que llaman gofio, que se compone de harina de trigo o cebada tostada; mezclan esa harina con un poco de agua, haciendo una masa, y así la comen. Esta sencilla dieta no exige ni cucharas, ni cuchillos, ni tenedores. A veces, sin embargo, aportan un refinamiento a esta comida, mojando cada puñado en miel o melaza. En invierno, cuando la hierba está mejor, disponen de abundante y rica leche, en la que mojan el gofio, comiéndolo así, usando conchas en vez de cucharas: para un hombre hambriento es ésta una comida excelente.En cuanto al pan, es raramente comido excepto por la gente rica; hay algunas personas de estas islas que no saben qué gusto tiene.Los campesinos valoran mucho su dieta de gofio y se enorgullecen de ello, y desprecian a los de las otras islas que comen pan.Apenas beben vino, y casi ninguna otra cosa que agua. Su ocupación es arar la tierra, sembrar y recoger maíz, así como otras labores de ganadería.No hay sino unos pocos frailes y ninguna monja en estas islas; sin embargo no carecen de sacerdotes, pues hay varias iglesias parroquiales y una Corte baja de la Inquisición en cada una de las islas, para prevenir la herejía; de manera que la religión de la iglesia de Roma es la única que profesan.La gente rica es muy contraria a dejar su país, pues no tiene la menor curiosidad por viajar y ver el mundo… Un caballero aquí que posea unos cuantos acres de terreno, una docena de ovejas, un par de asnos y un camello, preferiría vivir toda su vida comiendo gofio que irse a la aventura a las Indias Occidentales españolas para mejorar su fortuna con el comercio o cualquier otro empleo.…En aquel momento, algunos pescadores cogieron en la bahía una gran tortuga o tortuga marina, con un peso de unas quinientas libras, la cual llevaron a tierra, y la colocaron de espaldas encima de una piedra grande, después le cortaron el cuello, del cual salió sangre en un flujo humeante.No disponiendo de ninguna vasija para recibirla, el Alcalde y el resto de su gente cogieron toda la que pudieron con sus manos y se la bebieron. Cuando se dieron cuenta de nuestro asco al contemplar una manera de comer tan bárbara y bestial, sacudieron las cabezas y nos dijeron que era un remedio excelente contra el prurito, y nos invitaron a participar; para incremento de nuestro asco, observamos sus manos llenas de costras y úlceras.María Antigua TrujilloCatadora, Promoción del Producto Majorero

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